16 octubre 2007

¡Cuidado! No pase, estamos construyendo el socialismo

Con las típicas frases de advertencias en las vías cuando las están reparando: "¡Cuidado! No pase. Está en construcción", se puede resumir el alerta que lanzan tanto el vicerrector académico y el coordinador del doctorado de Educación de la Universidad Central de Venezuela (UCV), Eleazar Narváez, y Tulio Ramírez, respectivamente, sobre "cheque en blanco" que significa votar a favor del socialismo o lo que es igual, a favor de la reforma constitucional.

"Lo más grave es que estamos en un salto al vacío porque ni siquiera hay definiciones más o menos claras de lo que se pretende con socialismo del siglo XXI", agrega Ramírez, quien no tiene dudas de que para los conocedores del tema, Venezuela se dirige hacia un "socialismo autocrático".

Su preocupación se centra en la mayoría de los venezolanos "que usan el sentido común, porque no tienen otras herramientas, para analizar el discurso presidencial y les cuesta mucho vislumbrar en qué exactamente consiste el concepto, porque es que nos despachan con eso de que está en construcción".

A su juicio, si el socialismo "está en construcción, es un salto al vacío, una oferta que no está totalmente clara y que los venezolanos no deberían comprar porque es un cheque en blanco".

"¿Voy a votar por algo que ni siquiera el que me lo está ofreciendo lo ha definido?", se pregunta, para luego alertar: "Lo peligroso de este proceso es que ese cheque en blanco está acompañado de esperanza y con una mitología que es lo que hace que la gente confíe en que vamos por buen camino, pero las realidades han sido muy cruentas y eso es lo que la gente no ha terminado de entender".

En similares términos se pronuncia el directivo de la UCV, quien sentencia: "Ellos mismos (el Presidente y sus asesores) no saben definir qué es el socialismo bolivariano (...) No hay documento oficial donde realmente se explica qué entienden ellos por socialismo, qué características tiene, cómo se manejará en él a los medios de producción social".

Ramírez, entretanto, va más allá al advertir que el socialismo que "nos están proponiendo, no es precisamente democrático, propio de los países nórdicos, donde la democracia es la base de funcionamiento de las estructuras de poder; sino, más bien es el socialismo autocrático, en el cual el personalismo y el poder concentrado en manos del Presidente es lo más relevante. Es similar al caso cubano, de Corea del Norte o el del antiguo bloque soviético".

En ese sentido cita como ejemplo la nueva geometría de poder contenida en el proyecto de reforma constitucional, presentado por el presidente Hugo Chávez, el pasado 15 de agosto, a la Asamblea Nacional.

"Se hace referencia a que el nombramiento de las autoridades de las diferentes divisiones político territoriales novedosas va a estar en manos del Presidente y ni siquiera sus funcionarios van a poder ser revocados a través del voto popular. El Presidente va a decidir sobre la vida y obra de esos nuevos funcionarios", explica, para luego advertir que "la delegación del poder a través de la elección se ve cercenado por esa reforma".

También advierte que el proyecto no impulsa "una sociedad de propietarios, sino de personas que van a ser subsidiadas por el Estado. Es decir, subsidiadas en términos que todos los servicios, incluyendo salud y vivienda, no van a ser logrados a través del esfuerzo individual, sino a través de las dádivas que va a dar el Estado. Esto es propio de la sociedades autócratas".

Narváez coincide con Ramírez en que el proyecto presentado "sienta las bases de un socialismo autocrático", por la exarcebada concentración de poder en manos del presidente.

El vicerrector académico destaca que "hay valores del socialismo democrático que son incuestionables. ¿Quién puede estar en desacuerdo con la solidaridad, con la justicia o con la igualdad?", pero advierte que a "la hora de formular y dirigir procesos que encarnen esos valores, resulta que son tergiversados. Por ejemplo, la solidaridad no se entiende de todos y para todos, sino entre los afectos al actual régimen".

Ramírez teme que el venezolano compre "la oferta engañosa" que, a su juicio, implica la reforma "bajo el lenguaje de la solidaridad y de la riqueza de la nueva sociedad prometida".

"Eso no tiene nada que ver con el socialismo", suelta el vicerrector de la UCV, al referirse a los discursos presidenciales donde ejemplifica el socialismo como el acceso de los estudiantes a computadoras y celulares más baratos. "Es una tremenda manipulación para ganarse el favor del pueblo", argumenta.

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