12 septiembre 2007

Mañana es tarde

¡Epa, pana! Sí, es contigo. Con todo este trompo enrollado de la reforma constitucional siento que nos están vacilando, siento que nos quieren bailar la libertad, siento que nos van a jugar quiquirigüiqui. Es decir si dejamos que nos la impongan, si dejamos que nos las empujen a juro, quedaremos como la canción famosa de Proyecto Uno "Fly, embarcao".

Lo que hoy tenemos frente a nosotros es tremendo compromiso. No podemos irnos para la playa, o quedarnos echados en la cama, o dejar todo en manos de la indiferencia. Tenemos que actuar, echarle un camión de ganas. Recordemos que como nos canto Alejandro Sanz, "No es lo mismo ser que estar; no es lo mismo estar que quedarse; ¡que va!; tampoco quedarse es igual que parar, no es lo mismo; será que ni somos ni estamos ni nos pensamos quedar, pero es distinto conformarse o pelear. No, no es lo mismo... es distinto".

Pana, no es cuestión de lo que tenemos, sino de lo que podemos tener, de lo que merecemos tener. Merecemos una tierra distinta, un país distinto, una sociedad distinta, donde seamos libres, donde salgamos a la calle a rumbear, a disfrutar, a salir con la chama sin temor a que nos maten, donde el futuro no sea un sueño imposible.

Debemos tener un país donde nosotros decidamos qué hacer, qué ver, qué leer, luchemos contra la imposición del Gobierno. Pero ese país que queremos y merecemos nadie nos lo va a regalar. No nos dejemos controlar.

P'alante es p'allá. Arma tu grupo. Métete de cabeza en el texto de la reforma. No dejes que te laven el cerebro. Sal para la calle y habla con la gente. No dejes que te corten la lengua. No caigas en trampas. Pana, es para hoy, que ¡para mañana es tarde!


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