Interés de Antonini en negocios de Durán planteó la defensa
El Universal
Ofrecen garantías al "hombre de la maleta"
El Universal
Miami, Estados Unidos.- Alejandro Antonini sobrevivió al implacable interrogatorio de la defensa. Tras escuchar de la juez Joan Lenard que ni el elemento político ni las supuestas motivaciones del hombre del maletín para acudir al FBI tienen cabida en este juicio, el abogado Edward Shohat empezó la mañana con un revés y la terminó con otro, pero soltó una frase demoledora: "¡Su relación con Franklin Durán lo convirtió en multimillonario!", sentenció ante Antonini justo después de preguntarle: "¿No es cierto que de 50.000 dólares anuales pasó a ganar tres millones en 2006 gracias al negocio en Uruguay para el que Durán le prestó dinero?".
"¡Objeción!", gritó Mulvihill, mientras Antonini se iba haciendo cada vez más pequeño en su asiento.
Los dos últimos días han sido duros para el testigo estrella del caso. Shohat le ha interrogado sin piedad. Ayer le preguntó una y otra vez si fue él quien dio orden al contable de Durán, Vladimir Abad, para cambiar al titular en FoxDelta Corporation (la F y la D son las iniciales del acusado que enfrenta juicio), la sociedad que posee la casa de Durán en Key Biscayne y un apartamento en el Trump Plaza de Hollywood (Florida). ¿Es su testimonio que no instruyó a Abad para que sacara a Durán como presidente de FoxDelta?. "Yo no se lo pedí. Abad debió ser quien lo cambió". Y así siguió Shohat durante un buen rato, nombrando a Umissa (las casas que fabricarían en Uruguay, montarían en los barrios pobres de Caracas y pagaría Pdvsa) y otros asuntos entre estos viejos socios y ahora grandes enemigos. El letrado intentaba convencer al jurado de una fuerte acusación. "¡Claramente robó y mintió a Durán con el negocio de Uruguay! Usted quería meter a Durán en la cárcel para quedarse con sus negocios. ¡Por eso montó todo esto!", espetó Shohat.
En ese momento la juez mandó salir a Antonini y a su abogada de la sala y se repitió la misma escena de los últimos días: cada vez que el "gordo" abandona el estrado, Durán lo mira fijamente, con una mirada penetrante y oscura como si supiera que con ponerse a tiro durante un solo segundo lo fulminaría como un rayo. Antonini, por su parte, ha adoptado la técnica del "todos son invisibles", fijando siempre sus ojos en un punto indeterminado, sin cruzar la vista con nadie. "Ya ha tenido tiempo suficiente para establecer su teoría de que Antonini tenía intereses contra Durán", subrayó la juez a Shohat.
A su regreso, Antonini volvió a enfrentarse al interrogatorio. Contesta siempre en inglés. Su abogada, Theresa Van Vliet, asegura que no fue ella quien decidió el idioma que emplearía, pero el caso es que no parece una decisión muy acertada. A Antonini no se le escucha muy bien, habla bajito y sin contundencia.
Shohat lanzó otra pregunta comprometida: ¿Le pidió a su abogada que le hiciera una factura falsa por sus honorarios, 250.000 dólares? "Sí, pero ella me dijo que debía hacerla correcta". ¿Pagó 2.227 dólares en metálico cuando se hospedó en el hotel Four Seassons tras su llegada de Argentina? "Sí", respondió Antonini. ¿Esa suma tenía algo que ver con el que le metió en su maletín Daniel Uzcátegui en el aeropuerto mientras usted firmaba el acta? "No", señaló el testigo. ¿Devolvió todo el dinero al FBI, verdad? "Sí". ¿Habló con Cristian Lovera para que recogiera los dos millones que le daría el Gobierno venezolano? "No". ¿No es cierto que habló con él y le pidió que no se involucrara en este lío? "No lo recuerdo, señor". Shohat le mostró entonces un documento, afirmando: ¿Tuvo usted una conversación con Lovera el 13 de noviembre de 2007?
Mulvihill objetó, una vez más, y el tema se quedó ahí. Pero para entonces ya había llegado otra noticia bomba: María del Luján Telpuk, la ex policía que le ordenó a Antonini abrir el maletín con los 800.000 dólares el 4 de agosto de 2007 en el aeropuerto de Buenos Aires, vendrá a declarar a Miami a partir del próximo miércoles, cuando se reanuda la audiencia. Ella lo confirmó ayer: "la citación me llegó hace unos días y viajo mañana (por hoy) a Miami". La historia continúa...
"¡Objeción!", gritó Mulvihill, mientras Antonini se iba haciendo cada vez más pequeño en su asiento.
Los dos últimos días han sido duros para el testigo estrella del caso. Shohat le ha interrogado sin piedad. Ayer le preguntó una y otra vez si fue él quien dio orden al contable de Durán, Vladimir Abad, para cambiar al titular en FoxDelta Corporation (la F y la D son las iniciales del acusado que enfrenta juicio), la sociedad que posee la casa de Durán en Key Biscayne y un apartamento en el Trump Plaza de Hollywood (Florida). ¿Es su testimonio que no instruyó a Abad para que sacara a Durán como presidente de FoxDelta?. "Yo no se lo pedí. Abad debió ser quien lo cambió". Y así siguió Shohat durante un buen rato, nombrando a Umissa (las casas que fabricarían en Uruguay, montarían en los barrios pobres de Caracas y pagaría Pdvsa) y otros asuntos entre estos viejos socios y ahora grandes enemigos. El letrado intentaba convencer al jurado de una fuerte acusación. "¡Claramente robó y mintió a Durán con el negocio de Uruguay! Usted quería meter a Durán en la cárcel para quedarse con sus negocios. ¡Por eso montó todo esto!", espetó Shohat.
En ese momento la juez mandó salir a Antonini y a su abogada de la sala y se repitió la misma escena de los últimos días: cada vez que el "gordo" abandona el estrado, Durán lo mira fijamente, con una mirada penetrante y oscura como si supiera que con ponerse a tiro durante un solo segundo lo fulminaría como un rayo. Antonini, por su parte, ha adoptado la técnica del "todos son invisibles", fijando siempre sus ojos en un punto indeterminado, sin cruzar la vista con nadie. "Ya ha tenido tiempo suficiente para establecer su teoría de que Antonini tenía intereses contra Durán", subrayó la juez a Shohat.
A su regreso, Antonini volvió a enfrentarse al interrogatorio. Contesta siempre en inglés. Su abogada, Theresa Van Vliet, asegura que no fue ella quien decidió el idioma que emplearía, pero el caso es que no parece una decisión muy acertada. A Antonini no se le escucha muy bien, habla bajito y sin contundencia.
Shohat lanzó otra pregunta comprometida: ¿Le pidió a su abogada que le hiciera una factura falsa por sus honorarios, 250.000 dólares? "Sí, pero ella me dijo que debía hacerla correcta". ¿Pagó 2.227 dólares en metálico cuando se hospedó en el hotel Four Seassons tras su llegada de Argentina? "Sí", respondió Antonini. ¿Esa suma tenía algo que ver con el que le metió en su maletín Daniel Uzcátegui en el aeropuerto mientras usted firmaba el acta? "No", señaló el testigo. ¿Devolvió todo el dinero al FBI, verdad? "Sí". ¿Habló con Cristian Lovera para que recogiera los dos millones que le daría el Gobierno venezolano? "No". ¿No es cierto que habló con él y le pidió que no se involucrara en este lío? "No lo recuerdo, señor". Shohat le mostró entonces un documento, afirmando: ¿Tuvo usted una conversación con Lovera el 13 de noviembre de 2007?
Mulvihill objetó, una vez más, y el tema se quedó ahí. Pero para entonces ya había llegado otra noticia bomba: María del Luján Telpuk, la ex policía que le ordenó a Antonini abrir el maletín con los 800.000 dólares el 4 de agosto de 2007 en el aeropuerto de Buenos Aires, vendrá a declarar a Miami a partir del próximo miércoles, cuando se reanuda la audiencia. Ella lo confirmó ayer: "la citación me llegó hace unos días y viajo mañana (por hoy) a Miami". La historia continúa...
El Universal
Ofrecen garantías al "hombre de la maleta"
Montevideo.- El ministro de Justicia, Seguridad y Derechos Humanos de Argentina, Aníbal Fernández, dijo ayer en Uruguay que el empresario venezolano-estadounidense Guido Antonini, "tiene todas las garantías" para declarar en su país.
Fernández dijo a DPA que su país espera que prospere el pedido de extradición y que Antonini "cuente todo lo que tenga para contar".
"Tendrá la oportunidad y hará responsable a los responsables" de la introducción de una valija con dinero, presuntamente para la campaña electoral de la actual presidenta argentina, Cristina Fernández de Kirchner.
Para el ministro Fernández, el juicio que se lleva adelante actualmente en Miami en torno al llamado "Caso de la valija", en realidad "es verso, que han transformado en hecho político". "Y yo no pienso darle ni cinco de bolilla", subrayó.
"En Argentina hay una causa y (Antonini) tendrá que venir un día a declarar. Va a ser respetado en todos sus derechos y tendrá la oportunidad de contar todo lo que quiera. Y si cometió algún delito tendrá que pagar por eso", agregó.
Consultado si el dinero estaría vinculado con el lavado de activos respondió: "Puede pasar cualquier cosa. La causa comenzó como contrabando y después el juez cambió la carátula a lavado de dinero. Si proviene del narcotráfico es pasible de detención. Habría que ver de dónde viene el tema, pero tiene que explicar quién lo trajo".
Fernández recordó que el caso tomó estado público cuando llegó un avión a Buenos Aires "rentado por Argentina, con una persona que tenía negocios en el país y que solicitó si se lo traía". "El funcionario ya no forma parte del Gobierno" y añadió que la policía aeroportuaria impidió el ingreso del dinero.
Fernández dijo a DPA que su país espera que prospere el pedido de extradición y que Antonini "cuente todo lo que tenga para contar".
"Tendrá la oportunidad y hará responsable a los responsables" de la introducción de una valija con dinero, presuntamente para la campaña electoral de la actual presidenta argentina, Cristina Fernández de Kirchner.
Para el ministro Fernández, el juicio que se lleva adelante actualmente en Miami en torno al llamado "Caso de la valija", en realidad "es verso, que han transformado en hecho político". "Y yo no pienso darle ni cinco de bolilla", subrayó.
"En Argentina hay una causa y (Antonini) tendrá que venir un día a declarar. Va a ser respetado en todos sus derechos y tendrá la oportunidad de contar todo lo que quiera. Y si cometió algún delito tendrá que pagar por eso", agregó.
Consultado si el dinero estaría vinculado con el lavado de activos respondió: "Puede pasar cualquier cosa. La causa comenzó como contrabando y después el juez cambió la carátula a lavado de dinero. Si proviene del narcotráfico es pasible de detención. Habría que ver de dónde viene el tema, pero tiene que explicar quién lo trajo".
Fernández recordó que el caso tomó estado público cuando llegó un avión a Buenos Aires "rentado por Argentina, con una persona que tenía negocios en el país y que solicitó si se lo traía". "El funcionario ya no forma parte del Gobierno" y añadió que la policía aeroportuaria impidió el ingreso del dinero.
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