13 junio 2008

¡Ahora sí están derrotados!

La expresión del interlocutor fue terminante: este ex país, como usted lo llama, se está cayendo a pedazos y no podrá recuperarse mientras estos gobernantes, fracasados y derrotados, no sean desplazados de unos puestos que ocupan pero que no ejercen.

Y no es verdad, continúa nuestro amigo, que vivimos en ninguna dictadura. Un régimen de esa naturaleza es hijo de la fuerza y ésta reclama valor y no la cobardía que tanto abunda aquí. La ingobernabilidad, inestabilidad y tensión social, debido a la falta del queso en la tostada "revolucionaria", presagia su caída.

Y a nadie puede extrañar, en consecuencia, que aquí se produzca un estallido popular o cualquier otra situación que intente acabar con este régimen antes del 2012. Claro, cuando se piensa y actúa con base a este tipo de práctica es porque se desecha la vía electoral en la que ya nadie cree.

Y en este punto se impone una observación al amigo. Aquí rigen en teoría las pautas de una democracia constitucionalmente establecida y en ese marco sería inevitable partir de ese estatuto, para ejercer cualquier acción de cambio. Sin embargo, en la práctica el uso y tratamiento que le da el oficialismo a esa "democracia" está cargado de violencia-ventajismo.

Y, tal como lo ha reiterado el GP, si bien llegaron al poder por elecciones, no están dispuestos a salir de él por ninguna vía electoral.

La llamada "transparencia electoral" ha sido suplantada por la "técnica del fraude", con la cual el régimen tiene garantizada su legalidad y legitimidad democráticas adquiridas en una sucesión de "libérrimos comicios", como solía decir Rómulo Betancourt, para la conservación y ampliación del "universo socialista".

Y esto lo admiten y aplican "las oposiciones", para quienes es importante que la dirigencia política de lado y lado mantenga el control de la situación, para no dar espacio a que el colectivo pueda tomar en sus manos la conducción de la política y la propia lucha por el poder, a partir de un liderazgo nuevo e innovador de carácter horizontal que enfrente al viejo y gastado caudillismo decimonónico y positivista.

Esto explica la política del silencio de esas "oposiciones" ante las muestras de derrumbe que da el régimen materializado en los continuos retrocesos de que ha hecho gala.

Se devolvió en el caso del currículo, en la aplicación del esquema oficialista de inclusión para el ingreso a las universidades, en el cobro de la señal de VTV, el alza del pasaje, ya Colombia no limita con las FARC porque las guerrillas no tienen vigencia y produce la derogación del Decreto con fuerza de ley sobre Inteligencia y Contrainteligencia. En síntesis, para muchos, representados en nuestro interlocutor, el régimen está derrotado.

Pero en este cuadro, "las oposiciones", se convierten en los verdaderos garantes de una revolución que no está dispuesta a caer ni por la fuerza de los votos, ni por las acciones políticas de un contrario que parece sólo luchar por mantener un viciado orden democrático, único en el cual sus políticas pueden alcanzar algún espacio.

La conclusión es clara: este régimen se mantiene porque son los propios derrotados quienes administran su derrota. Lejos de cumplir ese papel "las oposiciones" en el fondo hacen suyo el propio proyecto revolucionario. Esto significa la ausencia de todo tipo de deslinde entre oposiciones y oficialismo. Aquí radica la tragedia de este ex país.

Este régimen se ha cansado de avisar que Venezuela es un ex país en guerra. Pero el supuesto "contrario dialéctico" aún no parece caer en cuenta de este cuadro. Actúa al margen de él y concentra todo su poder en la lucha por las elecciones del 23N-08.

Por ello la política aquí la sigue rigiendo el oficialismo y en particular el golpista-presidente (GP), quien ve en el 23N una batalla que no puede perder y para la cual cuenta con todas las armas. Mientras, "las oposiciones" aspiran que pueda ocurrir otro 02D-07 y adelantar las respectivas negociaciones de y para la sobre-vivencia.

Por esto el oficialismo, superado el aparente descalabro del 02D-07 avanza en la construcción del "socialismo" y tiene aprobado y vigente su plan económico hasta el año 13. Desarrolla su acción política en base a Consejos Comunales, Batallones, Círculos, Brigadas, Misiones, Reservistas y toda una legión de tarifados que hace de la clase emergente boliburgueriana la máxima representación de quienes se aprovechan hoy de la "revolución" de manera extendida y profunda.

Por ello, todo a esta hora está programado para alcanzar la ratificación del camino socialista y revolucionario el 23N. Para eso cuenta en particular con la maquinaria CNE que logró el máximo de credibilidad el 02D-07.

Por eso hoy ningún miembro de "las oposiciones" ataca al organismo en cuyo seno se desarrolla en esa oportunidad la negociación-fraude de mayor alcance y profundidad de la historia republicana de este ex país. Un acuerdo que parece contemplar el secreto universal de la trampa que se le hizo al colectivo.

En fin, todo está dirigido a lograr la permanencia del régimen por encima del creciente despedazamiento. Por esto, por ejemplo, ante la monstruosidad de lo actuado con respecto al Decreto habilitante sobre Inteligencia y Contrainteligencia, no habrá aquí quien reclame el establecimiento de responsabilidades.

El sábado 07/06 el GP anuncia que se hará una nueva redacción de la Ley Sapo (LS) porque, aunque es buena tiene cosas inconvenientes. El 08/06 dice que "ahí metieron algo que no es bueno". Pero se limitó a anunciar una comisión para una nueva redacción. El 09/06 el Min. Interiores declara que la LS sigue vigente y que el gabinete habilitante, por orden del Presidente, revisará los errores. Pero el 10/06 el propio GP decreta la suspensión o muerte de la LS.

¿Qué lo obligó a saltar de "la nueva redacción" a la eliminación de la LS? ¿La presión popular, mediática u opositora? Tal vez haya que pensar que en este caso participó "alguna fuerza mayor" que pudo haber amenazado con actuar en medio del despedazamiento a que ha sido llevado este ex país.

Por ello a la hora de decretar la derogación de la LS el GP admite que en el texto y específicamente en los artículos 16 y 20 hay violación de los derechos humanos e inconstitucionalidad. Pero todo ocurrió, no por culpa de él sino porque "le metieron artículos inconvenientes". ¿Materialmente fue engañado y firmó el ejecútese sin leer el Decreto? ¿Se enteró del contenido de su LS cuando se armó la protesta?

Este es un caso de irresponsabilidad extrema y de burla al colectivo que en cualquier democracia que se respete medianamente obligaría a dimitir a un presidente por carecer de facultades para ejercer la primera magistratura.

Aquí sin embargo se juntaron los discursos laudatorios de su enfermizo entorno con la complicidad de unas "oposiciones" que no quieren que nada las distraiga de su operativo para la negociación que se realizará el 23N-08. ¡Cuidado con sorpresas en el camino!

Agustin Blanco Muñoz
El Universal
abm333@gmail.com

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