El día de ayer el señor presidente Chávez empezó a proponer y aupar una nueva visión de Iglesia, con valores distintos y en mucho contrapuestos a la tradicional fe católica aceptada por la gran mayoría de venezolanos.
Venezuela es un país donde por principio democrático se acepta la diversidad de confesiones y la libertad de culto. Ello está claramente establecido en la Carta Magna. Pero una cosa es la libertad, y otra muy distinta la utilización procaz de elementos de fe para manipular la conciencia de los venezolanos.
¡Qué vergüenza que este Gobierno quiera a troche y moche convertir nuestros valores en únicos y socialistas! ¿Cómo es posible que a la corte de ya muy conocidos adulantes de oficio se sume ahora una patética corte de sacerdotes que quieren meterse en la "manguangua" del poder, adulando al Presidente y rompiendo con sus convicciones cristianas?
Respeto enormemente la diversidad de religiones y creencias. Estoy convencido que cada quien desde su espacio tiene sus motivaciones para creer y fortalecerse espiritualmente. Pero categóricamente critico y rechazo que se pretenda desvirtuar los valores primarios de una sociedad que cree en la familia, en el respeto y en el perdón.
Es intolerable que Chávez pretenda deslegitimar nuestros valores e imponernos una nueva corriente que, como todo lo que propone, carece de valores y de principios sólidos para ser considerada seria.
Debemos estar alertas para hacer respetar nuestras creencias, pero principalmente para impedir que utilicen nuestras instituciones sociales para mal ideologizar a nuestro pueblo.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario