24 abril 2007

Misión Riqueza

Más allá de la coyuntura política, el libro y la película, que comienzan a circular esta semana, acertadamente denominados "Misión Riqueza", describen algunas de las causas medulares de la pobreza y la desigualdad que impera en Venezuela. Se trata de un esfuerzo de un grupo de compatriotas que, bajo la coordinación de Hugo Faría, ilustra tanto en el texto como en las imágenes, la trémula historia económica, social y política de la Venezuela contemporánea.

Es un enfoque ecuménico, donde autores y protagonistas, demasiados para citarlos a todos, constituyen una muestra de la diversidad de nuestra sociedad. Participaron profesores e investigadores, empresarios, rabinos y sacerdotes, mujeres y hombres. Además - justo es destacarlo- brillantes intervenciones de jóvenes estudiosos de nuestra realidad económica y social. Un libro y una película con ideas para debatir.

La Misión Riqueza se inscribe en un marco ético y humanista, que, explica, argumenta y destaca, cómo los derechos fundamentales del hombre además de ser principios e ideas, son caminos efectivos para lograr mayor bienestar. Textos e imágenes, desarrollados por cada autor con la mayor libertad, muestran como aquellas sociedades donde existen firmes derechos de propiedad, libertad económica e inversiones significativas en materia de educación y salud, progresan más rápidamente y alcanzan mayores grados de bienestar. También ilustra que no basta elevar el gasto público en una u otra cosa, si lo esencial, los derechos de propiedad y la libertad económica, no son practicados.

"El pobre nunca es libre", frase que se repite en el video con un nítido significado: las libertades y derechos no se pueden ejercer a plenitud cuando se es pobre. La libertad de expresión tiene menos sentido cuando el estómago ruge por la carencia y se observa a los hijos mendigar por las calles, sobreviviendo con las dádivas de un gobierno que juega con el destino de las personas gracias a rentas y confiscación de bienes honestamente adquiridos. Los derechos a la vida, a la educación, a la salud sólo se hacen realidad cuando los gobernantes trabajan por crear un entorno donde la gente, a través del trabajo cotidiano, y bien remunerado, se convierten en individuos útiles a ellos mismos, a sus familias y a la sociedad.

Venezuela ha tenido gobiernos con libertades económicas y sin libertades políticas, otros con algo de éstas, pero con las primeras conculcadas. No han faltado algunos, como el actual, que a todas pisotea. Hace falta una Misión Riqueza para dejar de ser pobres. Hace falta esa y otras para ser libres y entender que significa democracia, ya que en ella, a diferencia de lo ocurrido en Venezuela, los ciudadanos tienen el derecho natural a tener propiedad privada y sólo cuando es indispensable, ellos son los que otorgan al gobierno ciertos derechos.

Un gobierno rico con ciudadanos pobres, es malo. Peor es aquel que mantiene a la gente en estado de pobreza para consolidar el poder. Sólo es bueno el gobierno que logra la mayor suma de libertades y admite que el individuo debe tener el poder y que acepta como única razón de existir, el prestarle servicios al ciudadano.


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