Excelentes, los tres. Bien escritos y mejor diagramados, con una rica información local e internacional, buenos columnistas, escaso amarillismo y mínima chismografía. Lo único lamentable es el poco espacio dedicado a la cultura de que adolecen los tres, pero ya sabemos que eso es, hoy, una enfermedad planetaria.
La prensa brasileña, escrita y audiovisual, ha reaccionado con gran energía, condenando de manera severísima el cierre de Radio Caracas Televisión por el aprendiz de dictador venezolano, comandante Hugo Chávez. Hasta el senado brasileño hizo lo mismo en un gesto que lo enaltece, sobre todo considerando los remilgos y silencios cobardes de los otros parlamentos latinoamericanos frente al atropello cometido por Chávez en su designio de acabar con el pluralismo informativo y la libertad de expresión en Venezuela. Penoso, eso sí, el apoyo que recibió Chávez del presidente Lula, quien justificó la clausura de RCTV, para no desencadenar las iras del caudillo venezolano, por lo que, afortunadamente, ha recibido de la prensa brasileña muchas y muy justas recriminaciones. Por lo demás, no existe el menor peligro de que Lula imite a Hugo Chávez: aunque le mande besos volados y simule a veces apoyarlo, su política está en las antípodas del estatismo y el colectivismo económico que el destemplado comandante aplica en su país, decidido por lo visto a producir en Venezuela una catástrofe económica e institucional semejante a la que causó en el Perú el general Juan Velasco Alvarado, otro de los mentores y modelos de Hugo Chávez, además de Fidel Castro.
Lula ha optado por un socialismo moderno, a la europea, es decir por un socialismo que de tal solo tiene el nombre, pues apoya la inversión extranjera y el mercado, la apertura económica y la empresa privada y por eso los empresarios brasileños están felices con él: saben que sus declaraciones esporádicas de simpatía hacia Chávez son meras concesiones retóricas a la izquierda radical para tratar de aplacarla, sin el menor éxito por lo demás, pues esta lo ataca ya como un traidor a la revolución. Vaya paradojas del tiempo en que vivimos: Lula, campeón del capitalismo para una derecha económica brasileña que ve en el antiguo sindicalista la mejor defensa contra el “socialismo del siglo XXI” que propone Hugo Chávez.
El último número del semanario “Veja” –que tira un millón doscientos mil ejemplares de cada número– contiene una excelente investigación realizada por la revista sobre este “socialismo del siglo XXI” que se ha inventado el comandante Hugo Chávez y que, a golpe de petrodólares, se empeña en diseminar por toda la región. El reportaje, que firma el periodista Duda Teixeira, quien ha verificado sus datos sobre el terreno, no tiene desperdicio. Algunos ejemplos muestran la velocidad y obscenidad con que los más estrechos colaboradores políticos del caudillo-paracaidista se han enriquecido en el poder. El psiquiatra Jorge Rodríguez, vicepresidente nombrado por Chávez, es dueño de un lujoso hotel, en la isla Margarita, el principal balneario del país. Adán Chávez, hermano del presidente y ministro de Educación, es dueño de una empresa propietaria de 1.600 camiones y barcos de pesca, y don Eudomario Carrujo, director financiero de la poderosa PDVSA, la compañía petrolera estatal, posee una flota privada de quince automóviles de lujo, entre ellos un Hummer H2, que vale cien mil dólares. Este último vehículo es el preferido de los funcionarios chavistas, según confesaron a “Veja” los distribuidores de automóviles en Caracas. Y uno de los principales corifeos del “socialismo del siglo XXI”, el gobernador chavista de Carabobo, Luis Acosta Carlez, lo proclamó en la televisión sin el menor rubor: “¿Por qué nosotros, los revolucionarios, no tendríamos el derecho de tener una camioneta Hummer H2″. En efecto, ¿por qué no? ¿Acaso el presidente Brezhnev, de la URSS, no tenía el hobby de coleccionar Mercedes Benz?
No solo los coches de lujo son una de las debilidades de la actual nomenclatura venezolana. Otra es Miami y sus shopping centers, cabarets y hoteles de lujo. En esto, dice el periodista de “Veja”, con mucha gracia, Hugo Chávez ha conseguido igualar ya a su héroe epónimo Fidel Castro: como los cubanos, todos los venezolanos sueñan ahora con escapar a Estados Unidos. La diferencia está en que los altos funcionarios chavistas sí pueden hacerlo. Como no está bien visto que vayan a gastarse sus petrodólares en el imperio contra el que su jefe y caudillo despotrica día y noche, se valen de picardías y pillerías que el informe de “Veja” refiere con lujo de detalles. Como tener dos pasaportes –uno solo para los viajes a Estados Unidos– o arrancar las páginas con los sellos de entrada al infierno imperialista.
El “socialismo del siglo XXI” consiste también en un desaforado mercantilismo. En la Venezuela de hoy se puede ser –todavía– un exitoso capitalista, a condición de ser un chavista servil. Como la transparencia se evaporó con la instalación del régimen, las concesiones, licitaciones y contratos estatales se otorgan a dedo, y, algunas veces, mediante subastas o concursos amañados. El criterio político prevalece siempre, de acuerdo a la antigua ley de hierro de las dictaduras tercermundistas: “Para los amigos, todos los favores; para los enemigos, la ley”.
Como, gracias a la política chavista, la producción industrial se desplomó, la importación de artículos de primera necesidad es hoy un excelente negocio. Pero, para conseguir los dólares necesarios, el importador debe estar en muy buenas relaciones con el gobierno, pues para eso mismo se estableció el control de cambios, instrumento de coerción y de soborno tradicional de los gobiernos “nacionalistas” latinoamericanos.
El reportaje de “Veja”, pese a la pavorosa realidad de corrupción, amiguismo, demagogia y autoritarismo que describe, no es totalmente pesimista. Por una parte, confirma algo que yo sospechaba, al ver la valerosa manera como la oposición venezolana se movilizó contra el cierre de Radio Caracas Televisión. Que, esta vez, el caudillo venezolano ha dado un paso en falso y el pueblo venezolano ha comenzado a abrir los ojos frente al monstruo que ha creado, dando su confianza y sus votos a un demagogo que puede llevar el país a la ruina y a una dictadura totalitaria. Las encuestas que transcribe “Veja” del Instituto Hinterlaces, de Caracas, son elocuentes: 78% de los venezolanos reprueba el anti-norteamericanismo de Chávez; 85% condena el financiamiento político a otros países; 86% no quiere un socialismo a la cubana y el 86% está contra la confiscación de propiedades privadas. Más aún: el cuarenta por ciento de los venezolanos que votaron por Chávez en las elecciones de diciembre pasado declaran que hoy votarían contra él.
Todavía hay, pues, esperanzas para Venezuela. Y podemos asegurar, sin temor a equivocarnos, que el “socialismo del siglo XXI”, hechura del espadón matonesco pasará pronto, como una patraña más, de esas dictaduras esperpénticas de que está constelada la historia latinoamericana.
¿Qué llevó a millones de venezolanos a votar tantas veces en los últimos años a favor de Hugo Chávez? La corrupción que corroía a la democracia y la incapacidad de esta para reducir la pobreza y las inicuas desigualdades sociales. Pero, en vez de optar por una alternativa libertadora, se pusieron la soga al cuello apoyando una política que ha triplicado en cinco años la criminalidad en el país, disparado la inflación, derrocha los recursos públicos financiando el extremismo marxista en todo el continente y manteniendo vivo al semicadáver cubano. Pero, sobre todo, a un régimen que ha añadido nuevas y más perniciosas formas de corrupción a las varias que el país arrastraba. Ahora, el comandante Chávez sabe que su impopularidad crece cada día y por eso se apresura a cerrar los escasos espacios que quedan en Venezuela para denunciar sus atropellos. Lo ocurrido con RCTV es solo el comienzo de un proceso que, como en Cuba, acabará por poner todos los medios de comunicación venezolanos bajo el control del Estado, salvo, tal vez, dos o tres excepciones, empresas supuestamente independientes –parece ser el caso de Venevisión a juzgar por su ominoso silencio frente a la clausura de RTCV– para mantener la farsa del pluralismo informativo. Pero, a juzgar por la gallarda reacción que esta medida ha provocado en el medio estudiantil y popular que antes apoyaba al régimen, este episodio podría ser también el principio del fin de la revolución chavista.
Por Mario Vargas Llosa - Publicado en el Diario El Comercio el domingo 17 de Junio
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PARAGUAY:
LA CIA Y EL OPORTUNISMO DEL SIGLO XXI
(Luis Agüero Wagner)
Ante el insólito espectáculo en la política paraguaya de falsos izquierdistas, revolucionarios financiados por la CIA, colorados, liberales, oviedistas, febreristas, comunistas y luguistas independientes luchando con fiereza por embanderarse con el “socialismo del siglo XXI”, vale preguntarse: ¿En qué consiste y qué misteriosas razones estimulan las súbitas e incondicionales adhesiones a esta nueva ideología?
Esta corriente ya ha producido el milagro de que el Partido Colorado, eterno socio menor del imperialismo yanqui-brasilero y puntal de las dictaduras neo-nazis y anti-izquierdistas de Higinio Morínigo en adelante, dé un dramático vuelco hacia el “socialismo humanista” en su última Convención.
Martín Chiola, quien anteriormente recorría las unidades militares para arengar a los cimeforistas en contra de la amenaza bolchevique y el castrismo, hoy parece dispuesto a reemplazar todos los retratos con Stroessner que coleccionó en el transcurso del tiempo, por su foto junto al líder revolucionario cubano Fidel Castro. Y todo eso por obra y gracia del socialismo del siglo XXI, ni más ni menos.
Mientras los furiosos guevaristas del PMas se muestran tibios y vacilantes con respecto a temas vidriosos como Hugo Chávez o Evo Morales, temerosos de perder el apoyo de la prensa subsidiaria de la CIA y de la USAID, o los dólares de las ONGs fantasmas que desvían hacia el electoralismo, el oficialismo colorado ovaciona a su líder tocado con una boina roja al estilo de los paracaidistas de aquella ribera del Arauco, denosta en la misma ONU contra las políticas del imperio con más virulencia que el canciller cubano Pérez Roque y pellizca al mismo tiempo dólares a Taiwán sólo para demostrar que nadie es perfecto en la vida.
La adhesión al socialismo del siglo XXI cautiva incluso a los propagandistas de George W. Bush como Ricardo Canese, quien ha llegado a defender en sus artículos la iniciativa reciente del campeón mundial del antiterrorismo de convertir los alimentos en combustible-aún a riesgo de incrementar el peligro de una hambruna mundial masiva, sin por ello dejar de ser un socialista del siglo XXI a carta cabal. Después de todo, no hay nada incoherente en ser un zurdo convencido y promocionar las ideas de un personaje con tales niveles de inconciencia como para amenazar a la humanidad con una Tercera Guerra Mundial, que esta vez sería con armas atómicas.
El Socialismo del siglo XXI es tan carismático que hasta Alfredo Jaeggli ensaya su mejor sonrisa para minimizar los límites ideológicos que separan a éste del liberalismo de Locke, Smith y Friedman, e incluso visita al embajador cubano para solicitarle becas. Carlos Mateo Balmelli y su pequeño saltamontes Blas Llano, se muestran dispuestos a vestirse con la camiseta del Che Guevara, emulando a su correligionaria Elba Recalde si es necesario, para no importunar a los adherentes de tan magnética corriente de pensamiento.
Federico Franco se fotografía tomado de la mano con Camilo Soares, agitando una bandera roja con el rostro del Che, mientras caen las serpentinas sobre ambos y el público vibra haciendo hurras al socialismo del siglo XXI, una ideología capaz de unir por la misma causa a Sharon y Arafat, a Joseph Ratzinger y Leonardo Boff.
Todo es paz y amor gracias a la utopía que acabó con la historia en forma más expeditiva que el libro de Fukujama, con el sencillo recurso de la billetera petrolera. Si me permiten la pregunta, ¿No sería más acertado el denominativo de “oportunismo del siglo XXI”?
APÉNDICE:
LOS FINANCISTAS E IMPULSORES DE FERNANDO LUGO: GRANDES ESTAFADORES DE LA IZQUIERDA LATINOAMERICANA
Los monaguillos a sueldo del imperio que cercaron al obispo Fernando Lugo, a pesar de lo que la prensa maccartista heredada de Stroessner se esfuerza en hacer creer, en realidad son viejos agentes del imperialismo norteamericano. Se cuentan entre ellos:
* Guillermina Kanonikoff y Raul Monte Domecq, financistas de Lugo. Reciben dólares de USAID a través de la ONG fantasma Gestión Local.*Camilo Soares, agente de la NED, referente de la Casa de la Juventud, beneficiaria de Dólares de la IAF.
*PMAS: partido surgido gracias a la acumulación de dólares del grupo anterior, recibió en el 2004 127.000 dólares de IAF, institución manejada por George W. Bush.
*Ricardo Canese, dirigente de Tekojoja. Propagandista de los planes de biocombustibles de George W. Bush.
*Aldo Zucolillo, ex propagandista del dictador Stroessner, mecenas del centro de detención y torturas de la dictadura paraguaya y alabardero del genocida Jorge Rafael Videla, hoy entusiasta impulsor de la candidatura de Fernando Lugo.
*Julio Benegas, empleado de Zucolillo en su diario ABC color, signatario de acuerdos con AFL-CIO, reputado peón de los fraudes imperialistas.
De acuerdo al informe de actividades de las aludidas agencias norteamericanas y los planes para el nuevo siglo pueden encontrarse los siguientes datos sobre estos puntales del luguismo:
GESTION LOCAL (Raúl Monte Domecq y Guillermina Kanonnikoff). Recibe fondos de USAID “para la publicación de material didáctico para comisiones vecinales”.
CASA DE LA JUVENTUD-PARAGUAY- PARTIDO MOVIMIENTO AL SOCIALISMO. En el 2004 la Casa de la Juventud recibió 127.000 dólares, por dos años, que “proporcionará apoyo institucional, educativo y técnico a organizaciones para jóvenes. La donación de la IAF apoyará la participación de los jóvenes en audiencias públicas, fortalecerá sus destrezas para la búsqueda del consenso y financiará el diseño de campañas públicas de información y el otorgamiento de pequeñas donaciones a jóvenes paraguayos de aproximadamente 10 localidades. “La Casa” espera beneficiar a cerca de 4.200 jóvenes de vecindarios de bajos ingresos”. Sus referentes principales son Rocío Casco y Karina Rodríguez. (Nota: Camilo Soares, vinculado a la Casa de la Juventud, y Richard Ferreira, del Sindicato de Periodistas del Paraguay (SPP), asistieron a la Segunda Asamblea del Movimiento Mundial por la Democracia, organizada por la National Endowment for Democracy, realizada en la ciudad de São Paulo, Brasil, del 12 al 15 de noviembre del año 2000. World Movement for Democracy - Second Assembly Report- Fuente: http://www.wmd.org/second_assembly/participants.html)
También vale acotar que Camilo Soares fue integrante de la agrupación Patria Libre, vinculada por los organismos represivos a varios secuestros , sin haber sufrido jamás persecución, hecho que ha generado suspicacias entre los integrantes de PPL refugiados en el exterior o detenidos en cárceles de Paraguay.
FREEDOM HOUSE. (Casa de la Libertad) fue fundada en 1941, “para consolidar las instituciones libres en el país y en el extranjero”. Actualmente cuenta con 4.000 miembros. La Casa de la libertad ha recibido y recibe financiamiento del gobierno de los EEUU a través de la National Endowment for Democracy (NED). Este fondo se canaliza a través de la Casa de la Libertad para organizaciones privadas en el extranjero. Los beneficiarios de la NED, a través de la Casa de la Libertad, incluye a países como Sudáfrica, la ex Unión Soviética, Costa Rica, Paraguay, El Salvador, Honduras, Guatemala, Pakistán, Polonia, Hungría, etc. Por consiguiente, la Casa de la Libertad funciona como un embudo por donde pasan los fondos que concede la NED. Un ejemplo en Paraguay es Radio Ñandutí, que a través de la Casa de la Libertad ha recibido importantes sumas de dinero de la National Endowment for Democracy (NED).
Leonard Sussman, agente de la CIA y Director Ejecutivo de la Casa de la Libertad, realizó una visita a Paraguay a fines de 1987, siendo uno de sus principales favorecidos el sr. Aldo Zucolillo, quien a través de su diario ABC Color publicitó entusiastamente la candidatura de Fernando Lugo. El obispo por su parte acusó sumisión a las pautas editoriales del periódico en varios temas, como el de Itaipú y Yacyretá, utilizados por Zucolillo para atacar al MERCOSUR en beneficio de intereses norteamericanos.
También se cuentan entre empleados de Zucolillo exponentes como Julio Benegas, signatario de acuerdos con la AFL-CIO, reputado peón en los fraudes imperialistas.
El 21 de setiembre de 2005 fue firmado entre el Sindicato de Periodistas del Paraguay (SPP), el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Prensa (SITRAPREN) y el auspicio del Centro Americano para la Solidaridad Sindical Internacional de la AFL-CIO, un proyecto con miras a lograr el fortalecimiento sindical en ambos sindicatos. El proyecto se firmó en Asunción con la presencia del representante del Centro de Solidaridad, oficina para Sudamérica, Sr. Bryan Finnegan.
La AFL-CIO ha apoyado todas las grandes guerras imperialistas de los USA (Corea, Vietnam, Afganistán, Yugoslavia e Irak), así como todas las grandes intervenciones estadounidenses (Guatemala 1954, Chile 1973, Guayana 1955, Irán 1955, Panamá 1980, Granada 1983 y Venezuela en el 2002 –
También escribe en ABC color (de Zucolillo, insistimos) Ricardo Canese, quien apoya en sus columnas la política energética de George W. BUSH.
RADIO CARITAS. Recibió 40.000 dólares de la embajada para “sus programas de educación cívica, consistentes en entrevistas con tribuna libre”. LUIS AGÜERO WAGNER
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