El Gobierno está empeñado en dar a los problemas del país una única solución. Tal como la Reina de Corazones de Alicia, quien siendo roja-rojita como era, siempre aplicaba la fórmula "Que le corten la cabeza", nuestro jefe de Estado vive amenazando con la estatización de todo. Quiere el control total de las comunicaciones, de las empresas eléctricas, de los medios de comunicación, de las clínicas y hospitales, de las escuelas y universidades, de la banca y, ahora también, de los medios de producción de alimentos. Es en ese punto donde se ha podido ver recientemente la contradicción que hay entre quienes nos gobiernan.
Al faltar algunos bienes básicos (sobre todo alimentos) el Gobierno sacó de la chistera la tesis de la especulación y el acaparamiento. Se allanaron comercios, distribuidoras, supermercados y hasta se redactó una ley para perseguir y ponerle nombre y apellido a un problema de proporciones mayores. Luego, y como el problema no se resolvía, alguien ideó la tesis (muy macroeconómica ella) de que, dado el buen manejo de la economía, estábamos en presencia y "padeciendo" de un incremento en la demanda mas no de una disminución de la producción¿ (para el caso lo mismo).
Pero no conformes con esa teoría, que motivó incluso unos micros en VTV, surgió la inefable "conspiración con fines desestabilizadores" protagonizada ahora no por el imperio, ni por los militares de Altamira, ni los políticos de la cuarta, ni los medios de comunicación, sino por bodegueros y amas de casa. Es ahora cuando se está cosechando el desestímulo a la producción nacional y el exceso de importaciones. El Estado-Gobierno-Presidente no da la talla para resolver estas carencias que van desde atención médica, hasta la adquisición de viviendas pasando por un kilo de queso o un cartón de huevos. ¿Qué pasaría si de verdad llega a tener el control total? ¿Mercal puede dar de comer a TODOS los venezolanos? ¿Barrio Adentro puede sanar a TODOS los enfermos o heridos de este país? La respuesta queda de su parte.
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