La Conferencia Episcopal Venezolana (CEV) recuerda que la educación no se reduce a un conjunto de conocimientos y herramientas que deben ser aprendidas, pues es un derecho que debe ser disfrutado por todos los venezolanos; y por lo tanto no debe convertirse en un objetivo más en la guerra entre parcialidades políticas.
"La batalla, como alguno la ha bautizado, de la educación no la debe ganar o perder parcialidad alguna porque los valores y derechos no son objeto de votación", afirma el comunicado leído el día de ayer por el presidente de la Comisión de Educación y vicario apostólico de Puerto Ayacucho, José Ángel Divassón.
Los obispos aseguran que pocas veces se ha establecido un diálogo franco y abierto en torno al tema educativo y que, en esta ocasión, el proceso tampoco ha sido participativo o plural.
El documento, redactado en el marco de la XXXVI Asamblea Plenaria Extraordinaria, refleja la preocupación del espiscopado porque se pretenda poner el sistema educativo al servicio de un determinado proyecto político lo que califica de "arbitrario y excluyente".
El escrito critica que no se hayan analizado las consecuencias de implementar el nuevo sistema y vaticina que de continuar esta situación se agudizarán los enfrentamientos y divisiones en el país.
Tanto los cambios propuestos por el Gobierno como la forma en que se han dado a conocer han generado descontento entre padres, representantes, universidades y educadores, quienes critican la propuesta porque contradice planteamientos de la Constitución y de la Ley Orgánica de Educación, e incluye elementos que fueron rechazados en el referendo del 2D.
La CEV señala que las autoridades han propiciado el clima de confusión y malestar que envuelve la reforma curricular, pues cada vez que declaran envían mensajes contradictorios. "En unos momentos destacan el carácter obligatorio y definitivo de cuanto ya está decidido y en otros presentan el tema como si estuviera en fase provisional e interlocutoria de estudio". Indican que en el currículo deben ser corregidos "el exagerado militarismo, la visión parcializada de la Historia y la reducción e imposición de los modelos inspiradores presentados, entre otros".
Manifiestan estar de acuerdo con aquellos contenidos que están en consonancia con la Constitución, los principios de libertad y pluralidad de pensamiento, y con introducir elementos como la responsabilidad social y la solidaridad.
En el documento los obispos insisten en que es necesario establecer "un amplio diálogo nacional acerca de los fundamentos teóricos, pedagógicos y filosóficos, que deben ser entendidos a la luz de la Constitución y no interpretados unilateralmente".
Avalaron la actitud de aquellos que se han estudiado los contenidos del nuevo diseño curricular, han expresado sus opiniones y que están dispuestos a debatir y defender con argumentos la propuesta.
Exhortan a las autoridades a no adelantar la implementación del diseño curricular y les conminan a hacer pública toda iniciativa relacionada con el diseño curricular o cualquier cambio que se plantee al sistema educativo, para evitar la propagación de rumores.
El Universal
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