17 junio 2007

Bolívar Fuerte (2)

No habrá Bolívar Fuerte mientras Venezuela sea una sociedad débil y dividida. Aunque los libros de economía dicen que la inflación definida como aumento sostenido en el nivel de precio de todos los bienes de una sociedad es siempre y en todas partes un fenómeno monetario, en Venezuela hay una causa aun más profunda que hace que los gobiernos desde 1976 hayan caído en la impresión desordenada de dinero a pesar de los graves daños que causa. La inflación en Venezuela responde a formas tribales de conducta política que implican que quienes ejercen el poder desean beneficiar o compensar a unos grupos de venezolanos por encima de otros. Para beneficiar a unos venezolanos sobre otros, siempre los gobiernos terminan recurriendo a la aprobación de recursos financieros aun si no existen en el presupuesto fiscal (i.e. vía créditos adicionales, utilidades cambiarias, etc.) y aun cuando no haya contrapartida en la producción de nuevos bienes y servicios para la nación.

La verdadera raíz de la inflación en Venezuela pasa por entender que muchos líderes y parte significativa de la población ven al fisco como un botín. Esto implica que como venezolanos no hemos superado las secuelas que heredamos de las perversas relaciones políticas y sociales que se impusieron durante el pasado indígena y colonial. En las conductas políticas primitivas y coloniales como la nuestra, las personas se valoran en función de la banda en que se agrupe cada uno, para luchar por el poder y apropiarse de los bienes materiales como si fuesen bienes finitos. Al igual que los niños que se pelean por los juguetes, ya que no saben como construirlos, en nuestra sociedad no hay suficiente comprensión acerca de la posibilidad real que existe de producir bienes para todos de manera infinita, si cada persona remase en la misma dirección y como sociedad sumásemos talentos. Hoy Venezuela vive una tempestad de injurias y atropellos entre personas que se agrupan en bandas. Esto impide sumar esfuerzos y producir. Para compensar grupos en conflicto la maquinita de impresión de dinero se pone a funcionar a toda marcha.

Los venezolanos debiésemos ser capaces de visualizar las mejoras a nuestra calidad de vida si lográsemos dominar la inflación. Baja inflación en Venezuela, significa bajas tasas de interés para todos los venezolanos sin discriminación. Si las tasas de interés estuviesen en 8% anual, cualquier venezolano pudiese comprar su vivienda y pagarla en 30 años como ocurre en otros países. Al aumentar la capacidad adquisitiva, la construcción de viviendas se multiplicaría. También las fábricas ampliarían sus plantas y abrirían sus puertas nuevas empresas, a través del crédito barato. Esto generaría mejores sueldos y un mayor nivel de empleo. Con baja inflación se generaría un círculo virtuoso de prosperidad y bonanza para todos los venezolanos sin distinción. Y si lo acompañamos con mejor educación, Venezuela viviría el fenómeno de China.

Reducir la inflación es clave para alcanzar la paz social y el reencuentro entre los venezolanos. Lanzar el Bolívar Fuerte en el año 2008 pasa primero por cambiar nuestro paradigma social de relaciones entre los venezolanos y por lograr la reconciliación.

Alejandro J. Sucre

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