15 julio 2007

Los Al Capone del siglo XXI

El boletín epidemiológico del Ministerio de Salud correspondiente a la semana 24 de este año desenmascara la propaganda de Chávez sobre su simulada preocupación por la salud y la vida de los más pobres. Según ese informe hasta la fecha han muerto en el país 2.363 niños menores de un año de vida y es el estado Bolívar -en el que los altos funcionarios despilfarran los recursos mineros e hídricos- donde en los primeros seis meses del año murieron 263 pequeños a causa de la desnutrición y las diarreas, males prevenibles si en vez de prohijar la corrupción, la regaladera en el exterior y la compradera de submarinos inútiles, esos recursos se destinaran a programas de salud y alimentación.


Bolívar es seguido por Carabobo, con 230 infantes fallecidos mientras el eructante se ocupa de confiscar el Ateneo de Valencia; Lara (con 204 niños muertos) y Anzoátegui con 191. ¿Cuántos niños podrían salvarse de morir de hambre si Tarek invirtiese en alimentación y salud los millones que gasta en publicidad autopromocional? Las últimas cifras oficiales indican que el 25% del total de niños venezolanos de 1 a 6 años está desnutrido y el porcentaje es similar entre los de 7 a 14 años.

La farsa de que la revolución llegó para sacar a los pobres de la miseria a que los habría reducido la "oligarquía" y el "Imperio" se derrumba al comprobar que el presupuesto total de salud para 2007 es inferior a los $ 3 mil millones que cuestan los submarinos rusos.

Globovisión reeditó estos días un viejo discurso de Chávez en el que prometía luchar contra la corrupción y la ineficiencia. Nueve años más tarde los hechos demuestran que no ha habido gobierno más corrupto e incapaz que el suyo. La obsesión de convertirse en el resucitador continental (y hasta mundial) del trasnochado modelo comunista, le ha hecho olvidar su compromiso con el pueblo y con la decencia administrativa. Chávez está entregando a Fidel Castro miles de millones que debían ser invertidos en la salud del pueblo. A manos de la cronista llegaron copias del registro y de los contratos de la empresa cubano-venezolana Constructora Alba Bolivariana C.A. (Cuba tiene el 51% de las acciones y Venezuela el 49%, de modo que la soberanía defendida por Chávez respecto a las transnacionales en la Faja no se aplica cuando de su amado Fidel se trata).

¿Recuerdan aquel fogoso discurso de Chávez en el que culpaba a Manuel Rosales de "un sabotaje permanente de los planes del gobierno revolucionario de la Misión Barrio Adentro", razón por la cual anunciaba el envío de la "Constructora Alba Bolivariana", cuyo "objetivo no es ganar dinero sino servir a la comunidad" a fin de que construyera 63 centros de diagnósticos integrales? En abierta violación de la ley, la constructora comenzó a recibir contratos mucho antes de que estuviera inscrita en el Registro Nacional de Contratistas del Milco, requisito indispensable para cualquier empresa venezolana. Alba Bolivariana C.A. declara tener un solo empleado y su dirección electrónica alcapone6880@msn.com. constituye fiel reflejo de sus prácticas "empresariales": Cobra por adelantado enormes cantidades y luego subcontrata por un monto muy inferior con organismos oficiales (en muchos casos aparece el Inavi como ejecutor) o con privados. Es decir, Alba actúa como "intermediaria" y el Estado venezolano sirve de cómplice al pagar por obras (en su mayoría no realizadas) un monto muy superior al costo real. De modo que los Al Capone del siglo XXI están ricos, aunque módulos no haya y viviendas para los pobres, tampoco.

Veamos algunas muestras de la "eficacia" de la constructora preferida de Chávez. En Caricuao el gobierno gastó casi Bs. 1.500 millones en un "Barrio Adentro II" a cargo de la cubana "Alba" iniciado en 2005 y para el cual destrozaron un módulo de salud y una plaza. Hoy está inconcluso, con paredes agrietadas y en su estructura abandonada " golpean a jóvenes y está amenazada por invasores" (El Nacional 05-05-07). Fracasos similares se registran en los municipios Guacara, San Joaquín, San Diego y Diego Ibarra del Edo. Carabobo, en el Zulia y en todo el país. Recordemos la también gigantesca corrupción de los cubanos en el CAEZ y otros centrales azucareros.

Las corruptelas en las misiones dejan corta la leyenda de Alí Babá (por ejemplo, en "Vuelvan Caras"); Pdvsa es una cloaca y la corrupción en las obras contratadas por las dignísimas autoridades del TSJ es milmillonaria. Así hasta el infinito. Por eso la Iglesia dice lo que dice, los estudiantes hacen lo que hacen, el pueblo ya no cree los cuentos sobre la "moral revolucionaria" y sólo el 19% de los venezolanos aprueba la reelección indefinida. Y es que la realidad siempre ha sido mucho más poderosa que la ficción, por muy encantador de serpientes que sea el fabulador.



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