Esa canción se escuchó hasta el referendo presidencial del 15Ag.04: ¡Y va a caer, y va a caer, este gobierno va a caer! Desde entonces hay otro cantar que no cesa ¡Uh, Ah, Chávez no se va!
Y hoy el golpista-presidente (GP) reta a la "contrarrevolución" para que convoque a otro referendo para que lo saquen.
La única respuesta la dio un conocido diputado: no queremos referendo sino Asamblea Nacional. Y otros aclaran que no se desviarán de su estrategia: ganar la AN el 10 y la presidencia el 12.
A la hora de medidas consideradas antipopulares como la devaluación, expropiaciones o ante problemas como los que ocasiona el racionamiento de luz y agua, quienes protestan no le piden al GP que se vaya.
Este parece un capítulo cerrado que lleva a admitir que se irá cuando pierda unas elecciones. Y eso no está planteado.
A pesar de que el oficialismo es minoría no ha experimentado derrotas. Para esos efectos cuenta con el modelo fraude-trampa establecido en su CNE.
Y se consigue ahora con "unas oposiciones" que sólo saben de votos como medida democrática. Ninguna otra salida constitucional les interesa.
Por esto cuesta trabajo admitir que el gobierno pueda estar en peligro, contando como cuenta con el apoyo de "las oposiciones" que le dan una cobertura democrática a la política autoritaria, dictatorial y de firme inspiración totalitaria y neofascista que aquí se adelanta.
En este sentido no puede menos que llamar la atención lo que calificamos como el efecto RCTV. A la hora del primer cierre, el 28 de mayo 08, surgió un movimiento de protesta en medio de un estudiantado hasta entonces apático y apartado de toda acción militante.
En esta oportunidad nos conseguimos con que la devaluación, expropiaciones y racionamientos, no producen mayores protestas. Pero a la hora del cierre de la televisora hay una marcada conmoción.
En la mayoría de los estados hay manifestaciones de rechazo al cierre de la planta. Y en buena parte de esos escenarios se hace presente la violencia. Los cuerpos de seguridad del Estado no han vacilado en reprimir. Hasta el presente (27/01/10) son varias decenas de heridos y dos estudiantes muertos en Mérida: Yosemir Carrillo Torres y Marcos Rosales.
La situación se hace cada vez más tensa. Al cuadro de protestas, y al abono de mayor incertidumbre, se suman los problemas internos del régimen. La renuncia del vicepresidente y la Min. Ambiente hay que examinarla en el contexto de la implosión, la lucha de "hermanos" por cuotas de poder que define la actuación de buena parte de la dirección del PSUV.
Y esto es fundamental para entender la llamada revolución socialista del siglo XXI que aquí se adelanta: un proyecto populista para la compraventa de voluntades, apoyado en una inmensa renta petrolera, unido además al empeño de muchos de los derrotados en las prácticas comunistas, por crear nuevos espacios para ese pasado de fracasos.
Pero cuando The Washington Post señala que está planteada la lucha entre populismo autoritario y democracia liberal, y que "el socialismo del siglo XXI [...] ha sido derrotado y va en vías de colapso", hay que decirle que no se derrota lo inexistente. Este régimen de fuerza, recubierto de democracia y socialismo, goza aún de estabilidad sin que eso signifique consolidación.
Por eso no se entiende con precisión la afirmación según la cual "Chávez está perdido". (EN, 25-01-10, A-3) ¿Caída Venecuba? ¿Cómo, cuándo? ¿Qué información tiene esa fuente que no manejamos nosotros? ¿Se está pensando en darle continuidad a la "Operación Honduras"?
¿O se seguirá vendiendo la "revolución zamorana y bolivariana", cada vez más al detal y al paso de destructores, para convertirnos cada día más en un mayor ex país? ¿Es qué estamos condenados a las salidas que nos brinden los monstruos o nos haremos dueños de nuestro propio destino?
Agustín Blanco Muñoz
El Universal
abm333@gmail.com
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