Washington.-A diferencia de los otros tres acusados, Franklin Durán continúa con su pelea con los fiscales norteamericanos que lo acusan de actuar como espía venezolano en el caso de la valija con 800 mil dólares detectados en Aeroparque, en agosto último.
Pero lejos de calmar las aguas, aporta cada día nuevas revelaciones sobre quién es quién en el escándalo que involucra a Argentina y a Venezuela por igual, informó el diario La Nación de Argentina.
El pasado lunes fue el turno del fiscal federal John Shipley de señalar el rol que jugaron las "autoridades venezolanas" en el escándalo al responderle a su abogado defensor, Ed Shohat, quien denuncia la carga política de todo el enredo y que los cargos en contra de su cliente son "vagos" y, por tanto, inconstitucionales.
"La aparente creencia de Durán de que es permisible involucrarse en una conducta prescripta [penalmente] porque no era un espía profesional o no actuaba en contra de EEUU es una visión enteramente de él y no arraigada en ningún lenguaje o limitación del estatuto [penal]. Este estatuto no resulta vago porque no [dice] lo que el acusado quiere que diga", dijo.
Shipley también buscó refutar a Shohat contra otros dos acusados que se declararon culpables y testificarán contra su cliente -su ex socio Carlos Kauffmann y el abogado venezolano Moisés Maionica-, recordándole los vínculos entre Durán y el Gobierno venezolano. Shohat dijo que Kauffmann y Maionica se mostrarán más que dispuestos a inculpar al presidente Hugo Chávez en el escándalo con tal de embarrar a Durán, reducir condenas y evitar deportación a Venezuela una vez libres.
Pero Shipley le recordó que, según surge de las grabaciones del FBI, fue Durán quien le dijo a Antonini en el Restaurante Quarterdeck de Fort Lauderdale que "las autoridades venezolanas no confiaban en él" y que "sospechaban de que estaba hablando con las autoridades estadounidenses", como en efecto ocurría.
El Universal
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