01 octubre 2007

Recopilación Reforma Constitucional (45)

En qué anda la gente

¿Cuál es mi lectura del momento? La reforma constitucional herrando la coyuntura y lo estructural. Les arrea desde que fue candidato. La oposición sin capacidad de repuesta. Constituyente, leyes, elecciones, referendos, habilitantes. Ahora, la fase socialista.

¿Pero, en qué anda la gente? Depende de su estatus. Si es A, B o C (25%) está preocupada por progresar su negocio o trabajo, aprovechar el torrente de dinero que invade casas, calles, negocios y centros comerciales. Tras la LPA, los dólares en Cadivi y subsidio al carro. Anda angustiada por una sociedad Castrocomunista. La pérdida de la propiedad, el futuro de hijos y nietos y como si fuera poco, la quiebra de las clínicas privadas. ¡La matriz de la agenda mediática! No asisten a reuniones populares. ¡Qué fastidio! ¡Al Presidente entre cejas! Agrupa un 20%.

Del otro lado, la D y E, que representan el 75 % de los venezolanos. La porción donde recae el 80% de los programas asistenciales del Gobierno. Misiones, becas, pensiones, Mercal, Barrio Adentro, centros de salud, escuela y liceo bolivariano. ¿Cuál es su tema de conversación? Informarse sobre cómo acceder a los programas. Trabajan diario en ello. Sus fuentes de información, ¡Aló, Presidente!, cuñas, cadenas y las reuniones de ciudadanos. ¡Tienen fe en el apóstol que vino a salvarlos! Un 35% del RE.

Una masa no comprometida deambula indiferente. Provienen de todos los estratos, pero más de A, B y C. Muchos piensan que "Embromarán a los grandes". "No a los pequeños". "Con socialismo o sin él la vida seguirá". "Hay que seguir viviendo". Una multitud que anda por el 37%.

No hay polarización. Cohabitan tres segmentos. Cálculos estrellados por no considerar esta correlación de fuerzas. Pero, no confundamos. La gente al ser precisado su voto mayoritariamente lo hará por Chávez. ¡No tiene alternativa!


Félix Cordero Peraza
El Universal
efe_ce_pe@hotmail.com

¡Venezuela se está perdiendo!

La propuesta de reforma constitucional formulada por el presidente Chávez, ha hecho sonar innumerables alarmas sobre el verdadero propósito de la misma. Lo que se plantea no es llevarnos hacia una social democracia, en realidad lo que se busca es el poder para un solo hombre y volver al socialismo real de la desaparecida Unión Soviética. Todos sabemos cuál fue el resultado de ese experimento: totalitarismo, pérdida de la dignidad, carencia de libertades, pensamiento único, exacerbación de lo material y por ende, pérdida de los valores espirituales.

Una constitución debe ser el producto del pensamiento y experiencias de los hombres más capaces. A fin de cuentas, va a ser la que determine el proyecto de vida nuestro, de nuestros hijos y nietos. No puede obedecer al capricho e interés de unos pocos.

En el país se nota una carencia de valores morales. Prácticamente todo se encuentra contaminado. Hemos dejado de pensar en algo diferente a nosotros mismos. Esa se ha convertido en nuestra preocupación. Nos hemos ido acostumbrando al funcionamiento de esta perversa maquinaria gubernamental, y en cierta forma todos hemos sido responsables de su funcionamiento, unos por acción y otros por omisión.

La libertad y la democracia implican participación y, por tanto, la responsabilidad de todos los ciudadanos. Hoy, los estudiantes han despertado en busca de la verdad, de la libertad y del pensamiento plural. Pero no debemos dejar toda la lucha en sus manos. Ellos han respondido de forma rápida, sin requerir de consejos u órdenes. Los demás también podemos y debemos hacerlo.

Cito a Manuel Azaña: "¡Hablo incluso para los que no quieren oír lo que se les dice!".

A un Gobierno que se ha esmerado en estimular el resentimiento y el odio entre los que aquí habitamos, debemos hacerle frente con dignidad y disciplina. Tenemos que lograr el encuentro de la fuerza física con los valores del alma, que no sólo sea un hombre quien se exalte, sino un pueblo entero, para que los aires se inunden de Glorias al bravo pueblo.

Hay que soñar con una Venezuela libre, democrática e independiente en la que se logre una próspera economía y con ella, una nación que tenga como norte la justicia social. Una Venezuela de personas íntegras para poder solventar los problemas de todo tipo que podamos tener. Para ello es necesario que todos actuemos. No puede haber discriminaciones. Lo que deseamos es una nación en paz, en la que se piense, se hable y se construya para beneficio de todos. En la que haya justicia para todos. En la que logremos que haya pan, trabajo, seguridad y salud. En la que se castigue el despilfarro y la corrupción. Venezuela se está perdiendo en las manos de un hombre. ¡Todos debemos hacer algo para salvarla!


Julio Dávila Cárdenas
El Universal
jdavilac@cantv.net

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