06 julio 2009

Golpe...

A las 6:15 de la mañana comienza la vida para la gran mayoría. A esa hora muchos se toman el primer café, se visten y se van para el trabajo los adultos o la escuela los más pequeños. Sin embargo, un golpe de mala suerte (es más fácil llamarlo así que decir desidia, irresponsabilidad o politiquería) hizo que ese miércoles un niño de 13 años y su primo de 31 no tuvieran más mañanas. Un golpe sí, no en Honduras, sino aquí muy cerca de nosotros, en nuestra ciudad capital ha originado tal caos que los bomberos no tienen lo mínimo: cisternas para apagar los incendios. Y no es exageración mediática, si no pregúntenle a los familiares de estas dos víctimas de la violación constitucional y el asalto al poder, quienes no tenían nada que ver con el deseo de anular a Ledezma en la Alcaldía Metropolitana y dejar esa instancia como un cascarón vacío. Ese asunto sólo le interesa al caudillo y a su grupo, quienes de espaldas a las leyes hacen aquí lo que tanto critican en Honduras. Y es que de golpe lo conocimos y a punta de golpe continúa gobernando. Claro que no hay cómo pregonar moral con tanta obscenidad, cuando el autoritarismo, el desacato a las normas, la entrega total de las instituciones y la violación constante a la Carta Magna son la forma de eternizarse en el poder y extender la franquicia revolucionaria doquiera le provoque y le interese. Así los "bien portados", la "democracia a toda prueba", la que garantiza la "total participación popular" ha emprendido "acciones de facto" a golpe y porrazo pues contra todas aquellas gestiones que pudieran hacerle sombra. O bien presionan a las autoridades, las persiguen y las hacen huir del país como es el caso de Rosales, o les quitan competencias como es el caso de los mandatarios regionales o, van más allá, como a la Alcaldía Mayor dejándola sin atribuciones, recursos y "literalmente en la calle". ¿Cómo catalogar estos hechos? ¿Son medidas democráticas? Cuando muchas de estas acciones son ejecutadas por la fuerza y con la participación de efectivos militares, ¿no tienen cierta similitud con lo sucedido en Honduras cuando unos uniformados sacaron en pijamas a un Presidente en ejercicio?

No vamos a hablar del doble estándar de los organismos internacionales que se rasgan las vestiduras por el golpe en Honduras pero no ven los que día a día ejecutan en sus países los dueños de las franquicias del neoautoritarismo. La pregunta es por qué los bomberos el pasado miércoles tuvieron que apagar un incendio con los tobos de los vecinos de las Minas en virtud de que en la "toma de la alcaldía" dejaron en el "limbo" a ese cuerpo. Por las víctimas de Honduras, si las hay, que respondan los hondureños. Por las de aquí no hay quien responda& Y este es sólo un caso& ¿Revisamos las cifras rojas de hoy lunes?...


María Isabel Párraga B.

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