Son análisis dignos de ser tomados en cuenta tanto por el Gobierno como por la oposición, pero, sobre todo, por Yo El Supremo, bajado ahora del pedestal de la invencibilidad, cuando el sol le comienza a quemar donde la espalda pierde su digno nombre.
Chávez y su burocratizado PSU menospreciaron la inteligencia del pueblo al que tanto poder le prometían en la propaganda asfixiante de la RC, aunque en la verdad del texto les quitaban el poco poder que tenían. Olvidaron los burócratas bien pagados de la AN y del Psuv que la revolución se construye desde abajo y no imponiendo artículos surgidos de los tres capataces (Dieterich's dixit) o del sobre amarillo llegado a cada rato desde Miraflores, que ellos aprobaban servilmente.
Los chavistas de los barrios -hoy más desencantados por los regaños presidenciales y el aumento de la delincuencia y del desabastecimiento- no se comieron el cuento de que las propuestas venían del pueblo. Sabían que eran imposiciones de quien sólo aspiraba a permanecer eternamente en el poder. Un poder para él solo. Para extender la hegemonía política de una Revolución que en nueve años no ha logrado disminuir la pobreza, ni el crimen. Que miente cuando dice que le ha dado salud al pueblo, mientras los Barrio Adentro han ido desapareciendo y los hospitales están ruinosos. Chávez no quiere leer -y si los lee seguramente le llamará traidor- los artículos de Eduardo Semtei en El Mundo, donde le anunciaba a él y a los engreídos burócratas del Psuv, lo que les iba a ocurrir si no cambiaban su conducta. O los que tímidamente aparecían en Aporrea con seudónimo (por temor a represalias). Yo El Supremo sólo escuchaba a quienes le decían que era invencible. Que apelase a la lealtad de "su" pueblo: Así se hastió a los venezolanos de tanto repetir que votar "SÍ" era ser leal a Chávez y votar "NO" ser traidor a Chávez. Quien se cree la reencarnación del pueblo menospreció, una vez más, la inteligencia del soberano y su decisión de tener un rol protagónico distinto al triste papel de decorado en la ópera bufa en que convirtieron la RC.
Chávez no escucha al pueblo ni los reclamos a favor de la reconciliación. Persigue a Enrique Mendoza y a Mónica Fernández, como ha encarcelado antes a quienes han disentido de él. Si escuchase al pueblo, después de la derrota se habría puesto de inmediato a gobernar. Habría despedido a los ministros del Interior, de Finanzas, de Industrias Ligeras, de Agricultura, Salud y de Vivienda, para empezar. Los crímenes y la violencia carcelaria han subido meteóricamente. Del 11% de inflación prometido por Cabezas estamos en un 20%, que podría llegar al 22%. La papelorragia y los retrasos de Cadivi han exacerbado criminalmente el desabastecimiento. Los intentos de producción agrícola roja rojita han sido un fracaso. Las enfermedades endémicas han llegado a cifras alarmantes, sin que el ministro militar se inmute. De las ciento veinticinco mil viviendas prometidas este año apenas se han construido 36 mil. Para donde miremos no encontramos más que corrupción e incumplimiento: Pdvsa se estancó en los 2 millones 300 mil barriles y ha más que duplicado su nómina. En materia educativa las cifras son deplorables, al igual que la desnutrición infantil y el incumplimiento de Venezuela con las metas del milenio.
Chávez está obligando a los funcionarios -bajo amenaza de despido- a firmar la solicitud de nuevo referéndum para que le aprueben la reelección indefinida, el modelo cubano y el delirio de la geometría del poder, irrespetando así la voluntad popular que ya rechazó con sus votos la RC. Entre tanto los integrantes de su desarticulado aparato político se caen a dentelladas y gobernadores y alcaldes piensan más en su reelección, que en lo que Chávez quiere. Con las noticias sobre la detención en Miami de tres boliburgueses mensajeros del gobierno rojo rojito para ablandar a Antonini a fin de que no diga a la justicia lo que todos sospechábamos, llegan también los gritos de la recién estrenada Presidenta argentina llamando "basura" a lo que ahora se confirma: que los $ 800 mil salieron de la petrochequera venezolana para su campaña.
De nada sirve el "por ahora" regado por todo el país para consolarse de la derrota del 2D. Los indicadores apuntan hacia que el 2008 será para Chávez aún más horribilis que el 2007 porque estará signado por las protestas y la escasez. Y aunque desde el 3D escasea el dulce de lechosa ¡Feliz Navidad y hasta el próximo nuevo año!
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