29 julio 2009

Pelado de banda a banda

Cincuenta y ocho muertos entraron el pasado fin de semana a la morgue de Bello Monte, todas víctimas de la violencia… y estamos hablando sólo en la capital… las cifras del interior se desconocen aún, pero Chávez, quien se la tira de arrecho vociferando que él es un soldado que sí sabe manejar las armas y está dispuesto a morir por su revolución y por el pueblo, le importa un bledo que todos los días asesinen al pueblo, a decenas de venezolanos que tiñen de rojo sangre las calles, avenidas, urbanizaciones y barriadas del país. Pareciera gustarle tanto el púrpura, que ha acuñado la frase patria, socialismo "y muerte"… con la y, al menos eso es lo que delatan los hechos. El ministro Tarek El Aissami, supuesto encargado de la seguridad y defensa de los venezolanos, acrecienta, amplía con sus ejecutorias (o la falta de ellas) las cifras de muertes en todo el territorio nacional. Cuando se le toca el tema, siempre tiene a flor de labios una estúpida justificación: el paramilitarismo, los yanquis, la oposición o la oligarquía son los verdaderos culpables de esta insostenible situación de inseguridad e indefensión en la que sobrevivimos. Pues nada, que no hay políticas de Estado para arremeter contra ella, al contrario, pareciera que el interés del Gobierno es utilizar al hampa como brazo amenazador para que abandonemos las calles y mantenernos a todos asustados en nuestras casas, utilizando nuestra creatividad para defendernos de la delincuencia que tiene patente de corso para actuar y asesinar, si no es cierto lo que aquí afirmo ¿cómo es posible que el 93% de las muertes en el país ni siquiera se investiguen? Mientras se enlutan los hogares venezolanos, Chávez, ausente siempre de los verdaderos problemas del venezolano, se convierte en el hazmerreír de la comunidad internacional, al apoyar con los dineros nuestros, al hombre del sombrero que viaja en aviones de Pdvsa, con teléfonos celulares siempre al oído para que medios de comunicación venezolanos retransmitan al mundo sus fallidos intentos de entrar en el país centroamericano donde nadie le espera. Los hondureños andan en otra cosa, se preparan para llevar adelante un proceso electoral que les proporcione un nuevo presidente, que se ocupe del futuro, del desarrollo del país y que nada tenga que ver con el retraso que significa "el socialismo del siglo XXI" por donde Zelaya, siguiendo instrucciones del hombre de Sabaneta, los pretendía llevar. El pueblo de Honduras y sus Fuerzas Armadas, se miraron en el espejo de Venezuela y al unísono gritaron: "va de retro Satanás".

La lupa del mundo puesta en el gobierno de Chávez. El ministerio sueco de comercio anda pidiendo explicaciones al Gobierno de Venezuela por un lote de armas producidos en Suecia, vendidos a nuestro gobierno y que apareciera en campamentos de las FARC en Colombia. Tarek El Aissami, no las da, sólo dice que se trata de una "nueva arremetida contra Venezuela… ¿arremetida de quién?, ¿de los suecos?, es decir, ya no es sólo el Imperio mismo que adelanta campañas mediáticas contra Venezuela junto a los colombianos, la oligarquía hondureña, o el propio presidente Arias, ahora también son los suecos quienes andan en una mala nota contra Chávez, ¿qué tal? El Canciller Maduro, cuya última gran gestión ha sido acompañar a la frontera de Nicaragua con Honduras al hombre del sombrero, ha calificado la petición del Gobierno sueco como: de "campaña brutal" contra nuestro país a lo que una le respondería: No pana, no es contra Venezuela, este pueblo no tiene nada que ver con eso, es una denuncia contra el Gobierno de Chávez, gobierno amigo de las FARC, grupo narcoterrorista que ha tenido sumido por cincuenta años al pueblo colombiano y que ahora mantiene en ascuas a los venezolanos. Invéntate otra respuesta, porque esa ya no te la cree nadie.


Nitu Pérez Osuna
El Universal
nituperez@gmail.com

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