El que dice una mentira no sabe qué tarea ha asumido, porque estará obligado a inventar veinte más para sostener la certeza de esta primera. Alexander Pope
El Gobierno Nacional nos plantea una supuesta transformación del Estado y la inversión de la pirámide, transformación con la cual se pretende dar al pueblo la soberanía plena de la nación, para dizque quitar al Estado el control sobre los espacios de la sociedad. Si semejante mentira no fuera tan dolorosa, hasta reiríamos.
Vivimos todo lo contrario. Cada día que pasa Venezuela se convierte más y más en un país con un Estado más omnímodo, todopoderoso, con ciudadanos cada vez más supeditados al macro Estado, con una amenaza constante de persecución por tus formas de pensar, esclavos de un proyecto que lo que busca instaurar es un perpetuo "Estado Chávez".
Abundan las falsas promesas con las que se busca anudar la legítima aspiración de progreso de todos y cada uno de los ciudadanos. Mienten al prometer y luego mienten para esconder que esas promesas nunca fueron cumplidas.
Pero, se les ven las costuras. Como bien apuntaba Martín Lutero, una mentira es como una bola de nieve; tanto más ruede, tanto más grande se vuelve. Ante la gigantesca mentira oficial hay que inocular el antídoto de la democracia social, que se traduce a través de la estructuración y accionar de las redes populares. No pensemos en irnos del país, no le entreguemos esta Venezuela que es nuestra a Chávez y a su gobierno. Unámonos y luchemos. El Gobierno le tiene miedo al pueblo. Sabe que la organización popular ha probado ser más poderosa que los afanes totalitarios.
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