La toma de control del teleférico por parte de Venezolana de Turismo (Venetur) -ejecutada ayer por Titina Azuaje, ministra de Turismo- no afectó las actividades corrientes de las instalaciones, a pesar de la controversia surgida entre Mintur y la empresa Inversora Turística Caracas (ITC, dueña de Ávila Mágica), que hasta el jueves explotó la concesión del funicular, entregada, por 30 años, en 1998.
De acuerdo con la ministra Azuaje, se decidió "el rescate del teleférico y la rescisión del contrato, luego de un análisis y un procedimiento legal -los abogados de Ávila Mágica tuvieron todo el acceso al expediente- que determinó que ITC no cumplió con las cláusulas establecidas para la concesión".
Mintur alega que no se pagó al Estado la cuota de 5,29% de las ganancias brutas de Ávila Mágica, ni se presentaron los planes de inversión para reactivar la ruta del teleférico hasta el litoral central y remozar el hotel Humboldt.
Sin embargo, José María Jiménez, gerente general de Ávila Mágica, y Gustavo Grau, abogado de ITC, alegan que han cancelado Bs 2,7 millardos por concepto de la cuota de explotación desde octubre de 2001 hasta marzo de 2006, en un fideicomiso de Conviasa en el Bandes; y que no han pagado Bs 1,7 millardos del lapso abril de 2006 a junio de 2007 porque Mintur no les ha indicado dónde deben pagar.
En cuanto a alguna indemnización por el fin de la concesión, la ministra aseguró Titina Azuaje que "el Estado no debe nada a esta empresa. Además, el informe concluyó que ITC adeuda al Estado unos 19,7 millardos de bolívares. Ellos están obligados a cancelarlo, y le informamos a Inversora Turística Caracas de esta deuda y la exigencia de su pago inmediato".
En este punto, Grau sostiene que "en este contrato, con o sin fallas en su cumplimiento por parte de ITC, corresponde una indemnización por la lógica razón de que la empresa invirtió una cantidad de dinero para poner operativo el teleférico. Si no hay una indemnización, ITC perdería todo si no se ha amortizado esta inversión".
Jiménez aseguró que, luego de recibir la concesión en 1998, con un sistema en ruinas, estimaban haber recuperado la inversión para el 2015. Asegura que en estos 8 años "no se ha recuperado un solo bolívar, pues todo se ha reinvertido".
Azuaje dijo que se hará una evaluación para revisar los precios del servicio, que reiteradamente han sido calificados de costosos por el presidente Chávez.
Señaló que los empleados de todas las áreas del sistema (administración, operación e, incluso, los concesionarios de ventas de alimentos y souvenirs en la estación Humboldt) continuarán en sus puestos de trabajo con normalidad, aunque muchos, al ser consultados, dijeron desconocer el proceso a seguir.
Sobre las inversiones, no se informó cuánto se requerirá para continuar el teleférico hasta el litoral y remodelar el hotel Humboldt. Estos proyectos formarán parte de un "Plan de 100 Días", dijo Azuaje.
Mientras el teleférico cambiaba de manos, los usuarios continuaban disfrutando sin contratiempos de las instalaciones, que ayer fueron gratis.
Planes vacacionales de bancos, cuerpos policiales y otros grupos recreativos disfrutaban del paisaje y de los perros calientes que regaló Mintur.
Varios visitantes consultados indicaron que esperan que el teleférico no se deteriore, ahora que lo administra el Estado. Estimaron que la entrada, con valor promedio de Bs 28.000, no es tan costosa.
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