29 octubre 2007

Violencia (suma y sigue)

Decir "violencia" es hablar de miedo, pero también de una situación límite en la que una vez superado el temor o llevada la paciencia hasta "el hartazgo" se desatan los demonios y se cae en la sinrazón, pero con ella.

El régimen juega con fuego, confiado en que tiene el monopolio de las mangueras y que nunca se quemará. Pero en estas cosas, nunca se sabe¿ Hay demasiada "leña" en esa hoguera. Hay un mar de sangre, impunidad e indefensión de una ciudadanía que se siente a merced de quienes con una pistola se saben dueños de las vidas de todos y cada uno de nosotros. Somos víctimas, aun sin serlo, porque al temer por los nuestros ya somos sus reos. Son demasiadas las historias de ausencias por balas perdidas, por ajustes de cuentas, por gusto de herir o matar, por tratar de conseguir las cosas ajenas, simplemente "porque les da la gana". Así no más, sin que nadie haga nada...

Suma y sigue...

Pero como si fuera poco, a esa impotencia de vivir tomándose un café con la muerte, todos los días, hay que sumar las otras carencias. Las cotidianas. Esas del mercado. Y aunque el líder vestido cual gentleman tropical nos pida que nos volvamos desapegados con las cosas materiales porque así es el socialismo, qué quieres que te diga, ¿cómo explicarle a una madre que no consigue leche para sus hijos que eso es bueno para templar el carácter del futuro "hombre nuevo"? ¿Que lo que no consiga en nutrientes para su bebé, lo encontrará en la savia revolucionaria, alimento de las futuras generaciones? Palabras, palabras, palabras¿ que se escuchan como un eco en todas las radios, en todos los televisores, en todos los pensamientos, en toda la existencia del venezolano, mientras espera y espera y espera en enormes colas para conseguir esos productos básicos para cualquiera, pero al parecer superfluos para quienes prefieren dar luz para la calle matando la necesidad de nuestros hermanos del mundo, mientras aquí cada día la oscuridad y la incertidumbre es mayor...

Eso también genera violencia... Suma y sigue...

Pero por si fuera poco, la violencia ahora es explícita y sin pudor. El "si piensas distinto" ya no sólo es asunto de listas y trato discriminatorio. Es contundente y a puños. Si no que lo diga Goicochea quien la sintió en carne propia.

Suma y sigue...

La misma metodología para la aprobación del proyecto constitucional ha sido violenta. Y si hablamos de su contenido, es ya la consagración de la fuerza, el "medalaganismo" y el "te la calas" porque si no te execramos como merecedor del gentilicio venezolano¿

El ambiente está cargado... La paciencia tiene un límite... Aún hay tiempo de impedir que se desaten los demonios...

María Isabel Párraga B
El Universal
mariaisabelparrga@gmail.com

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