11 noviembre 2007

Baduel se volteó... (07)

"En el poliedro se me hizo un juicio sumarísimo"

Advierte que "no hace alardes de mártir ni de guapetón" y deja claro que "asume las consecuencias de sus actos". No obstante, el ex ministro de la Defensa, general en jefe (r) Raúl Baduel, aspira a que la sentencia coreada por simpatizantes del oficialismo en el Poliedro de Caracas, durante un acto encabezado por el presidente Hugo Chávez: "¡Baduel, traidor, te sale al paredón!" no se materialice en agresiones hacia su persona.

"El país y la comunidad internacional han presenciado que se me hizo un juicio sumarísimo en el Poliedro de Caracas. Aspiro a que sea en sentido figurado lo del paredón, aunque no ando haciendo alardes de mártir ni de guapetón, porque el pueblo sabe suficientemente que cuando he estado en situaciones difíciles, donde he tenido que hacer acopio de valor, las he asumido con dignidad. Asumo con entereza las responsabilidades y las consecuencias que se desprenden de mis actuaciones", concluyó el alto oficial en situación de retiro.

-Durante su gestión como Ministro de la Defensa se instauró en la FAN el lema "¡patria, socialismo o muerte!" y para algunos se acentuó la politización en el estamento castrense. ¿Asume esos señalamientos?

-Raúl Baduel no recibió la orden de instrumentar ninguna consigna que no fuese propia de la institución. Eso lo dije un viernes y el domingo el señor Presidente lo ratificó. Luego, por algunas circunstancias que procuré tener bajo control, pero que definitivamente no resultaron totalmente eficientes, fue introducido en un acto encabezado por el señor Presidente ese lema, harto conocido, que está vinculado a una parcialidad política en el país. Entonces ¿estamos dejando de lado lo que dice el artículo 328 constitucional?

Siempre hice manifiesto y puedo decir con absoluta convicción que nadie podrá señalar que Raúl Baduel, con su actuación personal, convalidó el uso de ese lema o cualquier otro que no fuera propio de la Fuerza Armada.

-En la salutación de Fin Año, desde el Patio de Honor de la Academia Militar, siendo usted titular de Defensa, el Presidente anunció que no revocaría la concesión a RCTV.

-En ese caso estuve estrecho contacto con la presidenta del máximo tribunal (Luisa Estela Morales) y hasta tanto no fue consignada en mi mano la decisión, no di las órdenes pertinentes para el cumplimiento de ese mandato. Algunos pudieran decir que hubo presencia de soldados en áreas donde hay transmisores y en caminos donde hay antenas propiedad de esta empresa, pero hay que señalar que allí también hay equipos de transmisión de instituciones del Estado.

-Como ciudadano, ¿cómo evalúa la medida?

-En este caso no quiero erigirme en un revisor de las decisiones del TSJ, deberían ser los afectados quienes continúen interponiendo acciones, si sienten que sus derechos han sido violentados.

El Universal

"La abstención no detiene la reforma"

Siendo capitán y oficial de planta de la Academia Militar, el hoy general en jefe (r) Raúl Baduel, fue llamado al Comando del Cuerpo de Cadetes para ser reprendido, junto a su compañero Guaicaipuro Lameda, con quien lo unió una "estrecha amistad".

Al cruzar la puerta del despacho, el comandante de entonces pretendió "ofenderlos" con una afirmación: "¡Son los dos capitanes más civiles que han pasado en la historia de la Academia Militar!", recuerda el veguero de Las Mercedes del Llano, quien sin temor, pero con la mesura que lo caracteriza, le respondió: " Mi coronel, le agradezco profundamente que me llame civil, porque interpreto entonces que soy un ciudadano, me está comparando usted con el Libertador, que no aspiraba más que a ser un ciudadano".

A casi cuatro meses de pasar a retiro, el ex Ministro de la Defesa asume con plenitud este rol para evitar que se consuma un "golpe de Estado" y llama al pueblo a votar No en el referendo de la reforma constitucional, muy a pesar de los "epítetos" que por ello ha recibido de su compadre, Hugo Chávez.

-¿Qué lo hizo tomar la decisión de salir a la luz pública y pronunciarse en contra de la reforma constitucional? ¿Por qué lo hizo ahora y no antes, cuando el Parlamento discutía el proyecto?

-No suelo actuar precipitadamente y tuve la impresión, y así fue, de que hasta último momento le hicieron cambios a la propuesta de reforma. Por lo tanto dije: Tendremos que esperar que sea consignada ante el CNE. Pero también aspiré a que el Poder Judicial hiciera lo conducente ante los recursos interpuestos en contra del proyecto.Y es válido señalar y le da fuerza a los planteamientos que he expuesto, el hecho de que dos de los magistrados de la Sala Constitucional (Jesús Eduardo), Cabrera y (Pedro) Rondón Haaz, se abstuvieran de validar y pronunciarse sobre esos recursos que fueron sustentados en razones de inconstitucionalidad.

Todo esto pasó y mi deber me llevó a fijar una posición. Además, es muy válido centrar la discusión en los aspectos económicos, en los derechos fundamentales, en el principio de alternabilidad, pero creo que nos distraemos de lo esencial: ¿Tiene facultades el Poder Constituido de usurpar una atribución que es indelegable del Poder Constituyente? No.

-¿Si el TSJ se hubiese pronunciado en contra del proyecto de reforma o el camino para llegar a él hubiese sido una Constituyente, no se hubiese pronunciado?

-Eso hubiese impreso unas variables que también incidirían significativamente en mi posición. Aspiré a que el TSJ fijara una posición y la fijó, pero convalidando la propuesta.

-¿Pudo quedarse callado?

- Sentí que el deber moral me imponía participar.

-¿Las diferencias con el gobierno se circunscriben a la reforma?

-Me remito a mis palabras cuando entregué el Ministerio de la Defensa. Allí dije que el nuevo modelo teórico-político debía ser profundamente democrático y planteé que debíamos deslindarnos de la ortodoxia maxista (...) Ese día expuse al país mis inquietudes de hacia dónde se debía llevar a la nación. No tengo la intención de hacer un dogma, porque me han tildado de alacrán, conservador, cumplidor de leyes (...) Pero debemos conjugar el texto constitucional con la práctica, porque si no es letra muerta.

-Entre sus inquietudes expuso la necesidad de seguir un "modelo profundamente democrático". ¿Considera que la conducción del país se desvió de ese camino?

-En el artículo 2 de la Constitución está recogido que somos un Estado democrático y en el artículo 5, los principios para escoger a los gobernantes. Si ya tenemos logros en ese sentido, debemos mejorar lo alcanzado. Pongámonos más bien en un sentido positivo y progresivo a decir, ¿ha tenido plena vigencia la Constitución?.

-Usted hacía una distinción entre lo que está plasmado en el papel y el accionar en la práctica ¿El gobierno conduce al país en democracia?

-Prefiero no entrar en esas consideraciones y orientar mis palabras a señalar que en algunos puntos no hemos dado cumplimiento a la Constitución.

-¿En cuáles puntos?

-En buena parte no materializamos el cumplimento de las disposiciones transitorias, ese podría ser un punto (...) pero si nos dedicamos a revisar el texto constitucional, pudiéramos hacer una relación bastante larga de la deuda que tenemos.

-Más allá del discurso que pronunció el pasado 18 de julio al entregar el Ministerio de Defensa y pasar a retiro, ¿le planteó al presidente Chávez sus inquietudes?

-Por los canales regulares y en las instancias donde podía fijé mi posición, en muchos casos, con respecto a temas trascendentales. También procuré ir preparado para participar en los Consejos de Ministros.

-¿Sobre qué temas opinó?

-Recuerdo que cuando presentaron aspectos relativos a la emisión de bonos, consigné mi opinión y en muchos casos también hice patente mi voto negado. Indudablemente que la reserva que tienen los aspectos específicos del Consejo de Ministros me impide revelar mayores detalles, pero tengo la tranquilidad de que en esa instancia, cada vez que consideré necesario manifestar mi opinión, lo hice .

-¿Qué respuestas recibió del Presidente?

-Desde el 14 de julio de 2006, cuando recibí el Ministerio, hasta el 18 de julio de 2007, el señor Presidente no encabezó los Consejos de Ministros ordinarios. Delegó, según las normas, en el Vicepresidente.

-¿Entonces a través de qué medios se comunicó con el Presidente?

-Consigando opiniones, por ejemplo, sobre las leyes atinentes al sector defensa (...) Cuando aún estaba en el Ministerio y como se avizoraba la propuesta de reforma, potenciamos unas comisiones para trabajar sobre ellas. Teniendo bastante adelantado el trabajo, el Presidente me llamó y me recriminó por qué estaba haciendo eso, que no era lo que él había indicado, que suspendiera de inmediato el trabajo y lo remitiera al Vicepresidente. Así lo hice.

-¿Cuándo fue la última vez que conversó con Chávez?

-El pasado 18 de julio (cuando pasé a retiro.

-¿Es cierto que cuando terminó su discurso, el Presidente se le acercó y lo amenazó por las inquietudes que allí hizo públicas?

-Prefiero reservarme cualquier consideración sobre ello.

-Extraoficialmente se ha señalado que luego de ese dicurso, usted es investigado por la Dirección de Inteligencia Militar (DIM).

-Cuando nos trasladamos a Maracay, prácticamente todos los días se estacionaban ve- hículos frente a la casa y tomaban fotos. Algunos escoltas, que tenían amistad con funcionarios de inteligencia, me enseñaron un croquis de los diversos sitios por los cuales me desplazaba y hasta me dijeron que me tenían estrechamente vigilado. Asumí que era para reforzar nuestra seguridad. También comenzaron a generarse matrices de opinión según las cuales el Director de Administración y el Habilitado durante mi gestión estaban prófugos y se habían llevado una cantidad exorbitante de dinero; que me había apropiado del monto de los pasivos laborales del personal civil (...) En diciembre de 2006 logré que el Presidente aprobara esos recursos con un cronograma de entrega (...) pero durante mi gestión, no llegó a materializarse.

-¿Ya le entregaron el finiquito de gestión, donde certifican la auditoría de las cuentas?

-Sí, el señor general Héctor Reyes (Contralor de la FAN) nos hizo entrega del finiquito a mí y a mi esposa, que estuvo al frente de la Fundación de Atención Social del Ministerio. No recuerdo con precisión la fecha, fue antes del mes de octubre.

-¿Personal de su confianza ha sido citado a la DIM?

-Tengo entendido que los escolta fueron citados para pedirles información sobre mi.

-Después de esta situación, ¿es posible un acercamiento con el Presidente?

-En relación al aspecto de la amistad, siempre he suscrito un pensamiento del Libertador Simón Bolívar: "Di a todos mis amigos que sigo siendo el mismo, que de la amistad tengo en mi corazón un templo y un tribunal, a los cuales dedico mi deberes y mis sentimientos, y por último diles que la amistad es mi pasión". También he incorporado a mis normas que entre un principio y un millón de amigos, la balanza se inclina hacia el principio.

-¿No lo descartaría?

-Todos los días pido a Dios que bendiga al universo, a nuestro país, a mi familia, a mis amigos y en el caso de mis adversarios, le pido encarecidamente que no permita que me llene de odio, ni de deseos de venganza, que sea Dios quien los juzgue.

-¿Considera al Presidente como un adversario?

-No tengo motivos para ello.

-Ha manifestado la posibilidad de incursionar en la política, ¿fundaría un partido o se sumaría a alguno de los ya existentes?

-En este momento coyuntural, debemos centrarnos en dar aportes para salir, de la mejor manera, de este trance tan difícil, esa es mi disposición.

-De perder el No en el referendo sobre la reforma, ¿cuál sería la estrategia?

-He manifestado la necesidad de ejercer esa arma democrática que nos queda: el voto. (...) Podría decirle al país que en las más recientes auditorias no se ha podido determinar que haya fraude. Ahora, insisto en que cada uno debe asumir su responsabilidad de participar, porque creo que la abstención y mucho más la indiferencia son perniciosas y le hacen un flaco servicio al contenimiento de la reforma. Ya tenemos ejemplo de ello, donde ha habido una participación muy precaria y en donde la abstención, por lo menos en nuestro país y más particularmente en este caso de la reforma, no tiene fuerza como un elemento de manifestación de voluntad, porque no existe una norma que obligue a cuantificar la participación y colocar un parámetro que si no se cumple, es inválido el proceso.

-¿Qué hacer en caso de que se imponga la reforma?

-Debemos ser consecuentes con nuestra vocación democrática, entonces debemos aceptar la decisión de la mayoría, ahora bien, nos asiste el derecho de exigir la garantía de que el proceso sea transparente.

El Universal

Baduel y la oposición

La sensacional aunque nada estridente declaración del general Raúl Isaías Baduel sobre el proyecto de "reforma" (las comillas son mías porque sigo sosteniendo que no se trata de eso sino de la abolición de toda constitución) ha servido para que mucha gente reaccione y reflexione acerca de las fortalezas y debilidades del Gobierno. En estas notas, me propongo observar el asunto desde el otro lado de la calle: su impacto en los filas de la oposición.

Debo comenzar recordando que no hace mucho publiqué un artículo de una vehemente dureza contra él, en su condición de Ministro de la Defensa. Esto es para recordar que no se trata de un santo de mi devoción. Tampoco diré ahora que me he convertido. Nadie lo creería: se sabe que no soy devoto de ningún santo. Y que si muy de tarde en tarde suelo molestar a mi paisana la Divina Pastora, es sólo cuando veo que el Cardenales está perdiendo por paliza.

El chingo y el sin nariz

Pero puedo repetir aquí lo que escribí a raíz del 4 de febrero de 1992: todo el que se tomaba el trabajo de leerme, sabía que Carlos Andrés Pérez, a quien manifesté mi apoyo cuando enfrentaba la felonía del Héroe del Museo Militar, tampoco era santo de mi devoción, y en esos mismos días había escrito un rosario de diatribas en su contra. Pero, decía entonces, yo no soy jurado de un concurso de belleza, sino un ciudadano común y corriente aunque con suficiente experiencia histórica para saber que el peor de los gobiernos civiles es mejor que el mejor de los gobiernos militares.

Es dentro de ese orden de ideas que saludo como un acto positivo la declaración del general Baduel. Por supuesto, no ha faltado la virgen incontaminada que le reproche por qué esa opinión no la expresó antes. Son los mismos que se la pasan quejándose porque los militares no manifiestan su rechazo del autocratismo, y cuando lo hacen, le reprochan hacerlo tan tarde: la vieja historia del chingo y el sin nariz.

El camino del infierno

Por lo general, esa misma gente cuestiona las buenas intenciones de Baduel, y hay quien llegue al delirio de decir que todo eso es una treta montada de común acuerdo con Chávez, para engañar a la oposición. Y rematan : ¡Yo no estoy dispuesto a calarme otro Arias Cárdenas!

Esto merece ser visto desde tres ángulos. En lo que me concierne, me importa un bledo la intención del general Baduel, aunque sólo sea por aquello tan repetido de que el camino del infierno está empedrado de buenas intenciones: lo que cuenta en este caso es el resultado, el impacto que semejante acción causa en la opinión pública, como reflejo del rechazo nacional a la abolición de la Constitución para establecer una tiranía vitalicia. No convendría olvidar la sensata actitud de los radicales argentinos, anticlericales de nación que cuando Perón se enfrentó a la Iglesia, dijeron que para salir del populismo militar de Perón-Evita, estaban dispuestos a aliarse hasta con el diablo, y a mayor razón con la Iglesia.

¿Una treta de Chávez?

Tampoco falta quien vea todo esto como una treta de Chávez. Curiosamente, quienes creen capaz al teniente coronel de semejante prueba de maquiavelismo (en su acepción corriente de diablismo) son los mismos que le atribuyen una estupidez congénita. Y en el fondo lo que muestran es un profundo pesimismo, el de quienes creen imposible derrotar a un hombre que "se las sabe todas". Son los heraldos de un abstencionismo a ultranzas, el mismo que hace más de medio siglo, descreían del "pobre y engatusado pueblo" que sin embargo, derrotó a la dictadura (y de paso a los abstencionistas) en las elecciones de 1952.

Pero son los que dicen aquello de que "perro viejo no lo capan dos veces", y que no están dispuestos "a calarse otro Arias Cárdenas", quienes mejor muestran la textura de su oposicionismo: son los mismo que lloriquean porque "la oposición no tiene un líder"; pobres huerfanitos calados hasta los huesos de mesianismo. Poco se les da los millones de manifestantes que de una forma u otra se han echado a la calle y han detenido en pocas veces la marcha que se quería arrolladora de Chávez hacia la tiranía.

Y el resto, al hombro

Porque lo que único que les interesa es la aparición un líder lleno de todas las virtudes, absolutamente perfecto que se encargue de "arreglar esto" mientras el resto de los venezolanos "nos las echamos al hombro", para emplear el habitual lenguaje cuartelario.

Como ese líder no existe, ni ha existido nunca ni existirá jamás en una sociedad laica y escéptica, todo recién llegado debe ser visto no como un aliado sino con toda la desconfianza del mundo: o es un oportunista, o trata de lavar viejas culpas, o es el peón de un juego, de una añagaza gubernamental. Esto en un país como el nuestro, tan dado a la igualación por abajo, y cuyos más sabrosos platos son los que se sirven en la mesa de los caníbales.

No se debería olvidar por cierto que no estamos en una campaña presidencial, aunque Chávez buscará presentarla como tal para "polarizar" la escogencia y convertirla en un plebiscito. Lo que sí está claro es que estamos ante una escogencia histórica, donde lo sensato es acopiar la mayor cantidad de voluntades en vez de restarlas exigiendo todas las vacunas posibles.

PD: Terminado este artículo, se suceden las majestuosas manifestaciones pacíficas de los estudiantes contra la mal llamada "reforma", y la respuesta del hampa cuartelaria azuzada por el Capo de tutti i capi en su discurso de pocas horas antes. Los estudiantes demostraron no tener miedo, y el Héroe del Museo Militar logró que en Mercal le apartaran doble ración de detergente.


Manuel Caballero
El Universal
hemeze@cantv.net

Raúl Isaías

En Estudios Políticos de la UCV participé en un fértil debate acerca de las relaciones entre la Razón y la Moral. Yo, con mi manía: que la profunda crisis que vive Occidente no se debe a que "se estén perdiendo los valores", sino a un hecho mucho más grave: ¡que la ética carece de bases racionales! Es decir, que Aristóteles y Kant fracasaron en sus loables esfuerzos por producir esas bases. ¡¡Y que, por eso, el ser humano y la sociedad somos la miseria que somos!! Gracias a los chamos del Grupo PRE por promover el debate.

El interlocutor, aunque aceptó con dignidad que tal vez la razón haya fracasado en proporcionarle un piso a la moral, insistió en la necesidad de reforzar esa búsqueda. Y lo hizo con un sólido argumento: apeló a la comparación entre Maquiavelo y Tomás Moro; aquél basando sus ideas políticas en la miseria humana y éste basándolas en la utopía. O sea: aquél apelando al Ser y éste al Deber Ser. Todo ello rematado con una frase impactante: ¡¡"en la confrontación entre esos dos hombres, yo -sin titubear- le apuesto a Tomás Moro"!!

Al salir del debate, un gran amigo, el profesor Luis Gómez, me recriminó amablemente: "Desperdiciaste un magnífico chance de contrargumentar que él ofreció. Apostarle a Tomás Moro lo que quiere decir es apostarle a la ética y mas aún a la religión. El verbo apostar, usado en ese sentido, no puede querer decir sino tener fe. El que tiene la razón ¡¡no necesita ni apostar ni tener fe!! Cuando él afirmó que estaba de regreso de la Religión y del mas allá, pudiste haberle señalado que apostar por alguien o por algo, es precisamente ir más allá de este mundo, es decir, de la Razón. ¡¡Y que esa es, tal vez, la esfera de la ética y la religión!!

Votar o no votar

Ante todo lo cual se vislumbra ya la figura de Baduel. Porque en este dilema trágico de votar o no votar, hay sin duda razones igualmente poderosas tanto para una opción como para la otra. Muy a pesar de los genios que -en cada bando- asumen que quienes no razonen como ellos son tarados. Y muy a pesar, también, de este razonar endeble de Petkoff: "Cuando se cuenta con un plan alternativo a no votar lo aconsejable es abstenerse. Cuando no se cuenta con éste lo aconsejable es votar". ¡Como si ante los dilemas hubiese siempre salidas racionales! Como si votar fuese per se un plan, el presunto "plan A", al que se refiere el "plan alternativo". ¡¡Como si no hubiésemos puesto igualita la torta después de abstenernos en el 2005 y de votar en el 2006!! Como si la Oposición tuviese algún plan para derrotar a Chávez, sea que votemos o no.

Ante ese callejón sin salida tan perfecto, ante un dilema que torna inútil a la razón -porque ninguna de las dos "razones" puede convencernos de lo que debemos hacer- tal vez quepa apostarle a algo ¡¡a Baduel, por ejemplo!! Y de una vez, a Ismael García y a Ramón Martínez. Hay que arremeter contra el Síndrome Arias Cárdenas, esa creencia tonta según la cual todo el que se desmarque de la barbarie socialista sería un peón o una pieza de Chávez. Frente a esa paranoia ¡¡yo le apuesto a Baduel!! Le apuesto a que este hombre -al parecer honestamente religioso- haya logrado algo que a José Vicente le ha resultado imposible: intuir lo que de verdad es el comunismo: un "modelo de sociedad" tan radicalmente bobo, tan contrario a las infinitas limitaciones de lo humano, tan utópico e infantil, que llevará inexorablemente a Chávez a destruir el país, a acabar con todo lo que alguna vez fuimos o quisimos.


Emeterio Gómez
El Universal
emeteriog@cantv.net

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