En la introducción, el funcionario expresa: "El Currículo Nacional Bolivariano es un proyecto de gran envergadura porque dicta las bases históricas, pedagógicas, filosóficas, sociales, culturales, psicológicas, políticas, metodológicas, científicas y humanistas con las cuales se implementará la formación de los niños, niñas, jóvenes y adultos de nuestro país".
Ante las informaciones sobre la participación de cubanos, el ministro aclara que fue elaborado por venezolanos con una "sólida formación académica, de amplia experiencia pedagógica-docente, con conciencia de sus raíces históricas y de la realidad del país". Los especialistas encargados de la revisión y corrección final fueron: Edwin Díaz, Maigualida Pinto, Silvia Vidal y Jorge Blanco.
El documento presenta importantes reformas con respecto a su predecesor e intenta llenar las lagunas que fueron advertidas por los especialistas. Entre esos cambios destaca la eliminación de expresiones como: "La construcción de la nueva conciencia socialista venezolana y la formación de las nuevas generaciones portadoras de ella...". Sin embargo, en la página 21 del texto, se lee "El SEB constituye un elemento primordial para la construcción del modelo de la nueva República (...) La integración de estos subsistemas permite crear, en el marco del proceso revolucionario, un modelo de equilibrio social".
Por otro lado, el documento es más preciso que el borrador. Se reducen las consideraciones y características de los diversos subsistemas del SEB.
Para el docente del Pedagógico de Caracas, Robert Pérez, aparte de la eliminación de la palabra socialismo, llama la atención que en el MPPE dan por aprobada la reforma constitucional al exponer que el nuevo republicano "sería conocedor de la nueva geometría territorial y su dinámica, así como de la importancia del desarrollo económico del país desde las diferentes formas de propiedad, como medio para garantizar la seguridad y soberanía popular".
Acota que el MPPE impone un currículo saltándose los pasos legales, y en ese sentido no sólo desconoce la Ley Orgánica de Educación vigente, sino que ni siquiera emite una resolución que informe sobre el nuevo programa.
"Lo positivo es que se hacen responsables de ese documento. Entonces, el sector educativo ya sabrá actuar en consecuencia".
Otro aspecto mejorado fueron las tesis educativas de Simón Bolívar, Ezequiel Zamora y Francisco de Miranda.
De Zamora se extrae una proclama que por ningún lado se refiere a la educación. Sólo se destaca su lucha por la justicia y la igualdad. El legado de Miranda parte de su enseñanza de la matemática y su visión de una educación "constructivista, formadora de republicanos".
Bolívar se destacó por su libro La instrucción pública en la cual realza el papel del Gobierno en la moral y las luces.
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