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18 septiembre 2007

Ciudades comunales y municipios deberán convivir

En la modificación de los artículos 11, 16 y 18 de la Carta Magna se concentra la esencia de la reforma constitucional. De ellos derivan la mayoría de los cambios propuestos al texto fundamental, de ellos se generarán -en el mediano plazo- las modificaciones a los instrumentos legales que rigen la asignación de recursos a las regiones y de ellos partirá el cambio de vida de los venezolanos, por lo menos, de su relación con el poder local y regional.

El Alto Gobierno la llama "la nueva geometría del poder" y para plantearla se inspiraron en dos premisas: 1. La distribución "poco democrática" de la infraestructura de servicios; 2. Que todas las nuevas formas territoriales serán creadas y funcionarán sin menoscabo de las actuales.

En la segunda premisa parece garantizarse la supervivencia de los municipios y gobernaciones como instancias político-adminitrativas. No obstante, su permanencia, desde el punto de vista de los detractores de la reforma, es algo circunstancial.

El Estado no puede prescindir de los municipios y gobernaciones porque aún los consejos comunales no han madurado ni han sido constituidos eficazmente, por esta razón los gobiernos locales y regionales deben seguir existiendo, como máximo hasta que las comunas comiencen a tomar vida propia; cuando las comunas sean capaces de autogestionar el gobierno local, las alcaldías sólo serán entes administrativos de aquellas competencias que los ciudadanos no puedan asumir por sí solos.

¿Qué es una comuna?

Para encontrar la respuesta a la pregunta que la mayoría de los venezolanos no sabe explicar se debe, en primera instancia, conocer la motivación de la "nueva geometría del poder".

Ejemplos concretos como el del pueblo de Puerto Maya en el litoral central sirven de argumento a los propulsores de la reforma: Un solo caserío, divido por un río, una parte del pueblo pertenece al estado Vargas y otra parte al estado Aragua. De aprobarse la reforma las comunidades "serán indivisibles" y la ciudad será el núcleo fundamental del nuevo territorio venezolano.

¿Y qué es una comunidad? Es la asociación de entre 200 y 400 familias y de la asociación de varias comunidades, cada una integrada por su respectivo consejo comunal, se formarán las comunas.

Aunque muchos voceros de gobiernos locales -especialmente los del municipio Libertador- elaboran coeficientes en poblaciones para limitar las comunas, lo cierto es que el tema debe ser desarrollado en la ley respectiva y resulta temerario, incluso para los geógrafos propulsores de la idea, hablar de límites de población para el naciente Poder Popular.

¿Para qué una ciudad comunal?

"Quien vive más lejos de la ciudad es quien invierte más dinero en llegar a ella". La premisa se repite día a día, especialmente en el sector de la población que debe abordar dos, tres o incluso cuatro medios de transporte distinto para lograr trasladarse de su hogar a su trabajo y viceversa. El Gobierno pretende atacar este problema convirtiendo a cada ciudad comunal en un eje de desarrollo capaz de autogenerar empleo y servicios a sus habitantes. Con esta idea se pretende "descongestionar" a ciudades como Caracas, Maracaibo, Maracay, Valencia y Barquisimeto; especialmente Caracas a la que definen como "una ciudad improductiva que se hace insostenible en el tiempo".

Para el geógrafo Ricardo Menéndez, "con la nueva geometría del poder" no se trata de crear una nueva estructura, como un distrito funcional, para que los alcaldes estén pintados en la pared. Debe existir un modelo de cogestión".

Explica que parte de la idea es que no exista duplicidad en el gasto. "Si se asigna una partida para una carretera en un distrito funcional, no se asignará a la Alcaldía.

Menéndez repite el dato incesantemente: "Donde habita 62% de la población no hay infraestructuras". Incluso explica que la forma de distribuir hoy en día el situado constitucional hace "imposible que se pueda eliminar la actual estructura territorial".

Aclara que el hecho de que las comunidades asuman el control de los proyectos locales no significa que el aparato técnico de soporte del Estado no exista. La propuesta, según Menéndez, no es que el Estado "se deslastre de sus funciones, sino que todos formen parten del Gobierno. "La idea es que todos trabajemos por el país", concluye.

19 agosto 2007

Los pueblos se llamarán ciudades y tendrán su situado

No importa si está ubicado en una zona rural, si en él habitan pocas personas o si sólo tiene una plaza Bolívar y cuatro calles que demarcan el centro, la entrada y la salida. La reforma del artículo 16 de la Carta Magna eliminará del vocabulario de los venezolanos la palabra "pueblo", porque todo asentamiento poblacional pasará a llamarse "ciudad", y todos los venezolanos tendrán ahora el calificativo de "ciudadanos".

El cambio, que en principio podría interpretarse como sólo nominal, implica mucho más. La ciudad se convertirá en el núcleo principal de la sociedad venezolana, y por ende de la nueva estructura político-territorial del país.

Las nuevas ciudades, es decir, todo asentamiento poblacional, gozará de cierta autonomía funcional para elegir a sus autoridades (voceros comunales) manejar parte del situado constitucional y absorber paulatinamente las competencias que hoy son exclusivas de los concejos municipales y de los municipios

La amplia explicación que el presidente de la República dio sobre las motivaciones para modificar el artículo 16 podrían resumirse de la siguiente manera: Los consejos comunales forman comunidades, varias comunidades integrarán las comunas y varias comunas formarán a su vez las ciudades comunales. Esta estructura convivirá -en el mediano plazo- con la actual división político territorial del país hasta que las comunidades organizadas conviertan -como se explica en el alto Gobierno- a los municipios en "cascarones vacíos", instancias de gobierno que, probablemente, queden encargadas del ornato de la ciudad.

De la nueva estructura de gobierno local destaca el uso del término comuna. Según el Diccionario de la Real Academia, la comuna "es un conjunto de personas que viven en comunidad económica, a veces sexual, al margen de la sociedad organizada". El término también se refiere a una "forma de organización social y económica basada en la propiedad colectiva y en la eliminación de los tradicionales valores familiares".

Sin importar la definición que se emplee la propuesta de reforma constitucional convierte a las comunas en formas de agregación comunitaria político-territorial, las cuales serán reguladas en una ley orgánica -debe aprobarse en el Parlamento- para constituir formas de autogobierno.

Aunque el Presidente no profundizó en las causas para quitar funciones a los municipios, un folleto editado por la Alcaldía del municipio Libertador lo explica a la perfección: "Los concejos municipales no legislan y se convierten en obstáculos para el desarrollo de proyectos urgentes o imprescindibles para la comunidad, ya que el ritualismo y burocratismo enquistados en esas dependencias, nada eficientes, frustran, incluso, las iniciativas ciudadanas"

A falta de una ley que regule la materia, se desconoce cómo se elegirán los voceros comunales de cada comuna, se especula que la designación del representante de cada comuna se realizará con una elección de segundo grado, es decir, cada consejo comunal designará a un vocero y en reunión de voceros designarán al ciudadano que servirá de enlace entre las comunidades y los alcaldes, gobernadores y vicepresidentes territoriales.

Si en una región determinada -para entender la propuesta es necesario olvidarse de la división tradicional de municipios y estados- se consolidan los autogobiernos locales se constituirán las ciudades comunales, previa aprobación de los electores en un referendo aprobatorio.

¿Para qué servirá la ciudad comunal? No se sabe. El propio Presidente lo explicó de esta manera a los parlamentarios: "Ya la ley desarrollará, bueno, las características, atribuciones, derechos, etcétera, que podrá tener una ciudad comunal".

Con la modificación no desaparecen los estados ni los gobernadores. No obstante, el Presidente de la República podrá crear provincias federales, ciudades federales y distritos funcionales.

Estas nuevas estructuras unificarán regiones o zonas -sin importar si actualmente están agrupados en un mismo municipio o estado- por sus características históricas, socioeconómicas y culturales del espacio geográfico.

La base de esta nueva estructura de gobierno serán los 18 mil consejos comunales que se han creado hasta la fecha.

Sin embargo, si la ley que regule la materia incluye procedimientos más rigurosos para la conformación de la unidad primaria de territorio será necesario que todas estas asociaciones sean relegitimadas.

13 agosto 2007

Ciudad socialista: otra utopía

Una de las extravagancias más atroces del Presidente, entre muchas, es la intención de crear una ciudad socialista como única salida para dotar de felicidad a la gente y crear el equilibrio social entre todos sus ocupantes. Explicaba "magistralmente" que Caracas, por haber sido creada bajo un esquema capitalista, generó una ciudad también capitalista en la que la separación entre ricos, menos ricos, pobres, y relegados, era ostensible. En otras palabras, que el planteamiento urbano extraordinariamente eficaz dejado por los colonizadores españoles, desplegado durante 200 años, es el culpable de las diferenciaciones sociales actuales. Sin duda que esta simplificación, como con tantas otras de la revolución, revelan el grado de improvisación y desconocimiento sobre los asuntos trascendentes.

Si bien es cierto que toda la estructura urbana de la época estaba supeditada a los intereses de la Corona, también lo es que se instauró una morfología urbana bajo el esquema de cuadrículas similares a las fundaciones hispánicas del continente americano y a las nuevas ciudades mesopotámicas. La peculiaridad americana residía en la disposición de la plaza alrededor de la cual se concentraban las funciones administrativas, religiosas y comerciales. La autoridad del gobierno en materia urbana se limitaba a administrar la propiedad común: ejidos, plazas, limpieza de calles y salud pública. Los comendadores, por su parte, estaban obligados por la autoridad a propiciar la creación de espacios para pueblos aborígenes de doctrina y para concentrar en ellos a los que vivían dispersos; no como señala Chávez para exterminarlos. Este proceso se intensifica a partir de 1620.


El gobierno menosprecia adrede la importancia de la disciplina urbana. Cuando esta se rompe de modo tan brutal, como está ocurriendo ahora, en esa misma medida lo hace la sociedad en su conjunto. Por ejemplo, la anarquía urbana propiciadas por los alcaldes Mayor y del Municipio Libertador, a través de la tolerancia demagógica de invasiones, ocupación anárquica de espacios públicos, pasividad ante infracciones de tránsito y división imaginaria de "áreas de seguridad", configuran un cuadro destructor tanto si la ciudad es capitalista, socialista, marxista, celestial, o cualquier otra nominación que se le ocurra "al Jefe". La pobreza, por su parte, no puede ser despachada a través de un discurso tan simple culpando al "urbanismo capitalista". La ineficacia durante nueve años de gobierno ha arrojado números aterradores. El desempleo entre los más pobres llegó al 20,6%. En 1999 esa cifra era de 9,9%. ¿Es culpa de la ciudad?

En todo caso la ciudad socialista ya ha sido experimentada en la realidad, no en la mente presidencial, con resultados pavorosos. La Habana era una ciudad con cualidades de excelencia arquitectónica al punto que los estudiantes de arquitectura de otros países la visitaban con propósitos eminentemente académicos. Lo mismo sucede con El Viejo San Juan en Puerto Rico. Sin embargo, hoy, la ciudad socialista de La Habana es una ruina absoluta mientras El Viejo San Juan, capitalista, se regodea de una majestad envidiable. Las ciudades no son culpables de los desatinos políticos de sus ductores; éstas se comportan en función de otros factores como la planificación urbana, el orden legal, dotación de servicios públicos, aplicación de las normas de convivencia, etc.

Seguramente la idea de ciudad socialista del jefe del Estado consiste en la reivindicación de los paravientos de las zonas selváticas y costeras que encontraron los españoles cuando llegaron a Venezuela. Bajo esa representación era imposible establecer un ordenamiento necesario para el desarrollo. La construcción posterior de las edificaciones formales permitió que el Estado como tal se organizara y le diera forma a las fases posteriores. Un ejemplo de ello lo constituye las edificaciones de la Guipuzcoana las cuales se convirtieron en las más modernas del país durante mucho tiempo tanto en sus aspectos arquitectónicos como administrativos. El Presidente debe rodearse de especialistas que lo aleccionen sobre los aspectos trascendentes antes de emitir una opinión tan disparatada; de lo contrario, el desorden y la anarquía continuarán sin freno su curso ascendente.

20 junio 2007

Delirios territoriales

En tiempos recientes, quien escribe ha tenido ocasión de participar en algunos debates sobre la cuestión territorial y urbana con especialistas afines al oficialismo.

La expectativa era la de comprender por fin cuál era la propuesta que se cela tras una expresión tan poco feliz como "la nueva geometría del poder" y confrontar si efectivamente, más allá de la retórica presidencial, hay algún nuevo paradigma, como no se cansan de repetir los expertos gubernamentales.

La conclusión de la experiencia es frustrante: por donde se le dé la vuel-ta lo que aparece una y otra vez es, agravado, el manido discurso antiurbano que dominó las políticas territoriales venezolanas entre 1960 y 1998.

Las referencias a las grandes ciudades no aparecen por ninguna parte y el tema de la gobernabilidad no va más allá de la letanía de esa pretendida nueva panacea que serían los consejos comunales, que, como se sabe, en la propuesta oficialista carecen de cualquier matiz de autonomía al sujetarse la asignación de recursos directamente a la voluntad presidencial.

El argumento para querer voltear al revés el mapa del poblamiento nacional aparece verdaderamente risible: cuando se dice que se trata de llevar la población, localizada en el eje costero-montañoso, a donde están los recursos, a lo largo del eje Orinoco-Apure, se olvida algo tan elemental como que el principal recurso de un país es, precisamente, su población, en particular su población urbana, que, con todas sus carencias, es al fin y al cabo la mejor preparada y la que tiene el mejor acceso a las tecnologías que sustentan el desarrollo contemporáneo.

Pero esta, como hemos dicho infinidad de veces, es además una aspiración vana: la formación del territorio venezolano tiene una historia de no menos de quinientos años, a lo largo de los cuales ha generado una inercia cuya fuerza es superior al voluntarismo del más empecinado batallón de cuarteleros. No debemos preocuparnos entonces por lo que va a ocurrir en los sureños ejes sino por el despilfarro de recursos que debieron acompañar un nuevo estilo de desarrollo de nuestras grandes aglomeraciones urbanas.

Mientras el ferrocarril San Juan de los Morros-San Fernando de Apure es consumido por el moho, habremos vuelto a perder el tren de la historia.


17 junio 2007

Ciudades Socialistas o Territorios Socialistas

Ciudades socialistas

La idea presentada por Chávez ante el Consejo Presidencial para la Reforma es la de ir creando "territorios socialistas". Se decreta el territorio federal y allí se construyen las nuevas comunidades que pasarán a ser los embriones de la sociedad socialista.

En esos entes el poder constituido serán los Consejos Comunales para cuyo estudio también se creó el Consejo para el Poder Comunal. En principio no se eliminan gobernaciones y alcaldías, sino que se crean los nuevos entes, separados de los estados.

Esos territorios socialistas estarán poblados por nuevas comunidades o se transformarán algunas ya existentes: la comunidad es la base social, ahí se unen el ser humano con el territorio".

Para que eso ocurra, según palabras del Presidente: "debe haber una condición sine qua non, para que el área determinada pase a ser territorio comunal, o ciudad comunal, para que allí funcione entonces el Gobierno Comunal, hacia allá tendremos que ir. Y del Gobierno comunal, ese territorio comunal debe transitar a lo largo del tiempo y sobre ese espacio hacia el socialismo bolivariano." (...) "Yo aspiro... a lo mejor a partir del año 2008, a comenzar a declarar junto al pueblo territorios comunales, donde se cumpla un conjunto de exigencias y más adelante (...) un estado donde de verdad el poder popular esté consolidado, entonces, sólo allí, ese pasará a ser 'territorio socialista' y así progresivamente iremos convirtiendo toda la patria."

El Universal

Poder Territorial

Algunos sostienen que es otra más de esas ideas sin un sentido articulado que se le ocurren al presidente Chávez durante una madrugada de insomnio, otros por el contrario, piensan que es parte del proyecto de control centralizador del poder sobre todo el territorio y los más entusiastas lo entienden como parte del proceso de construcción de una patria socialista. Lo cierto es que el plan del Gobierno conocido como la "nueva geometría del poder", cambiará toda la geografía nacional conocida hasta ahora por los venezolanos. Se desmembrarán territorios, se designarán autoridades a dedo, se crearán nuevas ciudades "socialistas" al lado de presuntos proyectos de desarrollo endógeno o autogestionario. ¿Cuántos recursos serán necesarios para crear la patria del hombre nuevo?

Las ideas iniciales fueron plasmadas por Hugo Chávez en un discurso durante el acto de juramentación del Consejo Presidencial para la Reforma Constitucional el 17 de enero de 2007.

"Hay una idea que a mí me parece maravillosa", dijo Chávez ante el auditorio teñido de rojo reunido en el Teresa Carreño. Crear un sistema de ciudades federales y territorios federales. Por ejemplo, aquí al lado de Caracas, entre Caracas y el mar (¿) ahí vamos a hacer una ciudad nueva, pero va a ser una ciudad socialista, no va a ser una ciudad típica capitalista ¡no! Un concepto nuevo de ciudad¿ "Consultado el urbanista Marcos Negrón sobre cómo entender el concepto de "ciudad socialista", confesó, aún con sus años de experiencia en esa materia, no tener idea de qué es lo que se propone el presidente Chávez. De hecho varios foros con expertos sobre esas propuestas, incluyendo a voceros del Gobierno, no han sido suficientes para aclarar qué significa tan novedoso concepto.

"Yo me imagino 10, 15 o 20 territorios federales dispuestos a lo largo y ancho, pero es para concentrar allí el esfuerzo del Gobierno y del pueblo, para que ese territorio federal, de manera acelerada (¿) desarrollar allí un conjunto de proyectos y lograr, en un plazo perentorio, que ese territorio pase de federal a comunal".

De esa manera expresa el Presidente su concepción híbrida de unos nuevos territorios federales donde florecerá el hombre nuevo en el marco de un territorio "vacío" en el que nacerá la república socialista, en contraste con la otra capitalista, y por ello entiende ese proyecto como un sistema de transición que culminará inevitablemente con la absorción de la otra en una patria toda socialista

Como espacios vacíos, según la visión presidencial, en esos territorios no es necesario consultar a nadie porque nadie vive allí y en consecuencia, estos nuevos espacios serán gobernados, quizás por un jefe militar designado desde Miraflores, quien se entenderá y asignará recursos a las juntas comunales, futuros pobladores de estas ciudades, en una suerte de "democracia directa" sin municipios ni gobernadores ni intermediarios.

El constitucionalista Gustavo Linares Benzo observa tales proyectos como una visión "tan vieja como Licurgo: eliminar todo intermediario entre el individuo inerme y el tirano todopoderoso. Si José Vicente Rangel era el único político con luz propia en el chavismo, saquémoslo y sustituyámoslo por el dócil Rodríguez. Aunque la Asamblea Nacional fuese sumisa hasta lo automático, cerrémosla con una ley de plenos poderes nunca vista en nuestra historia constitucional; si gobernadores y alcaldes, aunque fueran más chavistas que Chávez, impiden así sea nominalmente el anhelo de "con Chávez un solo gobierno", troquémoslos en unos átomos aislados, los consejos comunales, sin poder público alguno y dependientes del escritorio del Presidente".

"Ese pudiera ser un territorio federal"¿precisa Chávez al referirse al parque nacional ubicado entre Caracas y el Litoral. "Eso limita con El Junquito, uno llega por allá al Estado Vargas y por aquí los Boquerones, Tacagua Vieja, queda por aquí la quebrada, una belleza, ahí caben miles de viviendas (¿.) Ese es un ejemplo de territorio federal (¿) para crear un territorio federal la Constitución manda un referendo en el estado respectivo, pero bueno ¿y a quién se le va a consultar en un territorio donde no vive casi nadie? se pregunta Chávez

Así como ese, Chávez ha hablado de los territorios ubicados en la Faja del Orinoco, en Apure, en el Amazonas o en la sierra de Perijá.

Tesis de los espacios vacíos

Para el profesor de la UCV Alexander Luzardo, autor del capítulo y demás disposiciones ambientales de la Constitución Bolivariana, la tesis de los espacios vacíos que promueve Chávez es profundamente reaccionaria. Explica Luzardo que éstas son concepciones similares a las que se manejaron respecto a la ocupación de la amazonía por parte de los militares brasileños en las décadas de los 60 y 70, cuya expresión fue el conocido y fracasado proyecto Cala Norte. Ese discurso de ocupación se orientaba hacia el desarrollismo del norte de Brasil como estrategia de seguridad y defensa.

Para Luzardo, la tesis de Chávez concibe los espacios ecológicos como "espacios vacíos" a los cuales hay que poblar y desarrollar a como dé lugar. Esa es una política que fue altamente cuestionada desde la década de los 80, cuando cae el muro de Berlín y el discurso ecológico se impone en todo el mundo después de la Cumbre de la Tierra en Río de Janeiro.

En su discurso en el Teresa Carreño, Chávez, al exponer su tesis, citó el libro: "La geografía, un arma para la guerra" del escritor francés Yves Lacoste: "Yo lo usaba mucho en mis estudios militares" reflexionaba Chávez. "La guerra es la continuación de la política pero por otros medios, se trata del poder, de la distribución del espacio, o una nueva geopolítica interna nacional".

Seguidamente puso un ejemplo: "El Apure, allí hay grandes extensiones donde no hay República, no hay poderes del Estado, ni poder popular. Eso son kilómetros y kilómetros solitarios"¿ Otro ejemplo señalado fue el de la Faja Petrolífera del Orinoco: "son 55 mil kilómetros cuadrados, dentro de ella hay varias poblaciones: El Tigre por ejemplo y El Tigrito, pero de Faja hay 90 y tanto por ciento de territorio deshabitado ¿a quién le vamos a hacer una consulta para instalar, decretar o crear un territorio federal? Que es precisamente para poblarlo, desarrollarlo, es precisamente para construir allí ciudades socialistas. Entonces, pido atención a estos detalles, señora Secretaria del Consejo Presidencial para la Reforma Constitucional, para facilitar todo eso y evitar los procedimientos engorrosos y a veces contradictorios".

Según interpreta Alexander Luzardo, para Chávez en el caso de la Faja Petrolífera, allí no hay cariñas, allí no hay indígenas, poblaciones locales. Es decir que ya tiene intenciones de no consultar a los estados que tienen jurisdicción en esos territorios, o a las porciones de esos territorios, por que los considera "espacios vacíos". Pero allí hay poblaciones con una historia particular, con una forma de organización del espacio.

Desarrollismo

Luzardo alerta que pueda revivirse el tema de las concesiones mineras en el Alto Apure para la explotación de casiterita u otros minerales. Proyectos de ese tipo puedan conducir a la destrucción de las cabeceras del Orinoco.

Apunta el ambientalista que esas zonas son de parques nacionales y están bajo régimen de administración especial, como La Neblina, el parque Parima Tapirapecó, el Duida. Mientras se habla de salvar al planeta, se propone intervenir esas zonas donde existen más de 15 pueblos indígenas que ocupan la amazonía. Lo mismo podría ocurrir con la Gran Sabana, donde se proyecta el gasoducto del sur que tomaría hacia la amazonía brasileña. Eso implica pasar por donde pasó el tendido eléctrico el cual formó parte también de una concepción desarrollista opuesta a la Constitución. Casi todas nuestras fronteras están integradas por parques nacionales, desde el Delta hasta el Zulia y toda la zona sur, con 90% de presencia indígena.

Para Luzardo, promover desarrollos en esas zonas es llevarse por delante gran parte de las reservas ecológicas y de agua dulce como la de el Caura que es la última reserva virgen del planeta con 5 millones de hectáreas, que por el contrario, deben ser protegidas como parques nacionales, reservas hídricas y forestales. Para el especialista, esa es la mayor riqueza con la que por ahora puede contar un país.

Inspiración militarista

El profesor Luzardo sostiene que el discurso del Presidente parte de los mismos conceptos concebidos por la geopolítica brasileña cuyo mayor ideólogo fue el general Golbery Cuoto e Silva que influyó en toda la concepción de ocupación de la amazona.

Esa tesis significaba el desarrollo de grandes infraestructuras y créación de pueblos en forma artificial.

En el caso referido a la zona entre Caracas y el estado Vargas, donde se anuncia la creación de una ciudad con "miles de viviendas", considera Alexander Luzardo que es una alegre visión concebida en ligeros viajes aéreos, sin estudios geológicos, geomorfológicos y ambientales. "Estaríamos creando una fábrica de catástrofes socionaturales en un lugar donde existe la famosa "falla de Tacagua".

Igualmente -sostiene el experto- esa zona es un abra de vientos marinos. Un lugar caracerizado por movimientos geológicos, deslaves y zona de seguridad de la capital y el Litoral que hay que procurar mantener despejada. "No se trata bajo ningún concepto de una tesis revolucionaria ni de planificación que tiende a corregir los desequilibrios históricos, sino simples caprichos alimentados por sueños de aserrín, vinagre y cemento."

Por último concluye Luzardo que la idea de crear quince o veinte territorios federales significa un desconocimiento de los criterios de ordenación del territorio, de las limitaciones ecológicas. Ello podría crear nuevos conflictos interétnicos, interregionales, territoriales y avivar resentimientos entre distintas entidades. El refundamiento de ciudades es una tesis de raíz colonial aplicada en otras experiencias como en la extinta Unión Soviética y en Camboya.

folivares@eluniversal.com