Paraguaná.- Distantes, sonrisas forzadas y un frío apretón de mano fue lo que se pudo ver del primer encuentro bilateral de los presidentes de Venezuela Hugo Chávez y, de Colombia, Álvaro Uribe, desde que el mandatario del vecino país, el 21 de noviembre de 2007, pusiera fin a la mediación de su homólogo venezolano en el acuerdo humanitario con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
"Yo pienso que estamos en la necesidad de retomar el camino, de reactivar las relaciones. Ahora, eso depende de muchas cosas" , advirtió el mandatario nacional a sólo segundos de recibir a Uribe, en el edificio Neoa, sede administrativa del Centro de Refinación Paraguaná, en Punto Fijo, estado Falcón.
Durante los minutos que permanecieron a las puertas del edificio sede del CRP, el ministro de Finanzas Alí Rodríguez conversaba con ambos mandatarios logrando bajar la evidente tensión entre ambos.
Así, sin abrazo, aun los insistentes gritos de "dense un abrazo", lanzados por los fotógrafos presentes, ambos entraron al edificio. La misma situación se presentó al final de la rueda de prensa conjunta, no obstante las palabras cordiales que intercambiaron los presidentes, aunque esta vez sus rostros indicaban que más de dos horas a solas reunidos fueron un buen avance para recomponer las relaciones.
"Comenzó hoy una nueva etapa en las relaciones (...) (hemos decidido) relanzar nuestras relaciones políticas, humanas, sociales y económicas (...) hemos decidido retomar, y lo hacemos a plenitud de sentimientos y voluntad, el camino que venimos construyendo (...) que bastantes cosas positivas logramos", declaró Chávez, tras afirmar "que en esa conversación franca, cálida hemos volteado completamente la página de la borrasca que pasó. Nos debíamos esa conversación".
"En este clima cordial, franco y cálido, (Chávez) me hizo el reclamo de no haberlo llamado para la suspensión de la mediación y se lo acepté. Es bueno decirlo en público", explicó Uribe, quien al igual que su par se interrumpían para responder y comentar entre chistes e información el fin de las tensiones.
"Y él (Uribe) me decía porque tú en los personal me trataste así", reveló Chávez. "No le repetí nada concreto porque de nada me acordaba", bromeó Uribe. "Yo me sentía muy herido", admitió el mandatario nacional, para agregar: "Pero punto y aparte para continuar (...) fortaleciendo la confianza y creando equipos de trabajos".
En ese sentido anunció que los cancilleres de ambas naciones se reunirán dentro de dos meses, para discutir los temas económicos y comerciales pendientes. "Las cosas que se hablaron ahí fueron constructivas, se analizaron aspectos históricos, una agenda muy completa. Lo importante sería ahora iniciar una muy acelerada dinámica de las cancillerías y las embajadas", señaló Uribe.
Por su parte, Chávez abogó por " recuperar el tiempo perdido y a ganar tiempo para enfrentar problemas que son comunes y desafíos comunes". Precisó que ya dio instrucciones para que sean "retomados todos los temas" que se habían suspendido, entre ellos la construcción del gasoducto. Manifestó su deseo de que el comercio bilateral "siga creciendo". "Salimos refrescados, aliviados de cosas", comentó.
Uribe entregó a Chávez una replica de la balsa de la cultura indígena muisca; mientras el mandatario nacional le obsequió una pintura del Libertador. Posteriormente, Chávez comentó que le regalaron dos libros sobre Bolívar.
El arribo de Uribe al estado Falcón se produjo pasadas las 11.30 de la mañana, y ya a las 12.30 del mediodía llegaba a la refinería. Lo acompañaba, entre otros, el general Freddy Padilla de León, comandante de las Fuerzas Militares de Colombia.
Los mandatarios no suscribieron ninguna declaración conjunta o acuerdo, como se había anunciado previamente.
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