25 agosto 2008

Barajitas...

Yo soy más unido que tú!.. -¡Pues nooooo, yo másss! -¡Nooooo, yo másss. Contratamos tres encuestas y dos las gané yooo!

-No, porque una de ellas fue un empate técnico. ¡Así que soy yo quien representa la unidad!

-¡Pues nooooo. Ese soy yo! Yo sí respeto los acuerdos del 23 de enero!

-¿Sí, pero cuántas organizaciones te apoyan?

-Tú no representas a nadie. Yo sí tengo los históricos, además mi partido apoyó al tuyo en cuatro estados, ahora les toca a ustedes hacer lo propio.

-Bueno, para sentarnos a conversar tienes que entregar al candidato tuyo en tú sabes donde.

-¿Qué, tú estás loco? ¿Tú sabes lo que eso significa? Ese municipio es gigantesco. Lo único es que tú entregues al tipo de tal municipio. Te cambio aquella barajita por ésta.

-Bueno, déjame consultarlo con mi organización. Pero mientras tanto yo digo que la "¡unidad soy yo!".

-¡No, yo másss!

Lo paradójico es que mientras un diálogo similar seguramente se daba en algún conocido restaurante de Caracas, Maracaibo u otra ciudad importante en el que el intercambio de apoyos va y viene, el país vivía la semana pasada la cuota inicial de lo que significará la aplicación plena de las 26 leyes, mejor conocidas como la "Reforma contrabandeada".

La toma de las cementeras por efectivos de la recién bautizada Fuerza Armada Nacional Bolivariana, el decomiso de equipos de las emisoras del Guárico (también con el apoyo de la GN), la incautación del arroz en un automercado sin derecho a la defensa y su posterior venta al público con ¿supuesto? beneficio para los consejos comunales también con la acción de ese cuerpo militar, un grupo de parlamentarios oficialistas "saboteando" la intervención de Leopoldo López en el seno de la Comisión de Derechos Humanos del Parlamento Latinoamericano y el propio Chávez gritando en un acto en Guárico en el que no dejó que hablara el propio candidato William Lara expresando: "¡Aquí mando yo!". Son expresiones de lo que de la noche a la mañana se convirtió en nuestra realidad: la ejecutoria sin pudor del caudillo de nuevo cuño y toda la secuela de abusos en la cadena de mando de los que se sienten dueños del país y de nuestro destino. O lo que es lo mismo, como esto "se torció" hacia otra cosa distinta y se quitó el trapito que tapaba el régimen autocrático.

Si algo bueno tienen estos tiempos de revelación es que por sus obras los estamos conociendo. A tirios y a troyanos. Y como decía aquel tema de Billo's: "son feos los dos". El talonario de facturas está intacto para el próximo 23 de noviembre y serán cobradas no solamente al autócrata y sus inoperantes compinches, sino también aquellos que "se dieron con furia" al intercambio de barajitas sin darse cuenta de lo que estaba sucediendo y de cómo después del "Paquetazo" ahora sí "Venezuela es otra"...

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