09 junio 2008

Aparato de Inteligencia Revolucionaria (9)


El Universal

La revolución avanza hacia atrás empujada por la presión popular

Al carro de la revolución, que ya andaba con dos motores fundidos (la reforma a la Carta Magna y la nueva geometría del poder) tras el accidente del 2 de diciembre de 2007, le ha brotado ahora un retrovisor.

El presidente Hugo Chávez afirma que el "proceso" avanza, pero en las últimas semanas ha dado muestras de que también sabe retroceder. Allí están el currículo bolivariano y la reforma del sistema de ingreso a las universidades. Y la decisión de Venezolana de Televisión de cobrar por la emisión de sus contenidos. Y la "rebaja" de las tarifas del transporte público, que no resistió la presión de los choferes. Y el "retiro" de la Ley del Sistema Nacional de Inteligencia y Contrainteligencia.

Todo esto ocurre un año después de que el jefe de Estado insistiera en su determinación de no renovarle la concesión a Radio Caracas Televisión (RCTV), y a seis meses de haber sufrido su primera derrota electoral desde que asumió el poder.

Ni tan buena

El 28 de mayo Chávez firmó el ejecútese de la Ley del Sistema Nacional de Inteligencia y Contrainteligencia. Tres días más tarde el mandatario venezolano defendió el texto, que forma parte de la Ley Habilitante.

"Es una ley antiimperialista para apuntalar la seguridad integral de la Nación. Es una ley antigolpista", sentenció Chávez, que fustigó a los detractores de la polémica norma. Pasaron siete días, tiempo en el que la oposición convocó a una manifestación para rechazar el decreto y la Conferencia Episcopal de Venezuela censuró el instrumento, denunciando que lesiona el secreto de confesión.

La Academia de Ciencias Políticas y Sociales tachó el documento como inconstitucional y lo comparó con fórmulas diseñadas por Adolfo Hitler y Benito Mussolini. El gremio periodístico y reputadas ONG se opusieron a la medida. Nadie quedó indiferente. Entonces, el comandante modificó su análisis: "Es una extralimitación, un error del Gobierno", reconoció, tras condenar el hecho de que se obligara a los ciudadanos a "cooperar" con los cuerpos de seguridad. "No se obligará a nadie a decir más allá de lo que quiera decir", prometió. Las voces que han cuestionado la norma aseguran que con ella pretenden convertir a los ciudadanos en "sapos" o delatores.

Chávez, que había celebrado la promulgación de un texto que "creará en el país verdaderos organismos de inteligencia de alta política", hoy recomienda "no defender lo indefendible".

El sábado pidió "comprensión" y añadió: "Si algo debe distinguirnos es la transparencia, hemos derrotado las conspiraciones con el más alto respeto por los derechos humanos".

La iniciativa de la Ley del Sistema Nacional de Inteligencia y Contrainteligencia correspondió al Ejecutivo, que el 1 de febrero de 2007 recibió de parte de la Asamblea Nacional una autorización para legislar.

El 13 de noviembre de 2001, Chávez presentó los resultados de la "segunda Ley Habilitante de la revolución". En el paquete destacaba la Ley de Tierras. En esa época también hubo reclamos. "No se puede complacer a todos porque se impone, por encima de todo, el interés de la Nación", respondió el Presidente, rodilla en tierra.


El Universal

No hay comentarios.: