25 diciembre 2007

Viene otra Reforma (10)

Chávez detuvo "por ahora" su revolución socialista

Caracas.- La derrota que recibió en las urnas el presidente Hugo Chávez cerrando el año 2007, además de frenar su proyecto socialista para la Venezuela petrolera, lo despojó de la posibilidad de reelegirse sin límite de tiempo, un aspecto que para muchos resumía su propuesta de reforma constitucional.

Con la consulta sobre el proyecto de cambios a la Carta Magna del 2 de diciembre Chávez se jugó una carta para obtener todo el poder, pero el fracaso impensado desencadenó un terremoto para sus planes de seguir gobernando más allá de 2013, cuando vence su actual mandato.

Además, el rechazo al proyecto de enmienda no vino solo, ya que en el triunfo del NO contribuyeron personalidades que con el envión victorioso irrumpieron meritoriamente en la escena política, reseñó DPA.

En su primera reacción, Chávez pareció haber aceptado la derrota, pero horas después calificó de excremento la victoria del NO y advirtió que no retirará su propuesta de reforma y que buscará aplicarla por otros caminos.

"No pudimos por ahora, por ahora", recalcó.

El proyecto proponía, entre otras cosas, la reelección presidencial ilimitada, uno de los cambios más polémicos de la Carta Magna, que establece una sola reelección inmediata.

El revés por estrecho margen (50,65 contra 49,34 por ciento de los votos) fue la culminación de un año para el olvido para el mandatario y que estuvo marcado por el llamado de rey Juan Carlos de España a que se callara.

Pese al liderazgo que ejerce dentro de la llamada revolución bolivariana, Chávez no pudo convencer a sus partidos aliados para que se disolvieran con el objeto de formar el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV).

Mientras su partido, Movimiento V República (MVR) aceptó desaparecer para darle paso al PSUV, agrupaciones como el Partido Comunista de Venezuela (PCV) y Podemos rechazaron la idea, lo que retrasó su aspiración de crear "el partido más poderoso de América Latina".

Las asambleas para crear el PSUV se realizaron en todo el país usando la maquinaria oficial y sus dirigentes dijeron haber registrado en sus filas a seis millones de simpatizantes, quienes luego elegirían a sus dirigentes.

Inesperadamente, resultó difícil formar un partido desde el poder y los seis millones de militantes del PSUV se desvanecieron, así como los 7,3 millones de electores que votaron hace un año por la reelección de Chávez.

En la consulta, 4,4 millones de electores votaron a favor de la reforma y en contra lo hicieron 4,5 millones, según las cifras oficiales.

El descontento quizás comenzó el 28 de mayo, cuando salió del aire el canal Radio Caracas Televisión (RCTV) después de más de 50 años de operaciones. Chávez se negó a renovarle la licencia y además se incautó de sus equipos de transmisión con alegatos jurídicos.

El gobierno se vio obligado a dar explicaciones de la medida ante la lluvia de manifestaciones de repudio desde el exterior. Además, la decisión despertó un movimiento estudiantil que creció como la espuma en las universidades y que luego resultó un factor clave en el ánimo de los electores para que acudieran a votar contra la reforma.

Por otro lado, el Presidente no logró obtener el impacto que buscaba como facilitador del canje humanitario en Colombia. En su visita a Francia el 20 de noviembre no llevó las pruebas de vida de la cautiva Ingrid Betancourt, luego de despertar amplias expectativas al respecto.

Entonces se enfrascó en una agria disputa verbal con su par colombiano, Alvaro Uribe, quien decidió suspenderlo como facilitador. Acusó a Uribe, entre otras cosas, de "mentiroso" y "peón del imperio", lo que hizo que los colombianos cerraran filas en defensa de su presidente.

Su mal humor también estuvo dirigido al rey Juan Carlos de España por haberlo mandado a callar en la cumbre Iberoamericana de Santiago. Chávez "congeló" las relaciones con España hasta obtener una disculpa real.

"Toda esta cadena de errores ha conducido a un milagro: el gobernante que ha dispuesto de la mayor cantidad de dinero en toda la historia de Venezuela fue derrotado por unos muchachos de 20 años que interpretaron el sentir de la sociedad", dijo el historiador Rafael Arráiz Lucca, al elogiar el movimiento universitario.

Todo esto sin contar con el escándalo del maletín con 800.000 dólares confiscado al empresario Guido Antonini en Buenos Aires, cuyas consecuencias parecen una bomba de tiempo.

Por otro lado, el ex ministro de Defensa, Raúl Isaías Baduel, salió a la escena como duro crítico de la reforma, que calificó de "golpe de Estado y fraude".

Luego de ser acusado de "traidor" por Chávez, a quien Baduel reinstaló en el poder luego del intento golpista de abril de 2002, el general retirado llamó a votar contra la enmienda, convirtiéndose en elemento decisivo en la construcción de la victoria del "NO", según los analistas.

Y ante la advertencia de Chávez de insistir en la enmienda, Baduel instó al país a dormir "con un ojo abierto" frente a la posibilidad de un eventual "arrebatón", puntualizando que la pelea está lejos del último round.

También la ex esposa de Chávez, Marisabel Rodríguez, puso su grano de arena con sus insistentes llamados a rechazar el proyecto continuista del gobernante.

Durante la campaña electoral de la reforma, Chávez advirtió que en el "supuesto negado" de que el proyecto fuera derrotado, la revolución bolivariana recibiría un "frenazo peligroso". "Tendré que irme en 2013 porque ustedes no votaron por la reforma", le dijo horas después del revés a sus partidarios. "Están en deuda conmigo, a ver si me pagan o no me pagan esa deuda", agregó.

El Universal

Iglesia subraya que no se puede desconocer lo que el pueblo ha expresado

Conciente de su rol dentro de la sociedad venezolana y desde una perspectiva conciliatoria, pero también crítica, la Iglesia católica reflexiona acerca de la Venezuela actual y lo que se considera como prioritario para el futuro.

Monseñor Ubaldo Santana, presidente de la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV) y Monseñor Baltazar Porras, arzobispo de Mérida y presidente de la Comisión Episcopal de Cultura y de Medios de la CEV, abogan unánimemente por la promoción del diálogo, por la aceptación de las distintas posturas y por el trabajo en común para superar las dificultades.

Ambos consideran que antes de asumir una posición posterior a los resultados del referendo constitucional del 2 de diciembre, es necesario reconocer que existe una pluralidad de opiniones y que no se puede desconocer lo que el pueblo ha expresado.

Escuchar las otras voces

Monseñor Ubaldo Santana es optimista en su percepción sobre lo ocurrido el 2 de diciembre. Destaca que hubo crecimiento de la democracia venezolana, y llama a los venezolanos a no darse por vencidos ni pensar que hay muros que no se puedan derribar. Subraya el prelado que es importante que sean escuchadas todas las voces y que no se simplifique el escenario a dos posturas: una, la reconciliación; y otra, la idea de replantear la reforma.

- ¿Qué balance hace la Iglesia católica del año 2007, con relación a los acontecimientos suscitados en la vida nacional?

Yo diría que para la Iglesia este año se puede considerar como un año de crecimiento, de madurez para la democracia venezolana. Pensamos que nosotros como pueblo hemos crecido a través de crisis, de confrontaciones a veces muy ásperas y fuertes, pero siempre ha prevalecido en último término el talante esperanzador y animoso que tenemos aquí en Venezuela. Por eso, el balance es más bien optimista. Yo creo que en definitiva ningún país está exento de dificultades y tensiones, pero aquí hay recursos para encontrar salidas a los problemas.

- ¿Cuáles son los planes de la Iglesia para 2008?

La iglesia necesita ser siendo una institución que convoque a todos indistintamente a la reconciliación y al reencuentro. Esa es nuestra misión fundamental en la sociedad. No solamente manifestarnos en nuestra disposición de favorecer el diálogo y la reconciliación entre los venezolanos, sino buscar para retomar algunas iniciativas que en años anteriores se iniciaron y se vieron interrumpidas.

- ¿Cuáles serían esas iniciativas?

Buscar con las instituciones del gobierno, y con todas las instituciones culturales, educativas, y también los demás grupos políticos que están participando en la vida del país. Nos interesa mucho entrar más adelante, buscar caminos nuevos para entendernos los unos a los otros. No darnos por vencidos y creer que hay barreras y muros falsos que no se pueden derribar.

- ¿Cómo puede contribuir la Iglesia a buscar la reconciliación entre los venezolanos?

Nosotros tenemos que favorecer todos los gestos que haya en torno a nosotros. Nosotros no somos los únicos que podemos favorecer este clima ni detentar un monopolio. Si se quiere favorecer el clima de reconciliación, tiene que haber disposición por parte de todos los venezolanos y todos los sectores que conforman Venezuela. Por eso, necesitamos estar muy atentos a los gestos que provengan y las actitudes que vengan de distintos polos y ver las posturas políticas que hay en el país.

La Iglesia puede ayudar a identificar esos esfuerzos y resaltarlos para que se tomen en cuenta. En segundo lugar, ofrecernos como intermediadores para facilitar el encuentro y el diálogo entre grupos que se encuentren alejados; y en tercer lugar, podemos ofrecer nuestros espacios para que se valgan de ellos y puedan acercarse aquellos que desean de verdad, encontrar nuevas rutas para la reconciliación.

- A la Iglesia qué opinión le merece que por un lado se hable de reconciliación nacional y por otro se plantee la posibilidad de estudiar vías para retomar temas que no fueron aprobados en el referendo sobre la reforma.

Seria muy simplista reducir lo que ha ocurrido en Venezuela a dos posiciones: una dada a la reconciliación y otra que buscaría la forma de replantear la reforma. Hay muchas otras posturas además de esas que manifiestan que estamos frente a un país plural y es menester ahora escuchar también las otras voces y las otras posturas, porque lo contrario sería empobrecer la realidad de las lecciones que hemos recibido desde nuestro último acto comicial.

- ¿Cuál es la prioridad actual del país?

La prioridad ahorita en el país es pensar, reflexionar. Nosotros insistimos mucho en este punto cuando se propuso el tema de la reforma, nos parecía que era un tema tan profundo y tan serio que merecía debatir y juntarse para discutirlo. Yo creo que después de los resultados del 2 de diciembre, es conveniente tomarse el tiempo de pensar, no irse de bruces ni dejarnos llevar por emotividades, ni por derrotismos ni por triunfalismos.

Nuestro país no puede avanzar buscando perdedores o ganadores. Necesitamos descubrir que somos parte integral de una realidad. Eso es doloroso y nos costará mucho, pero es indispensable para darle viabilidad a cualquier proyecto político en el futuro.

- ¿Qué mensaje le envía a las autoridades del gobierno?

Les diría que ya que tienen el camino despejado con la respuesta que se obtuvo el 2 de diciembre pasado y que sobre esa base desarrollen su programa para los próximos cinco años. Yo creo que este gobierno ha manifestado una enorme sensibilidad por la inclusión social, por terminar con la presencia de la pobreza en el país, por eliminar la miseria. Eso es un clima estupendo que si se lleva a cabo van a encontrar el apoyo de todos.

Respetar la expresión del pueblo

Para Monseñor Baltazar Porras es obligatorio que los gobernantes reconozcan lo que el pueblo expresa. Cree que el resultado del referendo es una señal de alerta para el gobierno.

El arzobispo de Mérida llama a deponer posturas extremas y que se descarte que Venezuela está conformada por amigos y enemigos.

-¿Qué balance hace del año 2007, con relación a los acontecimientos ocurridos en la vida nacional?

Este año ha estado marcado por una continuidad de la conflictividad existente en el país, en buena medida por el lenguaje político y por la exclusión de un sector de la población. El resultado del referendo viene a ser como una llamada de alerta. El pueblo ha expresado con su negativa el que se ponga un límite a todo este tipo de reformas que quieren imponer una manera única de ver, de pensar y de llevar adelante la sociedad venezolana.

El episcopado ha estado de manera permanente llamando a la necesidad de una reconciliación del pueblo venezolano y de encontrar una plataforma común. Tanto la Constitución, como las leyes, como cualquier tipo de disposiciones en una democracia, debe ser un producto consensuado de la mayor parte de la población y los distintos sectores que la conforman. Hay, coincidiendo con el mes de diciembre, un ansia de serenidad, de paz, de concordia, de búsqueda de entendimiento, que ha chocado con las declaraciones del Poder Ejecutivo y otros poderes que exacerban sin lugar a dudas la capacidad de convivencia del pueblo venezolano.

- A la Iglesia qué opinión le merece que por un lado se hable de reconciliación nacional y por otro se plantee la posibilidad de estudiar vías para retomar temas que no fueron aprobados en el referendo sobre la reforma.

El escenario de lo social y de lo político va en función de las exigencias de los distintos sectores. Es obligante para los gobernantes que lo que ha sido expresado por parte de la población no sea desconocido. Ha sido un rechazo sereno, pero a la vez firme, pacífico, pero no por ello menos efectivo, y en la medida en que esta conflictividad se pueda superar, será para beneficio ciertamente de todos y no sólo de unos cuantos.

- ¿Cuáles son los planes de la Iglesia para 2008?

Nosotros tenemos por delante una exigencia grande tanto a nivel nacional, como por exigencia de la Iglesia continental y es poner en práctica las conclusiones del concilio plenario de Venezuela y las conclusiones de la Asamblea en Brasil del año pasado, que van por la línea de revisar todo lo que han sido nuestras actuaciones en la búsqueda de un servicio mayor desde las necesidades principalmente de los más pobres.

-¿Cuál es la prioridad actual para el país?

Es la deposición de posturas extremas y de una concepción de que la sociedad venezolana está hecha de amigos y enemigos, que está hecha de sectores enfrentados que buscan eliminarse el uno al otro. Tenemos que superar esa cultura de la exclusión y todos tenemos algo que proponer, algo que decir, una palabra que necesita ser escuchada por los otros y esto no es un simple sueño sino que desde lo pequeño, desde la base, se van construyendo esas redes de mancomunidad que son las únicas que nos permitirán tener la fuerza suficiente para que los sectores más poderosos en el orden que sea, se vuelvan hacia el clamor de un pueblo que quiere vivir en paz y reencontrarse consigo mismo y con el resto de los venezolanos.

- ¿Qué llamado hace a las autoridades del gobierno?

Que oigan lo que en realidad está pasando y lo que en realidad piensa la población. Cuando medimos las cosas con el cristal de la ideología y de la revolución, estamos distorsionando lo que es la razón fundamental de quien está en funciones del gobierno.

- ¿Qué mensaje le envía a los venezolanos?

Hay que superar esas situaciones que han sembrado heridas, odios y rechazos e intolerancias innecesarias entre unos y otros, porque todos somos absolutamente necesarios e indispensables para construir la Venezuela de hoy y la Venezuela del mañana.


El Universal


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