04 octubre 2010

El "otro" proceso

Se siente bien el volver a conjugar en futuro. Pensar que la pesadilla puede tener un despertar feliz que no sea como el de un sonámbulo a quien llaman en medio de la noche cuando está a punto de lanzarse por el balcón. Sí, se siente como una suerte de "fresquito" el pensar que todo es cuestión de tiempo y que mientras unos suben, los otros bajan. Que más allá de los datos numéricos de los comicios parlamentarios (que dividen al país en dos toletes) y de las engañosas curules obtenidas por los métodos estratégicamente planificados para sacar partido de la Venezuela rural donde es fuerte el chavismo, lo cierto es que la alternativa democrática está creciendo en zonas donde antes los rojo rojitos eran los dueños del terreno. Y es que esta historia de atraso y tiempo perdido, pero también de "devoción" y encantamiento de un pueblo que (hay que decirlo) se sintió tomado en cuenta luego de años de olvido por parte de una dirigencia que perdió contacto con el sentir de las grandes mayorías, no puede terminar "de la noche a la mañana". Esta fiebre hay que sudarla completica para que sanemos totalmente de esas enfermedades como el populismo, la demagogia, el facilismo y, sobre todo, el mesianismo. Si no nos curamos de tales males y no entendemos que en ellas está el germen de lo que debemos superar como colectivo, estaremos como el bolero aquel: "la historia vuelve a repetirse".

La gente tiene que vivir la decepción para poder desencantarse totalmente. Después de "tanto amor" desperdiciado, no queda otra. Más aún si el individuo en cuestión continúa sin entender nada de lo que le dijo la gente con los votos y sigue empeñado en imponer "a juro" un modelo rechazado por la mayoría.

Lo mejor de todo son los nuevos actores de la Asamblea Nacional y este ente como el verdadero foro político del país. Allí los vamos a ver y por sus gestos y acciones "los conoceréis". ¿Que no hay líderes emergentes? A estas alturas nadie puede decir eso, ni de un bando ni del otro. Allí está esa dirigencia nueva y eso trascenderá al mismo comandante.

Y es que en ese país con el que podemos comenzar a soñar luego de lo sucedido el 26-S vamos a caber absolutamente todos, y los chavistas, por supuesto, también. Ellos igualmente serán los protagonistas de una historia que no le pertenece exclusivamente al comandante.

Es cuestión de paciencia y trabajo de hormiguita en las zonas populares. No hay que ser ingenuos: vienen unos meses duros de intento de radicalización, pero en la medida que lo hagan, en esa misma medida irán cayendo más, más y más. No había otra manera de acelerar ese "otro proceso", y es que como se dice: "el tiempo de Dios es perfecto".

María Isabel Párraga
El Universal
mariaisabelparraga@gmail.com

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