Aunque el 1º de Mayo es fecha dedicada por los trabajadores del mundo para vocear sus reclamos de salario y de seguridad social, nunca antes los venezolanos habíamos tropezado con la paradoja de un Gobierno auto calificado de "revolucionario" que, en la práctica, arremete contra la masa laboral de forma aún más violatoria y represiva que la del capitalismo salvaje del siglo XIX y principios del XX. Tan brutal es el trato, que en la Venezuela "revolucionaria" las protestas pacíficas son dispersadas violentamente por las FAN, quienes golpean y disparan contra los manifestantes hasta concluir con la detención de dirigentes sindicales, como ha ocurrido en Guayana, Anzoátegui y otros lugares del país. La prisa de Chávez en aplicar el depredador modelo cubano ha precipitado su afán confiscatorio de industrias, fincas y edificaciones privadas ("¡Exprópiese!", grita enardecido), las cuales convierte en ruinas a pocas semanas de haberlas estatizado. Por eso este 1º de Mayo ha sido una jornada de protesta nacional por la visible destrucción del aparato productivo, la caída vertical de la economía, desempleo creciente (escamoteado tramposamente en las cifras del INE) y del totalitarismo que violenta los derechos laborales.
Chávez juega con fuego al perseguir a supuestos culpables de lo que él llama "especulación", que no es otra cosa que el alza de precios provocada por su devaluación. ¿Por qué arremete contra humildes carniceros que forzosamente violan los irreales precios oficiales de la carne, si los productores la venden más cara porque no pueden producir a pérdida? Duelen las imágenes de los pobres carniceros detenidos (47 en total), algunos de avanzada edad, la mayoría de lugares populares de Caracas, retenidos durante horas en la plaza Capuchinos, convertida en cárcel por decisión del Indepabis y de la GN. A todas luces son gente del pueblo: "Uno trabaja toda la vida y ahora nos acusan de ladrones", dicen al explicar la imposibilidad de vender la carne a precio regulado si la res en canal les cuesta a 17 BsF el kilo. Indigna el ensañamiento contra estos humildes comerciantes, sobre todo si se contrasta con la inmoral entrega de recursos a Cuba, Nicaragua, Bolivia y el financiamiento de la fiesta de corrupción entre Venezuela y Argentina. ¿Cuánta carne y otros alimentos podrían ser subsidiados con los $ miles de millones que Chávez ha gastado en armas, regalado a sus amigotes y los que se fugan en manos de los Uberti, Antonini o Ramírez?
Con las protestas laborales en todo el país y el trato deshumanizado a quienes ejercen ese derecho, nos viene a la memoria lo dicho en su "1984" por George Orwell: "No se establece una dictadura para salvaguardar una revolución, se hace la revolución para establecer una dictadura". Y de eso se trata. El 40% aumentado a los militares, que cuesta BsF 2.723 millones, ha caldeado los ánimos de los sindicatos nacionales que piden un incremento igual (huelga parcial en CVG Venalum y Bauxilum). Como la caída de la producción de Sidor fue del 63,9% en el primer trimestre, la industria metalmecánica del país está paralizada por falta de acero. Los sindicatos de Polar anuncian que defenderán "hasta con sus vidas" los puestos de trabajo que Chávez destruye sañudamente. La confiscación del Hato El Frío -con enorme producción de carne, leche y antes de ser confiscado- es hoy un peladero a cuya puerta los ex trabajadores suplican los pagos incumplidos. El desempleo cunde. La decisión de acabar con el comercio entre Colombia y Venezuela deja más de 80 mil desempleados en la frontera, muchos de ellos venezolanos. Las obras del Metro de Los Teques tienen 6 mil obreros en lista de espera. La paralización de las obras del ferrocarril deja en la calle a cientos de trabajadores. Más de 60 mil docentes protestan por incumplimiento del Gobierno. No tienen la pensión asegurada 3,5 millones de trabajadores. La rapiña expropiadora anuncia que el "Gobierno solo pagará el 10% del avalúo del café Fama de América", mientras de los mercados desaparecen el café, azúcar, mantequilla, queso, arroz, harina de maíz y otros más. Además, por boca del experto colega José Suárez Núñez nos enteramos que Pdvsa pagará los $ 20 mil millones de la deuda a China con petróleo vendido a menos de $ 40 el barril, es decir, a la mitad del precio actual. (¿Traición a la patria?)
Obsesionado con permanecer en el poder el envanecido Chávez dijo esta semana en Brasil que no tenía "sucesor a la vista, ni está prevista sucesión en el corto plazo en Venezuela". ¡Cuán equivocado está! Las encuestas revelan hoy que Chávez perdería la Presidencia con cualquier candidato. Es decir, que ahora mismo tiene 18 millones de posibles sucesores.
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