Dos alemanes y una serbia, que vivieron en sus adolescencias el surgimiento de Adolf Hitler como “führer”, como caudillo, como “guía” de Alemania, me han asegurado que lo que están viendo y viviendo en Venezuela los alarma, los llena de pensamientos terribles, porque les recuerda aquellos años en los que los nazis se convirtieron en amos absolutos de Alemania y causaron la muerte y la ruina de millones de seres humanos, en especial de judíos, y estuvieron a punto de extender sus fechorías al mundo entero. Chávez, como Hitler, lo decide todo y pretende saberlo todo. Para él gobernar es imponer sus caprichos, sus opiniones cambiantes, sus decisiones basadas en su locura. Y entretanto, así como Hitler llevó a Alemania a una guerra que la destruyó, Chávez arrastra a Venezuela a la destrucción, con su locura del “Socialismo del siglo XXI”, un potpurrí de disparates y corrupción que quiere acabar con el verdadero motor de la economía, que es el esfuerzo, las ansias de superación de los seres humanos. Pero, atención, no todo es oscuridad en el túnel. La realidad terminará salvándonos tarde o temprano. Del fracaso de Chávez y su disparatado “Socialismo del Siglo XXI”, que pretende negar la realidad, la irreductible realidad que llevó al fracaso a la URSS ¡y a Cuba!, no puede haber duda alguna. Y aun si no lo paramos a tiempo, irá al fracaso total. En ese caso (si no lo detenemos a tiempo) terminará como Hitler, destruyendo al país y asegurando que el mundo no lo merece. Y es verdad, pero al revés: El mundo no merece tanta estupidez con poder.
Publicado en Literanova
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