Miles de periodistas y agencias transmitieron los detalles del audaz operativo militar que, sin disparar un tiro, rescató sanos y salvos a Ingrid Betancourt, once militares colombianos y los tres norteamericanos secuestrados en 2003. Los massmedia del mundo reconocieron el triunfo político y humanitario del presidente Uribe y la impecable labor de inteligencia del Ejército colombiano en una operación calificada como "el éxito militar más importante de los últimos años" y "el más duro golpe para los rebeldes de las FARC".
A la aclamación general por tan eficaz acción militar, se suma la admiración hacia Ingrid Betancourt quien, ante tantos sufrimientos en su largo cautiverio, no cayó en la tentación de arremeter contra el Gobierno por su posición ante los secuestros, sino que calificó de "perfecto" el operativo, agradeció a Uribe "que se la jugó por nosotros" ("su reelección fue buena para el país porque fue clave para reducir a las FARC") y dijo estar orgullosa del Ejército de Colombia.
Ingrid reconoció que Chávez y Correa "son aliados importantes de este proceso, pero bajo un condicionante que tiene que ser el respeto de la democracia colombiana. Los colombianos eligieron a Álvaro Uribe, no eligieron a las FARC. La ayuda de esos países es importante, pero a condición de que sea respetando la democracia colombiana". (¡Toma tu tomate!)
Cuando el triunfante Uribe recibía miles de felicitaciones y apoyos de presidentes y personalidades mundiales, los ciudadanos de a pie mostrábamos nuestra envidia ante el profesionalismo técnico e institucional de los militares colombianos (es inevitable llorar cuando se les compara con los vociferantes ramplones del "patria, socialismo o muerte"). Entre tanto los alter-ego de Chávez vomitaban denuestos en VTV contra Ingrid Betancourt y el exitoso Jaque. Uno dijo que Ingrid era "un Borregales con falda" cuando la secuestraron y ahora es "un emblema político" que Uribe utiliza para enfrentarla al "gran liderazgo" de Piedad Córdoba en Colombia. Además acusó a Ingrid de haber pactado con Uribe en el trayecto del avión hasta el aeropuerto. El escatólogo nocturno, con cara de funeral, llamó mezquina a Betancourt, porque "minimizó la importancia de la participación del presidente Chávez". Según él, fue Chávez quien "sacó el tema de los rehenes de debajo de la tierra", El "hala, pero no te guindes" no es lema de los "juglares" de este reino. Otayza, ("estamos todos bajo sospecha") alardeaba de su condición de experto en seguridad al jurar que los 15 secuestrados iban a ser entregados por las FARC gracias a la intermediación de Chávez, acto que fue interceptado por los militares colombianos. La fiebre sube a medida que aumenta la creatividad del declarante. Brito García, asegura que las FARC ejecutaban una acción unilateral de liberación de los 15 prisioneros, cuando el Ejército colombiano colocó un helicóptero falso, se apoderó de los 15 rehenes, y ahora los presentan como rescatados por ellos. La Defensora del "pueblo" también quiso vela en este entierro y mostró su disgusto porque Ingrid, al ver los helicópteros, pensó que los llevaban a " otro circo" y porque no reconoció el trabajo de Chávez por la paz. La misma doñita no se dio por enterada de que un digno general fue detenido por la DIM, solo porque solicitó una definición del TSJ sobre el inconstitucional grito de "patria, socialismo o muerte" (Con amigos así... ).
Los canales privados venezolanos, a diferencia de los oficiales, se encadenaron con la rueda de prensa del presidente Uribe acompañado de su alto mando militar y de los ex secuestrados. El patético comunicado de la Cancillería venezolana dedicó el 80% de su pobre texto a alabar el "protagonismo" de Chávez en la liberación de los "rehenes" y en el "proceso de paz". El silencio de Yo el Supremo en torno al rotundo triunfo de la política de Uribe sobre las FARC fue roto casi 24 horas después del rescate (dijo haberse enterado porque ¡¡se lo contó un obrero!!). Desde Margarita un Chávez con cara amarrada dijo compartir el júbilo por la "liberación de esas personas y estar "a la orden para lograr la paz plena en Colombia". Aún con el sapo real del "por qué no te callas" danzando en su estómago, gritó que "España no fue una buena madre patria" y pidió "tomar represalias contra Europa" por la ley de inmigración (¿Cuantos cientos de miles ha aventado Chávez fuera de Venezuela?). Aprovechando el aquelarre contra los medios libres denuncia "la tiranía comunicacional" (consejos vendo y para mí no tengo) y reta: "No te tengo miedo, Imperio". Por la noche se dirige a un grupo de incrédulos oficiales, seguramente impresionados aún por la eficacia militar del país vecino, y les dice que "Si el Imperio y la IV Flota quieren guerra, !!!los derrotaremos!!!". (Dime de lo que presumes y te diré de lo que careces).
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