Desde niña escuché la historia de la abuela materna a quien las huestes de Franco asesinaron a uno de sus hijos y mantuvieron preso durante más de 25 años al segundo. La abuela vivía en una pequeña aldea española y en la primera misa a la que asistió poco después de que los republicanos perdieran la guerra, el sacerdote oficiante, bajo la consigna de "Franco por la gracia de Dios", se dirigió a los fieles y les pidió orar con un "Padre Nuestro por los caídos de derecha", es decir, por los caídos del franquismo. Ante el asombro de los atemorizados feligreses, la abuela Faustina y dos valerosas campesinas más a quienes la dictadura franquista había asesinado a hijos y esposo, abandonaron la iglesia en pleno oficio religioso y nunca más regresaron a ella, a pesar de los riesgos políticos de tal decisión en la España rural y perseguida de entonces.
La grotesca "misa ecuménica" del oficialismo en Puente Llaguno el pasado 11-A en recuerdo de los crímenes ocurridos cinco años antes, trajo a nuestra memoria la aberrante exclusión de aquel sacerdote español ubicado en el bando de los vencedores para quien los asesinados a manos del franquismo no merecían una oración por el descanso de su alma. El sacerdocio así ejercido -como el curita que se incorpora al show business del siglo XXI con una guitarra mal tocada y una canción ramplona o el sacerdote desaforado que gritaba consignas a favor de una revolución con tantos pecados mortales en su haber- es una negación de la doctrina de Cristo.
Impostura e impudicia fueron los signos dominantes en los actos oficiales del 11-A, rebosantes de la decadencia que nos mostraron en Semana Santa las viejas películas sobre la degradación y caída del Imperio Romano. Escuchar a quien dio las órdenes de aplicar el Plan Ávila que los asesinos están entre los perseguidos, fue como escuchar a Nerón culpando a los cristianos del incendio de Roma. Referirse a "la impunidad y la ineficacia de la justicia" quien controla con mano férrea todos los poderes, y preguntarse "dónde están los culpables, dónde la espada de la justicia?" es un descaro. En la comparsa entra también el ex vicepresidente JVR: "La impunidad es la característica de la justicia venezolana". Rocío San Miguel -una de las víctimas de JVR despedida por haber firmado el RRP- se pregunta ¿"es capaz de citar algún juez al señor JVR para que explique por qué siendo ministro de la Defensa no ejerció el control de la zona de seguridad que circunda la instalación militar (¿) de la Guardia de Honor? (...) "¿Por qué no ejerció el control de esta zona de seguridad que inicia su trazado justamente unos metros antes de Puente Llaguno, en la esquina de Balconcito (¿) tal como apunta el Decreto que establece su clarísima responsabilidad y deber que no supo ejercer? (¿) ¿No se parecen coincidentes esas calles y coordenadas que aparecen señaladas en ese Decreto, con las que fueron el escenario de la masacre ocurrida el 11 de Abril"? (Tal Cual 12-04-07).
El periodista Alejandro Botía recuerda que no se ha esclarecido ninguna de las 19 muertes. El Gobierno y la Fiscalía, lejos de investigar, han convertido el proceso en una venganza y retaliación continuadas. Los comisarios Forero, Vivas y Simonovis están presos sólo sobre la base del "testimonio incriminatorio que ocho policías de la PM ofrecieron en cautiverio bajo la promesa de su liberación", del que después se retractaron. "Los informes de balística de la medicatura forense y los levantamientos planimétricos demuestran que ninguna de las balas extraídas de los caídos en Puente Llaguno corresponden a sus armas de dotación". Suerte distinta corrieron los chavistas "Aníbal Espejo y Amílcar Carvajal (asistente del entonces ministro de la Secretaría Elías Jaua) quien fue fotografiado disparando desde la Av. Baralt en dirección a la oposición y huyó a México para evadir la justicia: Hoy se encuentra en libertad". Con razón el abogado Romero de la ONG "Vive" señala que "el 11-A fue convertido por el Gobierno en un arma polìtica para evadir su responsabilidad en los hechos e intentar culpar de todo a la oposición".
El Chávez encadenado de este miércoles apeló a la imagen de Cristo y de Bolívar para que algunos todavía piensen que su fortaleza se asemeja a la de estos dos héroes de la religión y de la historia. Teme "otro plan desestabilizador para el 28 de Mayo", día en que su furia totalitaria dará fin a la pluralidad y riqueza programática de RCTV... El repudio al cierre de RCTV se extiende urbi et orbe: con 18 votos a favor y 6 en contra, el senado chileno rechazó la medida por dictatorial. El "héroe" del Museo Militar no puede disimular su miedo. En cada uniformado y en cada partidario ve a un Galba.. Comienza a temer que, a pesar de la consigna propagandística, no siempre después de un 11, viene un 13.
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