11 febrero 2008

Fuertemente pobres

El líder y su séquito no se cansan de decirnos que la calidad de vida de todos nosotros está cada vez mejor. Que si el consumo ha crecido, que si ahora sí se puede comprar carros, que si los restaurantes están full, que si hay un gentío viajando, que si ahora las familias están comiendo mucho más y un largo etcétera de versiones más o menos extensa dignas de un verdadero paraíso capitalista, por cierto. Si no fuera porque son falsas todo sería estupendo¿

Lo del consumo y las neveras llenas es cada vez un mito mayor, los autos¿ muchos venían de Colombia y ahora que el caudillo decidió establecer sus límites del vecindario con las FARC y no con el Estado del hermano país el asunto se pone difícil, los viajes al exterior sin dólares son casi imposibles y la inflación hace que cambiemos nuestros hábitos de compra para lo que sea estrictamente necesario.

Pero si todavía nos queda alguna duda de cómo cada vez somos más pobres sométase a la prueba del teléfono. Marque el número de su banco, al sonido de la computadora con voz de locutora marque su cédula, luego su clave secreta y escuche su verdad, por más fuerte que sea, hágalo¿ Esa vocecilla que en diciembre le daba el monto de su saldo buchón luego del cobro de las utilidades, ahora muy dulcemente, eso sí, le dirá: "su saldo es de 100 bolívares fuertes"¿ ¡¿Qué?! ¿ ¡No puede ser! ¿ Imposible¿ Sí, claro que es posible. De la noche a la mañana y pese a toda la estrategia propagandística sobre las supuestas bondades de la reconversión monetaria todos estamos "esmirriados" y disminuidos. Todo gracias a estas maravillosas estrategias económicas que, a punta de maquillajes monetarios, solidaridades globales y modelos de producción endógena y socialista nos están llevando al borde del abismo y lo peor es que gracias a los "a mí se me ocurren insomnes" del líder, estamos a punto de saltar.

La congelación de activos de Pdvsa por el caso de Exxon Mobil es un precedente más que negativo, la prórroga del pago de la deuda de la petrolera con BNP Paribas es otra señal de alerta. En términos musicales aunque el comandante Presidente insiste en aquello de "Entren que caben cien", la realidad le impone el estribillo de otro popular tema: "No hay cama pa´'tanta gente". En términos reales, nuestro principal producto de exportación, de donde comemos los venezolanos está más que comprometido. O lo que es lo mismo tenemos en puntos suspensivos nuestro futuro, no ya solo por el tema político, sino porque a punta de ineficiencia y corrupción el Gobierno desplumó a la gallinita de los huevos de oro.

El que una computadora de nuestro banco nos diga por teléfono que nuestro saldo es chiquitico expresado en bolívares fuertes, no es sino la metáfora de lo que está pasando en el país. Más endeudado. Más pobre. Desmantelado. ¿Quién pagará por ello?


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