Pero esa discusión reiterativa no se da solamente en el seno de quienes se encuentran en la acera de la oposición. También desde el seno del Gobierno se juega a la desmemoria y se nos vuelve a ofrecer a los venezolanos los mismos argumentos, que si bien eran válidos hace 7 u 8 años , ahora resultan repetitivos, cansones, huecos, y muy poco atractivos. Habla de independencia frente al imperio cuando lo que se le ofrece al ciudadano común es la más absoluta dependencia del Presidente; ofrece librar una lucha contra una invasión extranjera cuando en cada litro de leche o en cada pollo se negocia con gobiernos que hacen convenios estupendos con la potencia norteamericana& y hay que importar porque aquí no se produce suficiente; habla de humanismo y crecimiento personal cuando una importante cantidad de dinero se destina a la compra de fusiles y otro material bélico para enfrentar a "enemigos externos e internos"; se llena la boca con frases solidarias para los más pobres, y en los hospitales hasta los médicos protestan por la falta de insumos mientras se ataca a la medicina privada y en las puertas de los organismos encargados de las viviendas no se le da respuesta a la necesidad primaria de tener un techo donde guarecerse, o cuando las escuelas públicas son las que no cumplen con su objetivo.
Luego de casi 9 años de mal gobierno hay evidencias más que claras de que quienes están en la dirección del país son además de demostradamente incompetentes para el cargo que desempeñan, absolutamente mentirosos cada vez que hacen promesas que beneficien a las mayorías. Entonces, ¿que más discusión hay que dar? ¿Qué más hay que explicar? ¿Para cuándo se va a dejar la toma de posición? ¿Hasta cuándo se va a esperar que sea el otro el que haga algo? La respuesta es clara: NO
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