Los hospitales públicos no existen luego de 10 años de regalar los recursos a los extranjeros, por lo que el enfermo pobre debe resignarse a seguir con su dolencia o morir indignamente.
Van más de 100 mil muertos ocasionados por la delincuencia incontrolada por el desgobierno del ineficaz.
Faltan casi 3 millones de viviendas para los venezolanos sin techos, mientras que los cubanos comunistas construyen las suyas con los recursos nuestros.
Nadie -excepto el ineficaz- sabe el destino de aproximadamente un billón de petrodólares ingresados en los últimos 10 años, aunque se presume que fueron utilizados para "ayudar" a países diferentes a Venezuela, así como a ciudadanos mayoritariamente no venezolanos.
La deuda pública (interna y externa) ha aumentado desaforadamente, toda vez que el gasto desgubernamental no tiene contraloría que lo vigile.
Más del 90% de los venezolanos no sienten prosperidad alguna, a pesar del caudal mil billonario de petroplata que ha ingresado al país en los últimos 10 años.
El desgobierno y sus aliados se divierten con el dinero de los venezolanos, en una suerte de fiesta sin final, pues presumen que están para nunca más dejar el poder.
La oposición se mimetiza con el desgobierno y confunde seriamente a la población sedienta de esperanzas de cambios. Ésta y los "rojitos" juegan a elecciones todo el tiempo, pues es lo único que aprendieron en el eterno vacacionar por las universidades venezolanas.
La opinión de la institución militar brilla por su ausencia. Mientras, quiere dar la impresión de creer en las consignas comunistas, que ni los mismos cubanos aceptan luego de vivir casi 50 años en la mayor miseria humana y material que pueblo alguno haya padecido por culpa de una persona.
El Ineficaz ha demostrado que la mayoría de las conciencias humanas son sobornables, máxime cuando no existe un sistema de administración de justicia capaz de investigar, juzgar y sancionar a los culpables.
La sapiencia y la experiencia fueron sustituidas por la fidelidad al Ineficaz, por lo que encontramos un desgobierno lleno de equivocaciones y muy primitivo.
Las calles de toda Veenzuela están llenas de huecos, de basura, de cosas feas, de destrucción de lo bueno que había gracias a los 40 años de democracia que precedieron a la actual entropía social del Ineficaz. Pareciera que la Venezuela moderna se convirtió súbita y mágicamente en un país africano, sin darnos tiempo a la reacción.
Por 10 años, la Fiscalía General de la República no ha visto delito alguno en las actuaciones irregulares de algunos funcionarios del Ineficaz. Ni siquiera en las de él mismo, a pesar del uso/destino inconstitucional dado a los recursos de todos los venezolanos.
Lamentablemente debo informar a todos los invitados a la fiesta de 10 años del Ineficaz que la plata se acabó, pues las arcas del erario nacional están vacías. En consecuencia, deberán tomar las medidas pertinentes al caso de especies.
Al resto de los venezolanos, a esos casi 24 millones de espectadores silentes, debo preguntarles cuánto más seguirán aguantando los dislates desgubernamentales. ¿Cuándo será suficiente? ¿Será que creen que podrán sortear el desmadre sin ser chispeados tan siquiera un poquito por la barbarie que nos rodea?
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