06 junio 2007

El carnicero de los Balcanes


Entre 1998 y 2001 la Republica Yugoslava de Serbia vivió una de las experiencias políticas más importantes de fines de siglo y principios del nuevo milenio. Un grupo de estudiantes serbios lanzaron un grito de libertad al mundo reunidos en Otpor (Resistencia). Un puño cerrado que izaba la no violencia, y que derrotó a quien se conocería como el carnicero de los Balcanes: Slobodan Milošević.

A la muerte de Tito (1980) Milošević comenzó a abrirse paso en el mundo de la política. En 1983 fue elegido miembro del Presidium del Comité Central del Partido Comunista de Serbia y al año siguiente presidente del comité municipal del partido en Belgrado. El 15 de mayo de 1986 llega a la presidencia del Comité Central del Partido Comunista de Serbia y en 1989 era elegido Presidente de la República Yugoslava de Serbia. Este rápido recorrido que en siete años lo elevó desde los puestos meramente técnicos fuera del mundo político a la presidencia de Serbia, sorprendió a todos.

Su rápido ascenso político coincidió con una radicalización del nacionalismo que se operaba en la sociedad Serbia, en los momentos en que el comunismo perdía fuerza. Bajo su dirección, se inició una afirmación institucional de la identidad serbia, en detrimento de las minorías.

Después de 10 años en el poder, Milošević era percibido por la opinión pública como un dictador que había implementado un sistema político basado en la “limpieza de etnias”, con lo cual forzó mediante una arremetida militar, la salida de los albaneses fuera de los territorios de Kosovo. Imágenes de más un millón de refugiados impactaron al mundo de occidente, produciendo una reacción militar de la OTAN. Por más de 78 días y a un costo de tres mil millones de dólares, los territorios ocupados fueron bombardeados por las fuerzas aliadas.

Milošević utilizó esta “agresión imperialista” como instrumento de vitimización y por instantes los serbios cerraron filas a su lado. Sin embargo un gobierno que en diez años había traído a los serbios una profunda división social; pobreza, desempleo, represión, corrupción y miedo, pulsó la reacción de un grupo de jóvenes cuya motivación inicial fue luchar, civilizadamente, por la democracia.

Srdja Popovic, co-fundador de OTPOR explica los enunciados principales del movimiento. Perseguían tres objetivos fundamentales: i.-Derrocamiento no violento de Milošević, ii.-Elecciones libres yii.-la instauración de la democracia.

Popovic explica que la estrategia suponía acabar con lo que se denominaba el “monopolio del poder”, resumido en el control de las instituciones y de las agencias del gobierno mediante mecanismos represivos, el control del Poder Judicial y de los medios de comunicación privados. Para lograr tales objetivos, no podían partir de la base de “cortar la cabeza del líder”, ya que eso seria una revolución violenta. Ellos necesitaban ser reconocidos por el mundo, como un grupo ciudadano civilizado, amantes de la vida, de la democracia y de la libertad.

I.- ¿ Cómo lograrlo?.

Otpor fue un movimiento que nació con veinte estudiantes.

Su gran desafió era dar una percepción de agrupación nacional, con representación en todas las ciudades de Serbia. Poco a poco fueron reclutando gente bajo “la estrategia de choque o contacto directo”, con muchachos de cada uno de los pequeños poblados Serbios. De esta forma se ganaban mayor confianza y mejor comunicación.

Otpor no disponía de un comité central ni de un líder único. Se basaba en un liderazgo de amplia base, con lo cual evitaban que la detención de uno, condujera a la fractura del movimiento. Nada de figuración mediática, nada de protagonismos, nada de jerarquías.

El corazón político de Otpor eran sus activistas. Sus slogans eran creativo y directos: “muérdanle al sistema, resistencia porque amo hacerlo, somos fanáticos de la vida y libertad! A pesar de ser un número reducido de activistas, daban un claro mensaje: hacerle oposición al Milošević, era posible…pero sin partir de un Milosevic vete ya; vete pal carajo”!

Entretanto los partidos de oposición tradicional se encontraban divididos, sumidos en la diatriba y continuas derrotas políticas. Otpor da cuenta de esta situación, y marca distancia de los actores políticos tradicionales para no empañar su credibilidad. Nada de coordinadoras democráticas, mesas de negociación, paros o intentonas.

En Mayo del año 2000 las fuerzas policiales de Milošević, arremeten en contra de Otpor, tildándoles de neofascistas y terroristas. Se inicia una persecución que incluiría agresiones físicas y detenciones. Otpor organiza lo que se denominó una “cadena de mando”, según la cual de manera inmediata, personas, familiares y seguidores se apostaban a las puertas de los lugares de detención para reclamar por su integridad y liberación.

En la medida que se agrandaba el círculo de represión, aumentaba igualmente el ámbito de reacción pública. Y al crearse un estado de gran descontento, Milošević decide adelantar las elecciones.

Otpor -que había llenado el vacío político creado por una oposición dividida y enfrentada- obligó a estos actores a exhibirse en público, abrazando la bandera de puño cerrado. Aunque los líderes de oposición lo hicieron con reservas, tuvieron que dar un paso al frente, y comprometer la unidad…Nada de altivez y ni aquí el muchacho de la película, soy yo.

El 1 de Septiembre de 2000, 18 partidos de la oposición Serbia democrática, declaran la unidad, y deciden apoyar a un hombre de poca figuración pública y perteneciente a un partido pequeño.

Se trataba de Vojislav Kostunica, un hombre de corta trayectoria política, que abanderaba las consignas nacionalistas y anti-americanas, lo cual impedía a Milošević, atacarlo desde el ángulo del pro-imperialismo. Cero improvisación.

Milošević arremete contra los canales y radios privados, lo cual impulsa grandes concentraciones en su contra. Faltando dos semanas para la celebración de las elecciones, Milošević realiza su primera incursión pública. Estas concentraciones eran pagadas por el partido único socialista que lideraba Milošević (el cual había cambiado de nombre para refrescar su otrora rostro comunista). Otpor no hizo elocuencia de ello.

El 24 de Septiembre de 2000, se celebran las elecciones. Más de treinta mil personas son organizadas para controlar la certeza del voto, producido por 10.000 mesas electorales. Todos los partidos de oposición se agruparon entorno a las mesas de votación, constituyendo una fuerza amalgamada de información y control.

El 06 de Octubre de 2000, Slobodan Milošević reconoce la victoria de Vojislav Kostunica.

II.- El ejemplo. Chávez no es Milošević y Venezuela no son los Balcanes, pero…

En Venezuela no hemos vivido las atrocidades de Milosevic, y tampoco padecemos las profundas diferencias culturales y religiosas que confluyen en los Balcanes. Pero en medio de esa mayor complejidad, supieron salir adelante. Entonces, nuestro “conflicto”, es más sencillo. Sepamos resolverlo.

Uno de los grandes errores que se han cometido desde la llegada al poder del HCHF, es atribuirle virtudes o defectos; cualidades o carencias que no posee. Un hombre de formación castrense, de pronto lo convertimos en un líder revolucionario indestructible y tenaz (propaganda reforzada por la agenda mediática pro y contra), y confundimos un uniforme, con una visión de orden y autoridad. Convertido en Presidente, despreciamos su arraigo popular…empero frente a un proceso constituyente inconstitucional (referéndum para liquidar la CN del 61), accedimos lacayamente. Sus logros asistenciales los satanizamos anticipadamente, y se le quiso desplazar del poder, cayendo en provocaciones y actitudes insensatas y soberbias.

El contraste entre la realidad mediática vs. la realidad social venezolana, ha ocasionado profundas contradicciones en el seno de las masas. Y en ámbito de lo confuso, un colectivo mayoritariamente pobre y olvidado, decidió quedarse con lo poco que habían logrado; sacar al antiguo régimen, del poder.

La consecuencia de tanta dispersión y apresuramiento politico las hemos pagado todos los venezolanos. El paro petrolero, el 11-A, la impertérrita y banal mesa de negociaciones, y otros episodios que no vale la pena recordar, condujeron a la instauración de un mismo efecto reductor: la intolerancia oficial, el involucramiento activo de las FFAA en la vida política del país y el giro difuso hacia una visión socialista y gendarme del Estado. De ello todos somos responsables.

El ejemplo serbio no pasa por detener nuestra atención en Milosevic (que no es nuestro caso), sino en la manera de adversarlo (que si nos ocupa comprender).

En los últimos diez años el liderazgo de oposición que nos ha llevado a sensibles desengaños. Y esta incoherencia política ha permitido el agigantamiento de la figura de un hombre, a un punto que sentimos que ya no tiene sentido hacer oposición.

Si bien el país no ha vivido un proceso de segregación como el experimentado en los Balcanes, como tampoco de exterminio étnico, si hemos experimentado una sensible fractura social que nos ha conducido a la discriminación, la exclusión política, y la confrontación de clases. Y eso se aleja de nuestra cultura y nuestro gentilicio.

Poco se ha trabajado en reivindicar los valores de paz, de civilidad, de armonía de los venezolanos. Ha prevalecido la guapetoneria de lado y lado. Hemos permutado el lenguaje politico serio y moderado, por el discurso rapaz, escatológico y generalizante, a la par del adversario.

Optor basó su lucha en la recuperación del sentido ciudadano como estrategia y la sensibilización pacífica de sus consignas. Y en este terreno aderezado de juventud y sensatez, todos participaron, con lo cual reprimirlos a todos, era materialmente imposible.

III.-Por qué tuvieron éxito.

Otpor logró la victoria porque alcanzaron un nivel óptimo de organicidad, uniformidad de ideas y división de tareas. Lograron convencer al colectivo con sencillez y firmeza, que ellos representaban la parte buena y no violenta de la contienda. Demostraron valentía y determinación, sin ánimos de figuración.

Este valor de consciencia civil es el estado de la cuestión. Pero para lograr este estado de consciencia colectiva y mayoritaria, es necesario comprender, que existe un pueblo que aun ve en el “proceso revolucionario”, una esperanza y una razón de ser. Desconocerlo, es torpe y prepotente, y, en efecto, es despreciar a sus adeptos.

El esfuerzo consiste en desglosar con inteligencia y creatividad aquellas expresiones que atentan contra los valores fundamentales del hombre, como la pluralidad, la libertad de expresión, la alternatividad democrática, y solapadamente, contra la venezonalidad: nuestra voluntad de ser un pueblo unido, laborioso, respetuoso y pacífico.

El debate se centra en el presente y en el futuro. Qué tienes hoy, pero que dejarás de tener mañana. Esa es la tarea titánica en este país. Enseñar a la mayoría de los venezolanos, que somos iguales en la medida que nos tratemos espontáneamente con igualdad, y no dependamos del Estado para lograr ese balance. Que todos tenemos derecho a un mejor porvenir, privilegiando el deber de trabajar, y que lo más cercano a la pérdida de nuestros derechos y oportunidades, es la eternalizacion en el poder de unos pocos. Eso deben simbolizar las manos blancas, porque la paz, es la verdadera libertad de los pueblos.

Otpor tuvo siempre muy claro que acabar con el monopolio del poder, la resistencia no podía convertirse en agresora, sino en todo caso, agredida…

La realidad política venezolana se ha venido complicando, porque mientras el gobierno acobija más dinero y poder, la disidencia no ha entendido que ello se contrarresta con valores (el verdadero valor es sufrir…), sacrificio y consistencia. Y si no nos plegamos-a sufrir por nuestros ideales- el valor material y la propaganda, seremos derrotados…merecidamente.

.Al ser entrevistado uno de los fundadores de la agrupación, se les pregunto, cual había sido la base de su éxito. Popovic respondió:

Pienso que lo logramos porque simplemente Amamos la vida, más que ellos. Generalmente estos tipos eran predicadores de la muerte. Su odio su propaganda su lenguaje, olía a muerte…y porque queremos la vida nosotros decidimos amar la vida, y la vida, no se puede derrotar….éramos un grupo de fanáticos de la vida y por eso lo derrotamos”.

Orlando Viera-Blanco

Vía Abogado del Diablo

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