28 abril 2008

Más y más abajo

Siempre se puede caer más bajo, aunque hay momentos en los que se piensa que más profundo es imposible. Pareciera que estamos en uno de esos tiempos de "vacas flacas" pero no necesariamente en lo económico (cosa que comienza a ser una realidad ya que después de muchos meses de vana ilusión, el ingreso real del venezolano empieza a disminuir) sino que "la cuesta abajo en la rodada" se evidencia, sobre todo, en lo ético. Así como nuestras calles están inundadas de basura en medio de la desidia gubernamental y una paciencia que más que comodidad ya raya en la "sinvergüenzura" por parte del colectivo, así como nuestras ciudades ya comienzan a oler nauseabundo y pareciera importarnos muy poco, así está el país por dentro. Pero lo que es más llamativo es el "caradurismo" del discurso gubernamental. Un líder que se ufana en una cadena nacional que ahora "estamos produciendo como nunca" ya que, según afirma, en el pasado se importaba "de todo". Claro, todo eso en el marco de una "puesta escénica" en la que él mismo se pone a sembrar maíz en el contexto de un centro de producción "socialista", con granos "socialistas", con tractores argentinos "socialistas", con regadoras "socialistas", en tierra "socialista" y que dará como sabrosos frutos unas mazorcas obviamente "socialistas". Un acto cultural televisado para exaltar el "yo soy más campesino que nadie" y el socialismo es lo mejor del mundo. Una payasada, a fin de cuenta.

La verdad de esta historia, es que a pesar del dineral que nos ha ingresado, lejos de sembrar el petróleo en la creación de riqueza, estamos más pobres que nunca. Un Estado corrompido y corruptor que quiere hacernos a todos dependientes de sus dádivas y un pueblo al que se le quiere cercenar su iniciativa personal de progreso, a menos que pase por las "horcas caudinas" de bajar la cerviz del "estás conmigo o estás contra mí".

Y así vamos caminando a oscuras. Con ciertas luces de reacción colectiva como lo que está sucediendo en el ámbito educativo y que le han quitado el pie en el acelerador de la reforma curricular.

Pero más allá de hechos puntuales, el régimen le ha importado muy poco lo que aquí se dijo a gritos el dos de diciembre pasado. Esta versión corrupta de socialismo va. A costa de lo que sea. Pero lo peor es que todo esto se está dando en medio de un carnaval electoral. El afiche, el "volanteo" y el aparecer en los programas de radio y televisión están por encima de la arremetida revolucionaria en medio de la anarquía.

Todo está sucediendo. Cada vez más oscuro. Cada vez más abajo. Cada vez más decadente. Pero la fiesta continúa. Que suba el perifoneo... Fulanito para la Alcaldía tal... aunque no sabemos, de aquí a allá, qué nos quedará como país...

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