Al ver la gran diligencia e interés que pusieron ayer domingo - día no laborable - obreros, empleados, profesores, estudiantes, gerencia y hasta los mismos propietarios de empresas en informar hasta la última persona en el país que hoy no teníamos que ir a trabajar ni estudiar, me doy cuenta que en Venezuela no hay nada más que hacer.
Ni en el peor de los ataques del Chavismo, cuando las masacres en la Plaza Altamira, hubo una furia de mensajes y comunicaciones como la de ayer.
Lo peor además es que esta vez, no eran para protestar, desafiar, demostrar inconformidad o arrecharnos.
Las llamadas eran para presionarnos a obedecer prontamente la orden. No hay que molestar al gobierno, no hay que provocar, no hay que hacerle el juego al gobierno fueron los argumentos...
En Miraflores deben estar celebrando su más arrasante victoria en años. Había que hacer un test de la capacidad de la oposición para reaccionar, disentir y desobedecer. Y que buen resultado lograron!
Ahora saben exactamente que por un día de asueto - no importa la causa: protesta general contra los judios o los norteamericanos, día para salir a freir colombianos - el 100% de los venezolanos acatará la orden.
Si realmente creemos que no hay jubilo para celebar, hubiesemos ido todos a nuestras oficinas. Si las puertas están cerradas, hubiesemos permanecido en frente a la fabrica, empresa, oficinas por algunas horas, sólo para demostrar al régimen y los medios de comunicación que desobedecemos, que no participamos del jubilo, que lo considermos una verguenza.
Ya no quiero escuchar a nadie criticando a los empleados publicos que se visten de rojo y obedecen cualquier cosa que le ordena el jefe, siempre y cuando sea para salir de la oficina, ir a pasear, participar en una marcha.
Ya me doy cuenta que todos somos iguales.
Ni hablar de los estudiantes que en este momento pudieran estar parados fuera de los centros de estudio en protesta silenciosa.
Nuestros estudiantes reaccionan a cierres de canales de novelas y sus manifestaciones son sólo en horas de clase exclusivamente, pero ni de vaina en un día de asueto.
Parece que no entendemos la importancia del día para efectos de la> comunicación mundial.
Chávez necesita cobertura mundial, demostrando que todo el pueblo está de jubilo, que todos están en su desfile o en casa viendo complacidos las festividades.
Los medios de comunicación no encontrarán a nadie protestando en ninguna parte, estaremos todos en cama viendo Direct TV.
Y lo peor de todo, ya sabe Chávez que si por casualidad pierde su enmienda el 15 de febrero, basta con decir que ganó y decretar un día de fiesta nacional y todos nos quedaremos en casa tranquilos, después de todo, no hay que caer en su juego y pudiera ser algo peligroso.
Sólo esperar que Chávez, como lo repite constamente, desee retirarse en 15 0 20 años.
Mientras tanto, los venezolanos viviremos bajo su dictadura, todos obedeciendo con el mismo apuro y entiusiasmo su orden de ayer.
Quedemonos todos en cama, no vaya a ser que se moleste el lider, no vayamos al colegio, universidad ni trabajo, no vaya a ser que nos sancionen o regañen.
Ni en el peor de los ataques del Chavismo, cuando las masacres en la Plaza Altamira, hubo una furia de mensajes y comunicaciones como la de ayer.
Lo peor además es que esta vez, no eran para protestar, desafiar, demostrar inconformidad o arrecharnos.
Las llamadas eran para presionarnos a obedecer prontamente la orden. No hay que molestar al gobierno, no hay que provocar, no hay que hacerle el juego al gobierno fueron los argumentos...
En Miraflores deben estar celebrando su más arrasante victoria en años. Había que hacer un test de la capacidad de la oposición para reaccionar, disentir y desobedecer. Y que buen resultado lograron!
Ahora saben exactamente que por un día de asueto - no importa la causa: protesta general contra los judios o los norteamericanos, día para salir a freir colombianos - el 100% de los venezolanos acatará la orden.
Si realmente creemos que no hay jubilo para celebar, hubiesemos ido todos a nuestras oficinas. Si las puertas están cerradas, hubiesemos permanecido en frente a la fabrica, empresa, oficinas por algunas horas, sólo para demostrar al régimen y los medios de comunicación que desobedecemos, que no participamos del jubilo, que lo considermos una verguenza.
Ya no quiero escuchar a nadie criticando a los empleados publicos que se visten de rojo y obedecen cualquier cosa que le ordena el jefe, siempre y cuando sea para salir de la oficina, ir a pasear, participar en una marcha.
Ya me doy cuenta que todos somos iguales.
Ni hablar de los estudiantes que en este momento pudieran estar parados fuera de los centros de estudio en protesta silenciosa.
Nuestros estudiantes reaccionan a cierres de canales de novelas y sus manifestaciones son sólo en horas de clase exclusivamente, pero ni de vaina en un día de asueto.
Parece que no entendemos la importancia del día para efectos de la> comunicación mundial.
Chávez necesita cobertura mundial, demostrando que todo el pueblo está de jubilo, que todos están en su desfile o en casa viendo complacidos las festividades.
Los medios de comunicación no encontrarán a nadie protestando en ninguna parte, estaremos todos en cama viendo Direct TV.
Y lo peor de todo, ya sabe Chávez que si por casualidad pierde su enmienda el 15 de febrero, basta con decir que ganó y decretar un día de fiesta nacional y todos nos quedaremos en casa tranquilos, después de todo, no hay que caer en su juego y pudiera ser algo peligroso.
Sólo esperar que Chávez, como lo repite constamente, desee retirarse en 15 0 20 años.
Mientras tanto, los venezolanos viviremos bajo su dictadura, todos obedeciendo con el mismo apuro y entiusiasmo su orden de ayer.
Quedemonos todos en cama, no vaya a ser que se moleste el lider, no vayamos al colegio, universidad ni trabajo, no vaya a ser que nos sancionen o regañen.
Anónimo
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