15 agosto 2008

Esa calle que no se calienta

En las dos semanas que han transcurrido desde que el Presidente promulgó sus 26 leyes de último minuto, ha habido tantos y tan estridentes llamamientos a protestar en las calles, desobedecer las leyes, quemar ciudades y rebajar copetes, que a estas alturas deberíamos estar con las garantías suspendidas y corriendo para llegar a casa antes del toque de queda. ¡Huy!

Por el contrario, estamos en nuestra sabrosona gozadera habitual. En Caracas, las únicas marchas concurridas son las que van desde la estación del metro de Chacao hasta los pasillos del Sambil. "Un río humano", como dijo el poeta Carlos Ortega en su hora de gloria. Mientras tanto, en Margarita se enturbia el ambiente cuando ciertos tipos, acicateados por el alcohol, se bucean demasiado descaradamente a las jevas -de otros, claro- en bikini.

¿Por qué no se calienta la calle?, es la pregunta de los 48 mil bolifuertes, la interrogante que atormenta a la dirigencia opositora. El analista que la responda podría tener una invitación permanente al programa del embajador Castillo, con todo

No es por falta de interesados en encender la chispa. Sobran. Los hay de la cuarta edad, como Miquilena, Pompeyo y Consalvi; y los hay sub-23, como Goicoechea y Sánchez. Los hay políticos sin otro oficio conocido, como Ledezma; y los hay con quehaceres alternativos que es mejor ocultar discretamente, como Oscar Pérez. Los hay con credenciales académicas que encandilan, como Linares Benzo; y los hay en el extremo opuesto, como Rosales.

Tampoco es por falta de medios de comunicación. Sobran. Pero algo raro pasa. La gente lee, oye, ve, las presuntas noticias, pero no hace caso. La desobediencia civil como que está mal enfocada.

No me quedó más remedio que consultar a la politóloga Prodigio Pérez, aunque sé que disfruta de sus vacaciones y no está atendiendo consultas, a menos que se trate de emergencias psiquiátricas. Ella, con su santa paciencia, acepta que tamaña duda (¿por qué no se calienta la calle, repámpanos?), amerita un tratamiento de urgencia. "Bueno, es que la oposición no ha tomado conciencia aún de lo potente que fue el episodio de Carmona -me dice. No entienden que cuando usan el argumento del golpe de Estado, cuando dicen que Chávez ha pisoteado la Constitución, su planteamiento luce tan falso que ni siquiera quienes intentan creerle, de buena fe, lo logran".

Pero, Prodi, ¿se calentará en lo que queda de campaña?, le pregunto. Ella, como buena politóloga, dice que no hay manera de saberlo. "Tal vez, cualquier día, por la causa menos predecible, se caliente -vaticina. Pero, con estos líderes, lo más probable es que sigan marchando hacia el Sambil".

Clodovaldo Hernández
El Universal
clodoher@yahoo.com

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