Las empalizadas del terror – como diría don Mario Briceño Iragorri - han comenzado a ceder, y una empalizada cuando comienza a caer es difícil restituirle su original , primaria y contenedora hidalguía. Hoy, don Mario hablaría de muros, pero lo importante es el significado y no el significante, se trata de establecer que lo que aprieta y trata de asfixiar la libertad comienza a ceder. Tal es el caso del remedo de jefe revolucionario que detenta las riendas del poder en Venezuela. Y visto el carácter desgastado de caudillo que pretende ser, lo de riendas no podría ser más apropiado.
En casi nueve años el teniente coronel ha hecho de todo lo que se le ha antojado ante el boquiabiertismo de algunos de sus fieles y obedientes fourriers. Ha insultado a Bush ( que el presidente de USA le caiga mal a alguien es mas fácil que pelar una mandarina, iba a escribir que darle un tiro al piso, pero me autocensuré por aquella ridiculez del magnicidio), a Fox, a Alan García, a Insulza, a Blair, a Aznar, a Toledo, a Benedicto XVI, y a todo al que se ha antojado. Montó el circo beisbolero en el cual satisfizo su fantasía infantil de enfrentar a un grandesligas de la talla de Sanmy Sosa, y aún no se sabe a qué precio en sucios dólares nos costó la gracia presidencial. Es larga , muy larga la cadena de cosas que ha hecho el teniente coronel desde ordenar desfiles para conmemorar un vulgar golpe de estado como el del 4 de febrero, e implantar esa fecha como efeméride nacional, hasta las constantes torceduras de cuello a la historia de Venezuela, inventando fechas, eliminando viajes a Colón, creer que La Rebelión de las Masas de Ortega es un libro de Izquierda y pensar que El Culto a Bolívar de Germán Carrera Damas es una apología de la religión bolivariana, o dándole carajazos verbales a Gramsci con unas lecturas indigestas que hace deL italiano para que crean que es un gran lector y un intelectual ( hasta vergonzosamente una diputada del Zulia, dizque profesora de LUZ, propuso que se creara un instituto para estudiar el pensamiento(¿) de Chávez) . De las cosas que hace y dice nuestro teniente coronel Chávez se puede escribir largas páginas no muy gloriosas por cierto.
El caso es que todo esto que nos ha horrorizado durante casi nueve años está en las vísperas de su final. No estoy augurando caídas violentas, ni golpes de estado, ni insurrecciones, nada de eso, sino simplemente que el proceso, como pomposamente lo llaman, empezó a corroerse. Sus bases están minadas. No hay nada mas patético que Chavéz, Bernal y la Iris Varela llamando desesperados a los habitantes de los barrios como si de perros furiosos se tratara, para que descendiesen morder a los estudiantes que a cara descubierta, sin capuchas, levantan sus manos incontaminadas, exponen sus pechos altaneros, lanzan sus gritos libertarios y reclaman con energía que se les respeten sus derechos con gritos, siempre con gritos, que como saetas van rompiendo silencios y convocando solidaridades.
A menudo he sostenido que la cultura democrática venezolana andaba por allí, asomada con sigilo, observando con cautela, esperando con astucia el momento adecuado para energizar la protesta de nuestros muchachos. Ahora se que no perdimos el tiempo enseñando democracia y civilidad, patriotismo del bueno y libertad y ciudadanía. Había una reserva que hoy ha salido sin armas, sin pistolas zamoranas, sin chaquetas rojas para ocultar las infames Gloks, sin AK47, sin aviones de guerra, sin misiles, sin tanques, sin morteros ni granadas, sin pararse firmes frente a nadie sino ante su propia conciencia, sin pronunciar el denigrante ¡mande, mi comandante! con el que se ha vejado la dignidad de muchos jóvenes.
Ya es tarde para construir cáramas, ellas se construyen solas para contener las aguas, pero no para desaparecer el río. El río empezó a crecer y no hay carama que lo contenga. Las aguas se desbordan, bordean los obstáculos y mas adelante unen de nuevo sus fuerzas, y avanzan incontenibles. No hay carama posible, comandante.
En casi nueve años el teniente coronel ha hecho de todo lo que se le ha antojado ante el boquiabiertismo de algunos de sus fieles y obedientes fourriers. Ha insultado a Bush ( que el presidente de USA le caiga mal a alguien es mas fácil que pelar una mandarina, iba a escribir que darle un tiro al piso, pero me autocensuré por aquella ridiculez del magnicidio), a Fox, a Alan García, a Insulza, a Blair, a Aznar, a Toledo, a Benedicto XVI, y a todo al que se ha antojado. Montó el circo beisbolero en el cual satisfizo su fantasía infantil de enfrentar a un grandesligas de la talla de Sanmy Sosa, y aún no se sabe a qué precio en sucios dólares nos costó la gracia presidencial. Es larga , muy larga la cadena de cosas que ha hecho el teniente coronel desde ordenar desfiles para conmemorar un vulgar golpe de estado como el del 4 de febrero, e implantar esa fecha como efeméride nacional, hasta las constantes torceduras de cuello a la historia de Venezuela, inventando fechas, eliminando viajes a Colón, creer que La Rebelión de las Masas de Ortega es un libro de Izquierda y pensar que El Culto a Bolívar de Germán Carrera Damas es una apología de la religión bolivariana, o dándole carajazos verbales a Gramsci con unas lecturas indigestas que hace deL italiano para que crean que es un gran lector y un intelectual ( hasta vergonzosamente una diputada del Zulia, dizque profesora de LUZ, propuso que se creara un instituto para estudiar el pensamiento(¿) de Chávez) . De las cosas que hace y dice nuestro teniente coronel Chávez se puede escribir largas páginas no muy gloriosas por cierto.
El caso es que todo esto que nos ha horrorizado durante casi nueve años está en las vísperas de su final. No estoy augurando caídas violentas, ni golpes de estado, ni insurrecciones, nada de eso, sino simplemente que el proceso, como pomposamente lo llaman, empezó a corroerse. Sus bases están minadas. No hay nada mas patético que Chavéz, Bernal y la Iris Varela llamando desesperados a los habitantes de los barrios como si de perros furiosos se tratara, para que descendiesen morder a los estudiantes que a cara descubierta, sin capuchas, levantan sus manos incontaminadas, exponen sus pechos altaneros, lanzan sus gritos libertarios y reclaman con energía que se les respeten sus derechos con gritos, siempre con gritos, que como saetas van rompiendo silencios y convocando solidaridades.
A menudo he sostenido que la cultura democrática venezolana andaba por allí, asomada con sigilo, observando con cautela, esperando con astucia el momento adecuado para energizar la protesta de nuestros muchachos. Ahora se que no perdimos el tiempo enseñando democracia y civilidad, patriotismo del bueno y libertad y ciudadanía. Había una reserva que hoy ha salido sin armas, sin pistolas zamoranas, sin chaquetas rojas para ocultar las infames Gloks, sin AK47, sin aviones de guerra, sin misiles, sin tanques, sin morteros ni granadas, sin pararse firmes frente a nadie sino ante su propia conciencia, sin pronunciar el denigrante ¡mande, mi comandante! con el que se ha vejado la dignidad de muchos jóvenes.
Ya es tarde para construir cáramas, ellas se construyen solas para contener las aguas, pero no para desaparecer el río. El río empezó a crecer y no hay carama que lo contenga. Las aguas se desbordan, bordean los obstáculos y mas adelante unen de nuevo sus fuerzas, y avanzan incontenibles. No hay carama posible, comandante.
Elis Mercado M.
ExRector de la Universidad de Carabobo
ExRector de la Universidad de Carabobo
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