Mayor sorpresa se pudo haber llevado lo cual le ha valido el desprestigio a nivel mediático, cuando ha saltado al descubierto por la prensa argentina que a excepción de Guido Antonini Wilson (no precisamente un opositor, sino quien se definió cuando quedó al descubierto la valija como "Soy un soldado: llévense la plata. No voy a decir de dónde viene ni a dónde va"), los pasajeros del mismo vuelo pertenecían a la nómina de la compañía Petróleos de Venezuela (PDVSA) y ENARSA, la estatal nacional de energía argentina. Viajaron en un jet modelo Cessna Citation X N5113S, fletado por ésta última, a solicitud del hijo del venezolano Daniel Uzcategui, presidente de la estatal venezolana para la región Suramérica.
Más aun cuando para el día de ayer, 14 de agosto, al relucir otro elemento se enturbia hasta el nombre del presidente Tabaré Vázquez, al ser publicada la fotografía del hombre "Suitcasegate" por el periódico "Clarín", en compañía de Johnny Yánez, un gobernador del partido de Chávez, del Estado venezolano de Cojedes, cuando el año pasado visitaron la empresa uruguaya Umis S.A, dedicada al diseño de casas prefabricadas. Llama la atención inclusive que su principal país importador a cambio de petróleo es Venezuela, en convenio suscrito por los mandatarios Vázquez y Chávez.
Vista la serie de nuevos ingredientes que día a día se vienen detectando relacionados a este caso de la maleta millonaria, no era previsible para el conductor del programa gubernamental, la situación comprometedora e inconveniente en que colocaría a la empresa petrolera venezolana y al mismo Hugo Chávez, el gobernante-farsante que desde sus alocuciones presidenciales ante la nación venezolana elogia abiertamente sus ilícitos difamatorios.
En cuanto a la participación de las autoridades argentinas, por la relación y secuencia de los hechos confirmados, se pudo establecer que la oficina de aduanas confiscó el dinero pero actuando bajo la presión de Claudio Uberti, titular del Órgano de Control de Concesiones Viales en Argentina, el hombre que manejaba grandes sumas de dinero de las arcas gubernamentales, un funcionario muy estrechamente ligado al Presidente Kirchner, destituido del cargo a raíz del suceso, permitió que el ciudadano Antonini Wilson, de 45 años, portando un pequeño maletín de mano, camisa rosada, pantalón blanco, blazer tipo inglés oscuro, saliera libremente del país, el mismo día, vía Montevideo, Uruguay, por Aerolíneas Argentinas y de vuelta en American Airlines a Miami, ciudad donde reside.
Posteriormente, las imágenes de la partida, grabadas por las cámaras de seguridad del aeroparque metropolitano “Jorge Newbery”, fueron transmitidas por el canal de noticias argentino América TV. De ahí en adelante, el despliegue de profesionalismo de la prensa argentina muestra evidencias de sus excentricidades, de la vida millonaria de este individuo lograda de la noche a la mañana y un sin número de irregularidades, corrupción, con sus datos, nombres, hasta lavado de dinero, todo ello altamente comprometedor en las relaciones de los gobiernos Chávez-Kirchner y sus empresas petroleras, que mantienen en tensión a la opinión pública de los países que dicen representar así como del continente entero.
Antonini Wilson, venezolano de nacimiento y de nacionalidad estadounidense, además de empresario, es conocido por ser coleccionista de fabulosos vehículos deportivos, aficionado a las carreras Premium, participante del circuito Gumball 3000, que suele realizarse en pistas europeas, de exclusividad para millonarios. Recientemente participó en la del Team Venoso con un espectacular Porsche Carrera GT, que puede alcanzar los 330 kilómetros por hora. Gusta de posar en las fotografías con billetes en la mano, posee además, una propiedad valorada en más de un millón de dólares en Key Biscaine, una de las zonas residenciales más exclusivas de Miami.
Lo cierto es, que el antes mencionado profesional venezolano Federico Alves, así como ha desmentido al comunicador del programa televisivo en un conocido digital venezolano, tras señalarle que “la médula del affaire argentino, es que aunque las huellas físicas de Chávez no estén en los billetes, son suyas completitas las huellas políticas que están estampadas en forma indeleble en esos billetes, al lado de la imagen de George Washington”, en la correspondencia dirigida al Sr. Alberto Gonzáles, Fiscal General de los Estados Unidos, Washington DC, Departamento de Justicia de los EEUU del FBI, redactada en inglés, menciona ser poseedor de información confirmada, sobre el ciudadano Guido Alejandro Antonini Wilson. Los lectores de Diario de América pueden leer esa correspondencia aquí.
Se observan señalamientos muy graves: “está envuelto en actividades ilegales como “lavado de dinero” y transferencias de efectivo entre países, en representación del Sr. Hugo Chávez y algunos oficiales de la compañía estatal de petróleo venezolana, PDVSA, con el propósito de financiar secretamente actividades políticas en varios países con la intención declarada de derrocar gobiernos democráticos e instalar regímenes “chavistas” títeres, dedicados a distribuir el virus del anti-norteamericanismo y a promover actos de agresión contra los EEUU, su gobierno y sus ciudadanos”.
Así mismo, continúa Alves, “El Sr. Chávez dice en forma rutinaria que el gobierno norteamericano ha ordenado su asesinato y declara casi a diario su odio contra los EEUU y sus valores democráticos, como el imperio de la ley y el respeto a la propiedad privada, pero ahora su retórica hallado tan lejos como crear una vasta red de grupos que solo pueden ser definidos como “para-militares” y están siendo financiados por ríos de dinero que fluyen directamente del Banco Central de Venezuela y la compañía nacional de petróleo. Podría resultar necesario que el gobierno norteamericano tome control inmediato de la empresa Citgo Petroleum hasta que las acusaciones de lavado de dinero se aclaren debidamente”.
Culmina la misiva resultándole “inaceptable que un ciudadano norteamericano cometa tamaño crimen y aun así le sea permitido entrar y salir libremente de los EEUU. Por todo esto demando que el Sr. Antonini sea interrogado acerca de la fuente y el destino del dinero, y los autores intelectuales y verdaderos organizadores sean sometidos a la justicia.” (It is unacceptable that a US Citizen commits such a crime and is allowed to roam free in US soil. I hereby request that he be questioned about the source and the destination of such huge amount of money, and the masterminds behind the operation be brought to justice).
La carta enviada al FBI con respuesta del departamento de justicia estadounidense: “Your e-mail has been forwarded to the Miami Division for further review”, podría haber repercutido con alarma en el país del norte, y ya se especula sobre fuertes sospechas que Venezuela presuntamente está lavando dinero iraní con la compra de bonos argentinos, y en cuanto a Kirchner, que estaría haciendo uso de los fondos venezolanos de “dudosa procedencia” y en consecuencia el Banco de la Nación Argentina en la mira estadounidense. Igualmente, nuevos reportes indican la asociación de Guido Antonini Wilson con un propietario de aeronave citado por la DEA (Agencia de Lucha contra las Drogas).
La repercusión del caso del hombre del Suitcasegate de los 800 mil dólares todavía sin ser localizado en ninguna de sus lujosas mansiones en Miami, como se puede apreciar sobrepasa alcances inimaginables de cualquier orden, y tiene de cabeza a mucha gente y sus gobiernos. La prensa especialmente de Argentina y Venezuela, atenta, sigue en la búsqueda de nuevas pesquisas. Por su parte, Cristina Kirchner desata sus iras al verse seriamente empañada su candidatura, porque la hipótesis que cobra fuerza es la de que el dinero estaba destinado a su campaña presidencial. Actores políticos argentinos manejan la presentación judicial para el total esclarecimiento de los hechos y la posibilidad de una apertura formal de investigación en Miami desde la Argentina.
El presidente Néstor Kirchner dijo “tener las manos limpias”, y mientras autoridades de su gobierno solicitan a Hugo Chávez explicaciones y que se someta a investigación la serie de ilícitos en el tapete, como respuesta, el presidente venezolano, durante el encuentro la semana pasada, con su homólogo en Uruguay, por el contrario, acusó a la prensa de preferir temas escandalosos y afirmó que los medios de comunicación “son los enemigos de la humanidad”. La tónica aireada del presidente de Venezuela considerada demostrativa de una sospechosa disposición al negarse a dar explicaciones por el escándalo, parece ser la política a seguir por los agentes de su gobierno.
Es visiblemente notorio que a siete días del escándalo es cuando la petrolera venezolana emite un comunicado de prensa de mera formalidad y el canciller Nicolás Maduro manifiesta que "cosas así pasan todos los días en los aeropuertos del mundo". Sin embargo, no dejaron de resultar para unos sorprendentes, para otros risibles, su insistencia en responsabilizar en el Suitcase de los 800 mil dólares, a la CIA, al Pentágono, resumido en el que parece ser el cliché característico en las declaraciones del Ministro, de Chávez y sus partidarios: "pudiera haber una conspiración" de Estados Unidos, del “imperialismo yanki”.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario