13 febrero 2007

Reflexiones

Más de historia. Resulta curioso, siguiendo con las comparaciones, que se compare ahora al Presidente Comandante con demócratas (?) como Cipriano Castro y Juan Vicente Gómez...


Reflexiones

El 4 de febrero fuimos testigos de un desfile militar celebrando un golpe de estado. ¡Qué barbaridad! Algunas reflexiones históricas me vinieron a la mente.

Desde que en 1930 Venezuela se separó de la Gran Colombia, Hugo Chávez ha sido el Presidente que ha ejercido por más tiempo el cargo, de manera continuada, con la sola excepción de Cipriano Castro y Juan Vicente Gómez.

Otras figuras han ejercido su influencia por períodos más prolongados o, en oportunidades, han regresado a la Primera Magistratura varios años después de haberla ejercido; pero, con las excepciones citadas, nunca fueron presidentes por ocho años consecutivos. Veamos:

En primer lugar tenemos que referirnos a José Antonio Páez. Nadie puede dudar de sus méritos. Aunque hoy en día el oficialismo pareciera querer borrarlo de la historia, sin los llaneros de Páez, todo el genio de Bolívar no hubiese bastado para darle la independencia a Venezuela.

Páez fue Presidente durante cinco años, entre 1830 y 1835. En 1835 José María Vargas gana las elecciones.

Meses después un golpe de estado derroca a Vargas. "El mundo es de los valientes" le dice Pedro Carujo mientras lo hace prisionero, a lo cual Vargas responde: "No, el mundo es del hombre justo". Pero Páez viene en auxilio de Vargas y lo restituye en el poder, a pesar de que no había sido su candidato.

Cuatro años después, en 1839, Páez vuelve a ser electo Presidente hasta el año 1843. Durante ese período hace repatriar los restos de Bolívar, a pesar de que lo había enfrentado a raíz de la disolución de la Gran Colombia. Casi dos décadas más adelante regresa a la Primera Magistratura entre 1861 y 1863, cuando entrega el poder a Juan Crisóstomo Falcón -otro militar- al terminar la Guerra Federal.

José Tadeo Monagas fue otro caudillo militar que repitió. Fue Presidente entre 1847 y 1851. Varios años después repite entre 1855 y 1858. Alternó en la presidencia con su hermano José Gregorio Monagas.

José Tadeo Monagas instauró una dictadura con apariencia de legalidad. De él se recuerda aquella frase salvaje pronunciada el 24 de enero de 1848, cuando después de propiciar un asalto al Congreso que estaba controlado por la oposición, afirma: "La constitución sirve para todo".

Pero cuando intentó modificar la Constitución para mantenerse en el poder, Julián Castro lo derroca por las armas.

Antonio Guzmán Blanco, caudillo militar, fue Presidente en varias oportunidades. Primero entre 1870 y 1877, dos años después volvió a serlo entre 1879 y 1884 y, varios años más tarde repite entre 1886 y 1888. Mientras fue el hombre fuerte de Venezuela, alternó en la presidencia con Francisco Linares Alcántara y Joaquín Crespo. El mayor lapso que ejerció la presidencia de forma continua fue de siete años.

Cipriano Castro, caudillo que venía de los Andes, derroca por las armas a Ignacio Andrade en 1899 y establece una dictadura militar hasta 1908, cuando es desplazado por Gómez.

Juan Vicente Gómez se mantuvo en el poder hasta su muerte en 1935. Durante ese lapso, en ocasiones alternó en la Presidencia con Victorino Márquez Bustillo y Juan Bautista Pérez. Siempre conservó la jefatura militar.

La dictadura de Gómez fue el precio que Venezuela tuvo que pagar para superar las revoluciones y las aventuras de los caudillos militares del siglo XIX.

Repito, desde 1830 y con la sola excepción de Cipriano Castro y Juan Vicente Gómez, Hugo Chávez ha sido el caudillo militar que durante más tiempo ha ejercido la Presidencia de manera continuada.

Se dice que sólo a la muerte de Gómez, Venezuela pudo entrar al siglo XX. Con Chávez, estamos regresando al siglo XIX.

Las anteriores reflexiones me vinieron a la mente mientras observaba, con vergüenza democrática, un desfile militar celebrando un golpe de estado.

¿Qué puede justificar tal celebración? ¿El favor del pueblo?... Todos los caudillos que triunfaron, contaron en su momento con el favor del pueblo. Pero ese favor siempre fue voluble. Pregúntenselo a Carlos Andrés Pérez.

¿Si un golpe de estado para derrocar a un presidente electo por el pueblo es celebrado, cómo explicarle a nuestros hombres de armas que, cuando los vientos cambien, otro golpe de estado no pudiese resultar igualmente justificable?

No puedo concluir estas reflexiones sin citar al Padre de la Patria:

" ¿ nada es tan peligroso como dejar permanecer largo tiempo a un mismo ciudadano en el poder. El pueblo se acostumbra a obedecerle y él se acostumbra a mandarlo; de donde se origina la usurpación y la tiranía"

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