09 febrero 2009

De librito...


Bien hecho!" sentenció el líder único como si él no tuviera nada que ver en el asunto pero se alegraba que alguien, de manera autónoma y llevado por el espíritu revolucionario que él insufla en sus seguidores, le hubiera leído la mente e interpretado su voluntad de "¡me meten preso a esos carajitos que están echando mucha vaina!". Y presos van. Basta que protesten por esta "loquetera" de la enmienda, así sea una pijamada como en Maracay o que salgan a repartir panfletos, o que se vayan a las zonas populares a esas en las que él ya no entra, o que convoquen a marchas multitudinarias o que llamen a votar y se organizan para cuidar los votos ... Esos menores "le caen gordo". Esa rebeldía de pensar distinto y soñar un país sin él, no lo tolera. Por eso está cayendo en todas las típicas lecciones del manual del autócrata clásico que sin rubor alguno manda a perseguir a quienes no se le someten. Estas escenas de la semana pasada de represión y cacería de los estudiantes se parecen demasiado a las que vimos en la Argentina y Chile de los uniformes, o a Tiananmen si hablamos de izquierda o a lo que hacen contra la disidencia cubana a cada rato. La extrema izquierda y la derecha se dan la mano en la intolerancia en contra de quienes le "reviran" al mandón.

Esto ya no es la caricatura de un "dictablando" al que le encantan las elecciones porque así siente que exorciza los demonios de la inconstitucionalidad, no ... Estamos hablando ya de cuerpos de seguridad allanando casas a la medianoche para llevarse presos a unos muchachos. Por cierto una escena similar vimos en estos días en la serie de TV española "Cuéntame cómo pasó" cuando se llevaron detenido al hijo del protagonista por el acto subversivo de imprimir unos panfletos contra Franco. Pero estos capítulos son "aquí y ahora". Los estamos viendo "en tiempo real" y están sirviendo para dejar sin ropa al autócrata. Si alguien tiene duda de lo que nos espera "si el destino nos alcanza" de lograr la reelección indefinida, que se asome al balcón de lo que fue el "paro obligado" y ejecutado por los militares el pasado 2 de febrero. Y es que cuesta mucho creerse la cara de "yo no fui" en ese catálogo de mentiras que vimos en la entrevista de Patricia Janiot en CNN. ¿Cómo no pensar que el Gobierno ve con buenos ojos la violencia ejercida por los paramilitares que están haciendo de las suyas? Que esas historias de los "grupos de choque" también las encontramos en el "Manual del Autócrata Clásico marca ACME".

El que el líder de La Piedrita afirme en una entrevista para Quinto Día realizada por Sebastiana Barraes que: "pasarán por las armas a Marcel Granier y otros opositores" es porque se sabe "guapo y apoyado". La violencia y la impunidad parecen ser los signos de estos tiempos ... Contra eso el sentido de futuro que nos inspiran los que encabezan esta lucha y quienes hoy son perseguidos con más fuerza.


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