22 noviembre 2007

Recopilación Reforma Constitucional (95)



El apoyo a la Reforma cayó 12 puntos en 2 meses

El panorama que pinta la encuestadora Datos indica que el 2 de diciembre podría ser la primera derrota electoral del chavismo. Las cifras de la empresa aseguran que el porcentaje de 42% que a principios de septiembre apoyaba la Reforma constitucional bajó en dos meses a 30%.

Una mezcla de frustración por la escasez de productos de la cesta básica e incertidumbre por el futuro de la propiedad privada han dado, según Datos, una ventaja al No de 41%.

Desde el Instituto de Estudios Superiores de Administración, IESA, el presidente de la encuestadora, Joseph Saade, señaló en la noche de ayer a un auditorio que evaluaba las perspectivas económicas de 2008 que el juego cambió en 60 días: el porcentaje de 42% del que gozaba el Sí bajó a 30%, y justamente las cifras de 30% que apoyaban a la oposición subieron a 41%.

Se trata, de acuerdo con Saade, de "una inflexión en la opinión pública en niveles que no veíamos desde 2003". Añade además cambios en la lista de instituciones y actores con mayor confianza, entre los que anuncia el liderazgo de los estudiantes con 47%, seguidos de la Iglesia con 46%, las universidades con 45% y los medios de comunicación con 32%.

Las conclusiones de las 2.000 entrevistas que Datos realizó en 35 ciudades del país con un error muestral de 2% sostienen que 58% de los venezolanos quiere votar. Aunque advierte que aún falta una medición que está n realizando en este momento, Saade agrega que "hay una tendencia muy acentuada del crecimiento del No y de decrecimiento de la abstención".


El Universal

Evangélicos rechazan cambios en la Carta Magna

El Foro Evangélico de Venezuela rechazó el proyecto de reforma constitucional propuesto por el presidente Hugo Chávez, al que calificó como una "herejía".

En una declaración, la organización alertó que toda la "estructura que plantea la reforma está confrontando abiertamente la propuesta de Dios. Estas dos propuestas son totalmente distintas y diferentes, por lo tanto estamos frente a una herejía".

Advirtió que su mayor preocupación tiene que ver con el contenido de la enmienda en relación con la reelección presidencial ilimitada y los nuevos conceptos de la propiedad privada.

"Mientras la propiedad privada es indiscutiblemente una prerrogativa dada por Dios, el Estado pretende sustituir a Dios en esa función. Así, sucesivamente, vemos cómo la reelección indefinida, como se plantea en el texto, es otro elemento que confronta la palabra de Dios", aseguró.

El Universal

Tupamaros de Sucre hicieron llamado para votar por el No

Jesús Yeguez, miembro del Movimiento Tupamaro del estado Sucre, se pronunció en nombre de esta organización en contra del proyecto de reforma de la Constitución. Yequez indicó que para él el Presidente lo que le quiere es perpetuarse en el poder".

"Estamos "resteados por el 'No'. Esto será un triunfo aplastante del pueblo venezolano", dijo en Globovisión. "Llamamos a votar por el No. Hay que estar pendiente de lo que está pasando en el país, aquí ni Chávez ni Lina Ron ni Iris Varela, van a salir en los medios diciendo que la CIA nos está pagando a nosotros que ya somos escuálidos, aquí nadie es dueño de la verdad, y los hechos hablan solos".

También hizo un reconocimiento al gobernador Ramón Martínez. "Esta reforma es un atentado contra el país, este es un golpe de Estado, hay que decirlo así, tenemos un presidente que quiere perpetuarse para siempre en el poder", expresó Yeguez a Unión Radio. "No hay ninguna posibilidad en el futuro de sustituir el actual gobierno" si se aprueba la reforma constitucional. "Aquí no hay posibilidad para que los líderes locales que están luchando en los barrios de Venezuela tengan la posibilidad de llegar a diputado, a concejal", dijo a la emisora.

Yeguez luego fue cuestionado por antiguos compañeros, quienes aseguraron que ya no pertenece al grupo.

El Universal

Votar NO

Las tendencias que las encuestadoras de mayor prestigio indican que crece el rechazo a la propuesta de cambios a la Constitución hecha por Hugo Chávez, de forma que ese rechazo ya cruzó la frontera del 50% y tiende a aumentar. Igualmente señalan que crece la disposición a ir a votar de quienes rechazan la propuesta, en proporciones que llegan a poner los números del SI y el NO parejos, con tendencia a que el NO supere al SI reducida esta vez la cuenta al universo de quienes van a votar.

La abstención aparece con números de alrededor del 40%, pero en eso están incluidos los abstencionistas habituales, los que nunca votan, que constituyen una proporción importante de ese 40%.

Esto quiere decir que, aunque hay un sector importante de votantes que todavía piensan que la abstención es la opción más adecuada frente al referéndum, entre los votantes que habitualmente concurren a las elecciones ese sector ya es minoritario respecto a los que piensan que debe irse a votar, y la tendencia es a que esa situación se acentúe. Es decir, el universo de quienes piensan que hay que rechazar la reforma, se decanta cada vez más en favor de la opinión de que la mejor manera de hacerlo en las actuales circunstancias es yendo a votar.

Qué es mejor...

Cuando se planteó en los inicios, hace meses, la disyuntiva de qué sería mejor, si votar NO o abstenerse siempre se pensó que lo importante era que quienes rechazaran la reforma hicieran todos lo mismo, o votar o abstenerse, de modo que ese rechazo se expresara de la forma más contundente posible. La idea era en ese entonces dejar que las dos opciones se plantearan, a ver cual predominaba. Probablemente sea imposible reducir a cero la posición abstencionista, pero sí es posible e imperativo lograr que la mayor proporción posible de ciudadanos que rechazan la reforma tomen la misma decisión. A estas alturas del juego, y ya en forma que no hará sino crecer, la opción que puede reunir esa mayor proporción posible es la del voto por el NO. La opción abstencionista entró en la condición de minoría, cuyo efecto real será sustraer ciudadanos a la opción que aparece con mayor vigor, que es la de votar NO.

Votar NO es entonces la decisión que expresará de forma más visible y precisa la magnitud del rechazo a los cambios propuestos por Chávez. Es la decisión que abre la posibilidad de derrotar en las urnas a ese golpe de Estado que constituyen esos cambios, o de -contra el telón de fondo de unas encuestas que empiezan a pronosticar el triunfo del NO -obligar al Gobierno a un fraude tremendamente deslegitimador, adentro y afuera del país.

No sé si una abstención abrumadora deslegitima. Tengo mis dudas, pero no es necesario resolver la cuestión, porque la abstención no va a ser abrumadora. Lo que sí estoy seguro es que ir a votar no convalida, ni legitima nada, como argumentan quienes abogan por el abstencionismo. Para ilustrar esto nos puede servir un ejemplo histórico. Cuando los partidos políticos en la resistencia a Pérez Jiménez decidieron concurrir con un solo candidato a las elecciones que según la Constitución de 1953 debían realizarse en 1958, ni estaban legitimando el régimen que los perseguía, ni a su Constitución de 1953 ni a las elecciones que bajo su mandato se debían realizar. Estaban simplemente utilizando una oportunidad política que se les brindaba. De modo bien efectivo por cierto: entre otras cosas, fue por eso que el Gobierno decidió reemplazar las elecciones por un plebiscito, lo cual a su vez fue una de las causas de la caída de Pérez Jiménez.

Hay que votar
En cualquiera de los escenarios que pueden ocurrir el dos de diciembre, una sólida votación por el NO es crucial para el desarrollo de las luchas democráticas que vienen después del referéndum. Se puede ganar, se puede poner al Gobierno en el brete de ir a un fraude inocultable, se puede obtener un resultado apretado, se puede perder, pero siempre con una votación impresionante. Vamos a construirla y para ello hay que votar.

Todo esto lo sabe y lo teme Chávez. De ahí que no sea extraño que de aquí al dos de diciembre ocurran situaciones que estimulen el abstencionismo, por ejemplo haciendo cada vez más evidente e irritante la parcialización del CNE. Hay que estar preparado para ello y no caer en esa trampa cazabobos, absteniéndose de votar por la rabia que da eso. El espécimen al que mas teme en este momento el oficialismo no es un opositor a la reforma absteniéndose, es un opositor a la reforma votando NO.


Diego Bautista Urbaneja
El Universal
dbu@etheron.net


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