08 noviembre 2007

Baduel se volteó... (05)

Chavismo espera que Baduel los movilice

El Comando Zamora expuso en el Museo de Arte Contemporáneo. Congregados en una de las salas de esa institución, los responsables de activar a los profesionales y técnicos chavistas a favor del Sí escucharon las directrices que seguirán durante la campaña electoral.

El ex ministro de Salud, Erick Rodríguez, atribuyó el pronunciamiento del general en jefe (r), Raúl Isaías Baduel, al "síndrome de Caín" y concluyó que este acontecimiento "genera un efecto adherente" que despertará a los oficialistas. "La unidad es fundamental, siempre hay que pensar hacia adelante", dijo Rodríguez, y pidió a sus compañeros "no sorprenderse" por las críticas de Baduel.

El educador José Martínez, miembro del Comando, planteó la necesidad de impulsar una "constituyente gremial". Martínez leyó un documento donde se establece como propósito "generar un alto nivel de movilización signado por un gran activismo político en eventos de calle, en un ambiente de tranquilidad que evidencie la organización, armonía, unidad y disciplina del Partido Socialista Unido, para impedir que triunfe la abstención y minimizar el triunfalismo".


"Ni la traición de mis padres o hijos me detendrá"

Cristo es el consuelo del presidente Hugo Chávez, en el caso de "la traición", como calificó el llamado a votar No a la reforma constitucional de su ex ministro de la Defensa Raúl Isaías Baduel. "Siempre digo cuando me apuñalan (...) que me duele, si mi Señor tenía doce apóstoles y uno lo traicionó, ¿qué me queda a mí que soy una simple oveja?", comentó el mandatario, tras inspeccionar el Fundo Tacarigua II, en Guacara, estado Carabobo.

Al defender su proyecto de reforma, el cual confía en que será aprobado, el jefe de Estado dijo que sus opositores están "desesperaditos" y buscan "generales y traidores y hacen de todo" para impedirlo. "Claro, soy de carne y hueso, siento y padezco, pero a estas alturas de mi vida, por más sentires y padeceres que cargue por dentro, nada ni nadie me va a detener".

Aseguró que "sólo la mano de Dios" lo detendrá del compromiso que tiene con el pueblo. "En el último supuesto negado de que por alguna razón saliera mi madre y mi padre, los pongo a los dos, ¡perdónenme!, pongo el último extremo, que salieran ahora traicionándome o mis hijos -que salga Rosita, María, Hugo, los mayores de edad, que salieran toditos diciéndome: Chávez estamos contra ti, yo lloraría, pero seguiría batallando por el compromiso", advirtió.

En alusión directa a Baduel, a quien nunca mencionó, Chávez aseguró que "hay otros aspirantes a frijolitos (candidatos presidenciales). Les calientan el ego, le empiezan a decir: Tú eres más inteligente y bonito que éste, tienes la labia, tú le ganas, y se dejan llevar. ¡Pobres! Somos humanos".

Burlándose de su contendor en las pasadas elecciones, el mandatario dijo que esos aspirantes a candidatos presidenciales , "oyen el canto de las ballenas, como dijo el filósofo del Zulia (Manuel Rosales), y se tiran por un barranco, cuando han podido tener otro destino".

Después, Chávez encabezó una caravana por Mariara y Maracay. "Arrancó el huracán bolivariano", dijo refiriéndose a su campaña a favor de la reforma constitucional.

El Universal

Baduel, entrevistado en el ABC de Madrid


Pese a las dudas sobre la transparencia del CNE no queda otro recurso que el ejercicio del voto de la ciudadanía para procurar frenar la reforma”. Lo dice hoy Raúl Baduel en una entrevista que publica el diario español ABC. Añade también que “la votación es la única arma cívica que queda”.



Con su rechazo a la reforma constitucional del presidente Hugo Chávez, el ex ministro de Defensa ha sorprendido por igual a tirios y troyanos. Desde que dejó su cargo y pasó a la reserva el pasado julio, el general saltó a la palestra pública este martes para manifestarse en contra del proyecto del mandatario, que considera «un fraude» y «un golpe de Estado».

Tanto los chavistas como los opositores lo ven con suspicacia. Pero es institucional de la cabeza a los pies. También es místico, de vocación católica y, al mismo tiempo, aficionado a la santería africana y oriental. Cuando era su compañero de armas no participó en el golpe de Estado que dio Chávez en 1992, pero fue su secretario privado en 1999 cuando llegó a la Presidencia. Siendo su compadre lo salvó de la intentona golpista del 11 de abril de 2002 y le devolvió al poder, pero ahora ya no piensa seguir apoyándole. Su entrevista exclusiva a ABC la dio en Barcelona, capital de Anzoátegui, en su primera gira por el «no» en el interior de Venezuela, de cara al referéndum del próximo 2 de diciembre.

-¿Por qué llama a votar por el «no» mientras afirma que la reforma es un fraude e inconstitucional, y el Consejo Nacional Electoral (CNE) no es transparente?
-Pese a las dudas sobre la transparencia del CNE no queda otro recurso que el ejercicio del voto de la ciudadanía para procurar frenar la reforma.

-¿Aun a riesgo de que el presidente lo tilde de traidor?
-Me hubiera gustado que el debate se centrara en los alcances de la reforma y no en los insultos y descalificaciones. La propuesta presidencial va en contravía de lo que establece la Carta Magna actual porque cambia su estructura. Propone 69 artículos, pero en realidad cambia más de 250. Esto no es una reforma sino una nueva Constitución.

-En diciembre parece que va a ganar el «sí», los resultados ya están cantados…
-¿Acaso usted tiene capacidad de vaticinar el futuro?

-Eso es lo que afirma el presidente Chávez y lo que indican las encuestas.
-La votación es la única arma cívica que queda. Por eso debemos ser muy cuidadosos para no quebrantar la convivencia pacífica.

-¿Está soliviantando a la Fuerza Armada Nacional (FAN)?
-Eso es lo que han pretendido decir, que mi pronunciamiento era para soliviantar a la FAN. Todo lo contrario, es para que analicen en profundidad la propuesta.

-¿Cree que va a ser derrotada la reforma?
-Tengo motivos para ser racionalmente optimista de que ganará el «no», de que el pueblo venezolano va a tomar conciencia de que este es un asunto de mayor trascendencia, que no sólo tendrá impacto en lo inmediato, sino a medio y largo plazo. Lo que viene es duro con ese socialismo a la criolla.

-¿Qué le diría a los estudiantes y a los partidos de la oposición que están luchando en la calle para impedir la reforma?
-Quiero dar un mensaje no sólo a los estudiantes y a la oposición, porque por ahí también se ha pretendido decir que me he convertido en el portavoz de la oposición, no tengo pretensiones de erigirme en portavoz de ningún sector en particular. Creo que todos tenemos una sola parcialidad que es Venezuela. A los jóvenes les diría que sigan conduciéndose en el marco del civismo y la convivencia pacífica, y que no se expongan a la violencia o que les atribuyan que son un factor generador de violencia, pero que no cedan en sus objetivos de seguir luchando contra la reforma.

Entrevista de Ludmila Vinogradoff
ABC, Madrid (España)


Las 3 cosas que Mari Pili no le perdona a Baduel


Mari Pili Hernández, en su columna de hoy en “El Nacional“, le escribe una carta al General Baduel donde dice que “hay tres cosas que no te perdono y quiero que las sepas”.

AMIGO RAÚL:

No te voy a llamar traidor, eso lo dejo a tu conciencia. Tienes derecho a pensar lo que quieras y a decirlo a los cuatro vientos, porque vivimos en un país democrático. No te critico que no te guste la Reforma, ni que vayas a votar No, ni que hayas dado una rueda de prensa para contárselo a todo el mundo.

Pero hay tres cosas que no te perdono y quiero que las sepas, no para que cambies de parecer, sino para que reflexiones sobre tus errores.

1. No te perdono que hayas esperado el primer día de la campaña para decir que no te gusta la reforma. En la Asamblea Nacional pidieron derechos de palabra José Vicente Rangel, quien fue ministro de la Defensa como tú, y Aristóbulo quien también fue ministro, y expresaron sus puntos de vista. También estuvo Eleazar Díaz Rangel, un periodista, pero inclusive estuvieron Julio Borges, Henry Ramos Allup y otros más, exponiendo lo que no les gustaba. ¿Por qué tú no hiciste eso? ¿Por qué esperaste? ¿Cuál era tu plan? Cualquiera de tus propuestas podría haber sido incluida, pero tú no permitiste esa posibilidad. No haber dicho lo que no te gustaba en el momento cuando la Asamblea abrió las consultas demuestra que tu intención no es constructiva, ya que no permite corregir errores, en caso de que estos realmente existan. Y si tu crítica no es constructiva, lógicamente es desleal.

2. No te perdono que hayas dicho que, de aprobarse la reforma, esto constituiría un golpe de Estado. Este argumento, absurdo por demás, demuestra que desprecias al pueblo, que piensas que los que vamos a votar que Sí (que sin duda seremos la mayoría, como tú bien lo sabes) somos autómatas o manipulados, y que no sabemos lo que hacemos. Hermano, ese discurso está bien para los disociados, para aquellos que se creen mejores que todo el mundo, que tienen más derechos que los demás y que son más inteligentes, cultos y preparados que el resto de los ciudadanos. Pero nunca para alguien que se ganó el amor de ese mismo pueblo el 13 de abril. Pero, ese axioma extraño en el cual el voto del pueblo constituiría un “golpe de Estado” (¿?) demuestra, además, que le tienes miedo al pueblo, a un pueblo que sabe lo que le conviene, aunque ahora eso no te convenga a ti.

3. No te perdono que le hayas hecho un llamado a tus “compañeros de armas”, y que les hayas insinuado que deben actuar frente a esto que has llamado “golpe de Estado”. Si dices que hay un golpe de Estado y luego haces un llamado a tus compañeros de armas, cuando hasta hace apenas unas semanas eras ministro de la Defensa, cuando pasaste toda tu vida ganándote el respeto de ellos, cuando tienes tres soles en tu hombro, ¿qué debo suponer que les estás diciendo? ¿Sabes algo?: ni a ti ni al mismo Simón Bolívar resucitado le permito que jueguen con mi paz, ni con la paz de mis hijos. Y déjame aclararte que las dos primeras cosas que dije no te las perdono como revolucionaria, pero esta última no te las perdono como madre. Porque la paz de mis hijos no es negociable.

Por último, me voy a permitir darte un consejo: ten cuidado con quien te reúnes y quién te aconseja. Después de lo que has hecho será muy fácil conseguir un papel protagónico en el reality show oposicionista. Sin embargo, nunca te creas esos amores sobrevenidos. Lamentablemente para ti los amores sinceros los dejaste atrás. Tú sigue ese camino, si así lo prefieres, que yo me quedo con el pueblo.

Tomado de El Nacional, vía Noticias 24.

¿Se puede confiar en el General Baduel?

En su columna “A sangre fría” que publica este miércoles “El Nuevo País”, Rafael Poleo dice que “lo de Baduel y Podemos es verdad, no es una farsa. Ahora, lo de votar o no votar, ya es cosa de ser o no ser pendejo, lo cual está en la vocación de cada quien”.


Reportaje en Noticias 24.

Baduel, el iluminado

La conmoción de la opinión pública ante las recientes declaraciones dadas por el ex ministro de la Defensa, general retirado Raúl Isaías Baduel, no es tanto por lo que ha dicho en torno al golpe de Estado que se consumará por la vía de la reforma constitucional del 2 de diciembre (cuestión harto comprendida por una buena parte de los venezolanos), sino por lo que no nos ha dicho, y que queda por lo tanto entrelíneas. Llama poderosamente la atención la fuerza, la contundencia del mensaje del Baduel, como queriendo con ello significar su "convicción", y el no dejar asomo de duda ante su actual postura personal y política. Lógicamente, de inmediato se ha desatado toda una pléyade de conjeturas, golpes de pecho, descalificaciones y hasta de premniciones, que nos llevan a una seria reflexión en esta hora menguada de la nación.

Si bien es cierto que el país preferiría a un Baduel claro-clarito como el de este pasado lunes 5 de noviembre, pero desde las alturas de su preeminente posición gubernamental y con ingentes fuerzas tácticas a su mando, lo que le daría un peso específico mayúsculo en lo moral y en lo político, no debemos caer en el error de minimizar el impacto de sus declaraciones, por todo aquello que ha dejado de decir, y que atisbamos como mar de fondo. Considero que esa buena tajada de país -jamás oposición, sino ciudadanía- que se encuentra alerta (quizás aterrada) debería ser más racional y menos visceral. Este importante acontecimiento protagonizado por la -hasta hace poquitos meses- poderosa mano derecha de Chávez, es un signo del grado de descomposición del régimen y de su paulatina implosión. En otras palabras, las declaraciones de Baduel marcan un punto de inflexión del comienzo del fin de un proceso que no sabemos a ciencia cierta cómo terminará, pero que está en franca caída libre.

Chávez no las tiene todas a su favor en este momento. Hay signos evidentes de un deterioro que no pueden ocultar los personeros del régimen, y mucho menos un Chávez iracundo, "enajenado", descontrolado, enredado y perdido en un gigantesco laberinto. Por otra parte -y es lo más "peligroso"-, el pueblo está bravo. Y no me refiero a ese "pueblo" opositor que desde hace casi una década ha venido sufriendo los desmanes de un gobierno sectario y secesionista, que ha tenido como fin teleológico la división en castas. No. Me refiero a la ciudadanía de todas las tendencias políticas: chavistas y no-chavistas. Me refiero al pueblo como a un todo. Hoy no está en juego la permanencia o no de Hugo Chávez en el poder (y eso lo saben sus seguidores, de ahí el temor que suscita la reforma): hoy está comprometida la democracia como un medio para el resguardo de la dignidad humana, como un sistema que nos permite el bien supremo de la libertad de pensamiento y de acción. El venezolano ha comprendido con dolor que independientemente de quien esté en el poder, lo revelante es la preservación de sus derechos, y no está dispuesto a que se los arrebaten.

No sé en realidad si la "iluminación" de Raúl Baduel llegó a tiempo. No sé si en esa Torre de Babel en donde permanece nuestra dirigencia llegan los ruidos de las campanas. No sé si los ex compañeros de armas reflexionarán en torno al mensaje profundo y denso del hombre de la excelente dicción y de la mano férrea. Lo que sí sabemos todos (tirios y troyanos) es que el patíbulo está armado y los verdugos están bien dispuestos a llevar a cadalso a nuestra imperfecta y sufrida democracia. ¿Saldrá con vida?


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