22 abril 2007

La lección de Bachelet

A propósito de los insultos que Chávez dirigió al Parlamento de Chile ante la aprobación por mayoría aplastante del acuerdo de rechazo al cierre de RCTV, en el cual solicitan que su gobierno proteste ante la OEA por tan grave violación a la Carta Democrática, la presidenta Michelle Bachelet declaró a los medios chilenos poco antes emprender su corta gira por Venezuela, que "toda integración requiere de un marco de respeto a la autonomía y a la soberanía de todos los poderes del Estado de Chile.

Esta es la postura que yo tuve el viernes pasado porque es la postura que como gobernante tengo y que la haré saber donde corresponde". El diario El Mercurio informó que el viernes, "durante una declaración a la prensa, Michelle Bachelet manifestó su molestia por los comentarios de su par venezolano y señaló que Chile mandaría una nota de protesta a Caracas. Dos días después (¿) el polémico gobernante pidió disculpas a su 'amiga' Presidenta".

Michelle Bachelet cumplió su promesa. Al recibir en Caracas el collar de la Orden del Libertador se refirió a la experiencia histórica chilena y a la necesidad de integración de las naciones suramericanas en un marco de "respeto mutuo". Como signo de estar muy enterada de la polarización existente en Venezuela y de las agresiones de Chávez contra quienes no le siguen ciegamente, la oradora recordó que los chilenos sufrieron un proceso de polarización y división "que nos condujo a la crisis más profunda de nuestra historia.". A sabiendas de que Chávez no dialoga y rechaza la posibilidad de conciliar, Bachelet recordó que "de aquella época aprendimos que debíamos ser capaces de alcanzar acuerdos nacionales básicos" y que "el uso de la fuerza contra nuestra gente no tiene justificación ética ni moral y, por lo tanto, esa no es la manera de resolver las diferencias políticas en sociedad". Dictando cátedra de inteligencia diplomática de la que carece el estilo de elefante en cristalería usado por Chávez y en prueba de que conoce sus presiones inconstitucionales sobre la FAN para que sea roja-rojita, Bachellet señaló que ese aprendizaje "lo asumieron también nuestras Fuerzas Armadas, que han vuelto a ser instituciones de todos los chilenos, respetadas y queridas, y no de uno u otro sector". Lección que por un oído le entró al teniente coronel y por el otro le salió sin mella alguna. En el Chile de la socialista y democrática Bachelet, las FAN son institucionales y a su comandante en jefe no le parece una "ambigüedad", sino por el contrario, una garantía para la paz y la convivencia democráticas. No concluyeron ahí los inteligentes dardos discursivos de la mandataria dirigidos al blanco del totalitarismo de Chávez , que tantos presos políticos tiene ya en su haber: "La promoción de los derechos humanos es un eje central de nuestra política exterior".

Los propagandistas del régimen toman como un triunfo el que la señora Bachellet no haya hecho mención pública expresa del caso de RCTV que originó el duro desacuerdo binacional. El rey de la "tramparencia electoral", hoy en funciones de vicepresidente, declaraba eufórico que "Chávez y Bachellet abordarían en Miraflores temas más importantes que el caso RCTV". Los picatostes chavistas deberían leer atentamente las declaraciones dadas en Venezuela por Bachelet y su canciller Foxley. De hacerlo se les desaparecería la sonrisa (aunque desconocedores del lenguaje diplomático universal y sí de los insultos del teniente coronel, puede que no sepan descifrar lo realmente dicho por los visitantes). En las declaraciones dadas a su salida de la reunión privada en Miraflores, la presidenta chilena dijo a los periodistas que "con el presidente Chávez hemos revisado todos los puntos de nuestra relación bilateral, sin excepción de ningún tipo". ¿No está claro entonces que sí fue tratado el punto de RCTV objeto de tan grave disenso en la relación bilateral entre ambos países?

En su clase magistral de democracia y seguramente recordando las amenazas de Chávez al TSJ si interfiere en su decisión de quitarle la concesión a RCTV, Michelle Bachelet utilizó la palabra "regocijo" para expresar que Chile "cuenta con poderes soberanos y libremente elegidos por nuestros ciudadanos en elecciones libres y muy competitivas" (¡Toma tu tomate!). Y como para acrecentar en nosotros una envidia aún más profunda, añadió que "Chile es una república libre y soberana y esto no es una cuestión de tamaño (somos un país pequeño), sino de dignidad". Dignidad que la socialista y demócrata Bachellet enuncia y practica, a diferencia del seudosocialista y totalitario Chávez, quien al día siguiente se quitaría la piel de cordero para liquidar a dentelladas a quienes le han servido ciegamente desde el PPT y Podemos, sólo porque ahora se niegan a morir arrodillados.



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