En medio de esta gran evasión mundial, continental y nacional de la cual es difícil escapar ante lo evidentemente atractivo y apasionante que es el fútbol están sucediendo otra cantidad de situaciones que bien caben dentro de la acepción con la que estamos titulando el presente artículo.
No sólo estamos evadidos casi todos de las desgracias (que son muchas en el país), distraídos con las peripecias de quién patea mejor a una esférica, sino que en esta semana que lleva el gran circo, las evasiones de los poderes públicos están a la orden del día. Para muestra dos botones: la Asamblea va a evadir (o lo que es lo mismo, se niega) a investigar este escándalo en gerundio diario de la putrefacción alimentaria y, por ende, de gestión, a lo que cabe preguntarse de modo ingenuo-estúpido (por lo obvio) ¿dónde está la función contralora del Poder Legislativo? Ustedes dirán...
Otro botón: Vicente Díaz, rector del CNE, plantea que hay que investigar las cadenas presidenciales (diarias y en dos raciones muchas veces) como una forma de campaña electoral a favor del PSUV. ¿Respuesta? El ente comicial evade realizar tal averiguación y punto.
No vamos a contar aquí la larga lista de evasiones de gestión del gobierno, las cuales son tantas como problemas: inseguridad, inflación, vivienda, empleo, etc., etc., porque si no necesitaríamos un libro para hablar de once años de NO gobierno, pero sí hablaremos de cómo en el ámbito internacional el régimen también evade sus responsabilidades y las respuestas ante lo que es obvio: la reiterada violación a los derechos humanos, a la libertad sindical y (de manera escandalosa y sin vergüenza) de la libertad de expresión. Las más altas instancias mundiales han pedido explicaciones (ONU, OEA, OIT, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, Reporteros sin Fronteras, HRW por mencionar sólo algunas) y la única reacción de los voceros ha sido: "esas expresiones son violaciones a la soberanía y punto"...
Al líder de la revolución le va a costar responder (sin evasiones) cómo un día dice que el presidente de Globovisión debería estar preso y a menos de 48 horas le dictan orden de captura y cómo además en esa misma semana intervienen el banco de otro de los accionistas de la planta. Todo mientras continuamos embriagados y obviamente evadidos con el fútbol.
Pero si de evasiones se trata, mientras el comandante insiste en vendernos el comunismo como panacea, el fútbol también nos devuelve las evidencias de las realidades. ¿Por qué si ese sistema es tan maravilloso cada vez que hay una competencia internacional se evaden atletas de gobiernos con regímenes de ese corte? La respuesta seguro la tienen aquellos de la selección de Norcorea que no aparecieron... O lo que es lo mismo, se evadieron.
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