Cada semana está más extraña que la otra. Ya no sólo por lo que pasa, por el desabastecimiento, por la inflación galopante, por casos de delincuencia cada vez más numerosos y cruentos, por el empeño del Gobierno de llevarnos al borde del conflicto con Colombia, ahora por desatar un escándalo innecesario con una empresa petrolera asumiendo el expediente del nacionalismo a ultranza. Lo cierto es que mientras más pasan los días, más suceden eventos.
Pero si bien los hechos nos abruman, las declaraciones oficiales a propósito de los mismos, nos dejan "con los ojos claros y sin vista", como dirían las abuelas. La semana que recién concluye fue una muestra nada gratuita de cómo la razón, la sindéresis, la verdad y la lógica escasean tanto como la leche.
No reseñaremos las palabras del líder de la revolución porque últimamente no se sale del guión y las amenazas son siempre las mismas. Tan repetido está que el "efecto sorpresa" ya no existe. Pero recientemente su séquito ha estado realmente creativo. Claro, todo bajo la misma línea argumental, pero con "variaciones ingeniosas" sobre el mismo tema.
Por ejemplo, ante el asunto del desabastecimiento y sus consecuencias, hay dos declaraciones dignas de reseñar. Una del ministro Jaua afirmando que no hay carencia de productos sino un "incremento en el consumo". O sea, que por estar tan bien es que estamos tan mal. Y la otra, la del hermano del Presidente en Barinas, Asdrúbal Chávez, quien ha responsabilizado a Estados Unidos y a Bush por el saqueo de un Mercal en Sabaneta. ¿Será que agentes de la CIA están acaparando alimentos en la llamada "cuna de la revolución" con el único fin de desestabilizar?
El ministro de Relaciones Interiores merece un capítulo especial de este registro cuando calificó a la nueva PM como una policía "socialista, revolucionaria, insurgente y subversiva", dándole le misión de ir en contra de lo establecido. La pregunta¿ ¿nueve años en el poder no convierten a este Gobierno en el verdadero status quo?
Otra cita extraña, la de Diosdado Cabello cuando salió en defensa de su hermano ante las denuncias de Tascón. Gracias al gobernador nos enteramos ya no sólo que hay una "derecha endógena" en el oficialismo, sino de paso que existe una "falsa izquierda". ¡Qué cantidad de categorías dentro del PSUV! El torneo de acusaciones llegó a tal ingenio que incluso planteó que el diputado había estado en las oficinas de Bill Gates y allí le habían colocado un "chip capitalista" en la sangre.
Quizás el más sincero de los declarantes fue el ministro Izarra a quien lo traicionó el subconsciente cuando en un acto expresó: "la misión que tenemos que cumplir es la lucha contra la verdad"¿ Eso sí no se pone en duda.
Pero si bien los hechos nos abruman, las declaraciones oficiales a propósito de los mismos, nos dejan "con los ojos claros y sin vista", como dirían las abuelas. La semana que recién concluye fue una muestra nada gratuita de cómo la razón, la sindéresis, la verdad y la lógica escasean tanto como la leche.
No reseñaremos las palabras del líder de la revolución porque últimamente no se sale del guión y las amenazas son siempre las mismas. Tan repetido está que el "efecto sorpresa" ya no existe. Pero recientemente su séquito ha estado realmente creativo. Claro, todo bajo la misma línea argumental, pero con "variaciones ingeniosas" sobre el mismo tema.
Por ejemplo, ante el asunto del desabastecimiento y sus consecuencias, hay dos declaraciones dignas de reseñar. Una del ministro Jaua afirmando que no hay carencia de productos sino un "incremento en el consumo". O sea, que por estar tan bien es que estamos tan mal. Y la otra, la del hermano del Presidente en Barinas, Asdrúbal Chávez, quien ha responsabilizado a Estados Unidos y a Bush por el saqueo de un Mercal en Sabaneta. ¿Será que agentes de la CIA están acaparando alimentos en la llamada "cuna de la revolución" con el único fin de desestabilizar?
El ministro de Relaciones Interiores merece un capítulo especial de este registro cuando calificó a la nueva PM como una policía "socialista, revolucionaria, insurgente y subversiva", dándole le misión de ir en contra de lo establecido. La pregunta¿ ¿nueve años en el poder no convierten a este Gobierno en el verdadero status quo?
Otra cita extraña, la de Diosdado Cabello cuando salió en defensa de su hermano ante las denuncias de Tascón. Gracias al gobernador nos enteramos ya no sólo que hay una "derecha endógena" en el oficialismo, sino de paso que existe una "falsa izquierda". ¡Qué cantidad de categorías dentro del PSUV! El torneo de acusaciones llegó a tal ingenio que incluso planteó que el diputado había estado en las oficinas de Bill Gates y allí le habían colocado un "chip capitalista" en la sangre.
Quizás el más sincero de los declarantes fue el ministro Izarra a quien lo traicionó el subconsciente cuando en un acto expresó: "la misión que tenemos que cumplir es la lucha contra la verdad"¿ Eso sí no se pone en duda.
María Isabel Párraga B
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