Una noche, Chávez se siente muy mal y es trasladado al hospital militar para ser examinado. El médico encargado le pide se desvista y se inque para tomarle la temperatura rectal. El se va explicandole que una enfermera vendrá a retirar el termómetro al pasar unos minutos y sale de la habitación.
Unos minutos luego, entra un médico y al ver a Chávez, comienza a reir a carcajadas dejando caer la carpeta con el informe al piso. Al escuchar el escándalo; entran los escoltas y también comienzan a reir a carcajadas.
¡Pero bueno! -Reclama Chávez indignado- ¿Se puede saber que les pasa? ¿Es que nunca han visto a un hombre tomandose la temperatura rectal? ¡Caramba!
El médico, entre carcajadas sonoras a duras penas le puede decir:
Si señor presidente, he visto que le tomen la temperatura rectal a muchos hombres ¡¡¡Pero esta es la primera vez que veo que lo hagan con un clavel rojo!!!
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