12 enero 2009

Ratón ramplón


Bienvenidos al décimo año de la revolución bonita! Hoy, para efectos prácticos, arranca laboralmente el 2009, año que en el pasado nos vendieron como una época en la cual se verían clarísimos los avances de un nuevo sistema en el que todos seríamos felices, en el que no habría discriminación, en el que la justicia sería el norte, en el que existiría total seguridad, en el que los servicios públicos funcionarían, en el que los principios de una democracia participativa y protagónica serían el pan de cada día, en el que ya no habrían niños de la calle, en el que tendríamos una economía diversificada, en el que la seguridad alimentaria sería un término caduco porque habría de todo y para todos, en el que los problemas de vivienda estarían rumbo a resolverse& ¡En fin! Si nos ponemos a enumerar todas las expectativas que se generaron hace diez años y que una gran mayoría compró de buena fe pensando en una verdadera revolución de las ideas, de las estrategias, de la moral, de la ética y de la preparación de quienes asumieron las riendas del país en 1999 la lista sería larga, tanto como la de las decepciones y los "barrancos" colectivos de todo este tiempo...

Pero, en fin. Luego de las vacaciones de diciembre en la que el descanso fue a medias porque nuevamente nos impusieron una agenda distinta a las hallacas y el pan de jamón para hacernos tragar una nueva reforma de la Constitución (así como suena), otra pelea internacional gratuita porque el conflicto nos es ajeno (con la típica expulsión de funcionarios diplomáticos a la que estamos acostumbrados) y las ya conocidas peroratas, amenazas e insultos que no cesaron ni porque era época de cantar aguinaldos y quererse mucho, hoy muchos venezolanos despertarán a la cotidianidad con un balde de agua fría.

Ya no hablemos de política y ese empeño loco de mandar por siempre, tampoco mencionemos el tema de la inseguridad que arrojó más de 500 muertes en esta temporada navideña, no nos refiramos al tráfico que desde esta mañana estamos sufriendo, el tema es y será económico.

Hoy cuando muchos lleguen a sus puestos de trabajo escucharán, hablarán, discutirán y planificarán las estrategias para lo que se viene en las próximas semanas. Nuevos impuestos, menos cupo de dólares para importar, reducción de rubros con divisas Cadivi, recesión, recortes presupuestarios, tijeretazos a las nóminas, escasez, inflación...

Ese es el verdadero tema que a todos nos preocupa...

A Chávez también. Por eso necesita correr la arruga y "ser más estridente que siempre"...

Enero y febrero no suelen ser buenos meses para ningún gobierno... Pero una cosa es un ratón con popularidad y dinero a manos llenas que uno ramplón, limpio y con tufo a decadencia.

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